El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Laguna y la Fundación Neotrópico han detectado un aumento en el número de capturas de serpientes, cuya tenencia está prohibida, en diferentes zonas de La Cuesta y Taco. El concejal lagunero José Luis Hernández destaca que "la Fundación Neotrópico realiza una labor increíble para ponerle freno a esta moda que parece ser la de adquirir serpientes para luego abandonarlas". "En algunos casos hay poca conciencia y la gente suelta estos animales en espacios públicos pero hay especies peligrosas que pueden causar problemas", recuerda el edil, quien añade que estos ejemplares son encontrados en los núcleos poblacionales con mayor densidad, es decir, en el casco urbano de la zona metropolitana y en barrios como Taco y La Cuesta.

El presidente de la Fundación Neotrópico, Jaime de Urioste, explica que una de las especies que más problemas está generando en el municipio, debido a que cuenta con poblaciones reproductoras, es la culebrilla ciega de las macetas (Indotyphlops braminus). Se trata de un animal diminuto, totalmente inofensivo para el ser humano y que comienza a ser frecuente en zonas de cultivo. Estas serpientes no miden más de 17 centímetros y son hembras partenogenéticas, por lo que no necesitan machos para procrear.

"Se alimentan de pequeños invertebrados y aún se desconoce su impacto en el medio natural, aunque están compitiendo con las especies nativas que se alimentan de las mismas presas y están eliminando una serie de especies que se encargan de descomponer los residuos orgánicos en el medio natural", relata el presidente de la Fundación Neotrópico. Urioste añade que "si se estableciera una población reproductora de alguna otra especie de serpientes, como es el caso de la culebra rey en Gran Canaria, las consecuencias serían nefastas para los reptiles endémicos y otros pequeños vertebrados".

El presidente de la Fundación Neotrópico indica que "el problema es que muchas personas creen que es mejor abandonar a estos animales en el medio natural y no se dan cuenta de que se trata de depredadores oportunistas, sin enemigos naturales y que pueden adaptarse causando graves consecuencias a las especies canarias, que se convierten en sus presas". Además, recuerda que otro de los factores que ocasionan problemas tiene que ver con el comercio ilegal, "que se produce principalmente en ferias especializadas y a través de las redes sociales, a través de las cuales pueden incluso comprarse especies venenosas, que están totalmente prohibidas". Otras especies que aparecen con cierta son las boas constrictoras y las pitones birmanas, y todas ellas están igualmente prohibidas.

No obstante, el presidente de la Fundación celebra que en la actualidad "el comercio legal de serpientes se ha reducido drásticamente". Y es debido en parte a la entrada en vigor de diferentes normas. En primer lugar, el Real Decreto 630/2013 con el catálogo español de especies exóticas invasoras prohíbe la tenencia, transporte y comercialización de estos animales. De este modo, Urioste indica que "todas las serpientes venenosas están prohibidas". Además, añade que "la mayoría de las serpientes constrictoras, como boas y pitones, han sido prohibidas por el Decreto 30/2018 que regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos en Canarias y el Decreto 216/2019, que modifica el de 2013, incluye además especies preocupantes para la zona ultraperiférica de Canarias como la pitón real o de bola".

Esta pitón es la que se vendía con más frecuencia en Canarias porque "es pequeña, barata y poco peligrosa para los humanos", indica el presidente de Neotrópico, y es la que aparece con más frecuencia abandonada o fugada. Sin embargo, esta especie está prohibida desde el 29 de marzo de este año, por lo que existen cientos de ejemplares en Canarias en manos de particulares que tienen que regularizarse o entregarse a centros autorizados como es el caso de la Fundación Neotrópico.

Sensibilización

El portavoz de la Fundación Neotrópico recuerda que se realizan campañas de sensibilización permanentemente, con ciclos formativos, charlas o visitas didácticas a espacios urbanos donde observar y detectar especies exóticas. Además, resalta la necesidad de la colaboración ciudadana alertando de la presencia de estos animales.