La Laguna rinde desde ayer homenaje al escultor Paco Palomino, quien cuenta ya con una calle dedicada con su nombre como homenaje a su importante trayectoria artística. La vía de este lagunero ilustre que falleció en el año 2017 se encuentra en pleno casco de Aguere, entre las calles Manuel de Ossuna y La Higuera, donde ayer se congregó un nutrido grupo de personas, tanto vecinos como representantes políticos y del mundo del arte, que no quisieron perderse el emotivo descubrimiento de la placa.

Todos los que se reunieron ayer en esta calle destacaron que, más allá de su indudable valía artística y su meritoria faceta creadora, Paco Palomino fue, "por encima de cualquier otra consideración, un hombre bueno", indicó el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, durante su intervención. "Es un acto de justicia que esta ciudad reconozca a los hijos que durante su vida hicieron gala de bondad, humanidad y compromiso social", añadió el primer edil.

Quienes conocieron de cerca a Paco Palomino, y que ayer se reunieron en la calle que ahora lleva su nombre, no dudan en subrayar el carácter entrañable del artista, así como "su capacidad para hacer amigos en cualquier rincón del mundo, su sentido de la cercanía y de la amistad", afirmó Gutiérrez ante la mujer y los hijos del creador, quienes estaban visiblemente emocionados.

El carácter crítico de Palomino fue otro de los aspectos que también salió ayer a la luz durante la celebración del homenaje póstumo: "Un espíritu que todo artista debe tener como conciencia de la sociedad en la que le toca vivir", sentenció el alcalde lagunero. En este sentido, obras del lagunero, como la que se encuentra en el Campus de Guajara, Homenaje a la humanidad, presentan unas formas aparentemente suaves, pero a la vez esconde un mensaje de protesta hacia un mundo en muchas ocasiones injusto.

Asimismo, no pudo quedar atrás el amor de Palomino por su tierra. Aquellos que compartieron su vida lo definen como un "gran observador de la naturaleza", quien "recorrió sin cesar los caminos y montañas de esta isla donde encontró fructífera inspiración para una obra plena de emociones". Pero el artista era mucho más: autoexigente, tenaz y con una enorme capacidad de trabajo.

El alcalde de La Laguna afirmó ayer que "la obra de Paco Palomino parte de un certero conocimiento de los materiales, con los que establece un intenso diálogo creativo hasta dominar la forma. Su proceso creativo era muy intenso, lo que demuestra el enorme compromiso que mantuvo con su obra durante toda su vida".

Y todo ello lo supo trasladar a los muchos alumnos que tuvieron la suerte de aprender con él y a los que les trasladó el amor por el arte en sus diferentes facetas: la escultura, la pintura y la cerámica. En este sentido, el primer teniente de alcalde de La Laguna, Rubens Ascanio, celebró ayer "que el arte y las personas que han puesto el nombre del municipio por el mundo adornen nuestras calles" y recordó que fue el grupo de Unidas se puede el que propuso que una calle del municipio llevara el nombre de Paco Palomino poco después de su fallecimiento en 2017 y que la iniciativa fue aprobada por unanimidad en el pleno lagunero.

El periodista y amigo de Paco Palomino, Agustín Gajate, también intervino en este emotivo acto en el que precisamente celebró la unanimidad de la corporación lagunera para dedicarle una calle al artista. "Los que lo conocimos nos debatimos hoy entre la pena de haberlo perdido tan pronto, con tan solo 64 años, y la alegría de poder asistir a este reconocimiento en su cuidad natal", indicó el periodista, quien definió a su amigo como "constructor de emociones". "Era capaz de convertir en formas las experiencias que fue adquiriendo a lo largo de su vida, así que solo me queda decir que gracias a Paco por su obra y gracias a La Laguna por reconocer su obra y su vida", concluyó Agustín Gajate.

En el acto también intervinieron la viuda de Paco Palomino, Amalia Reyes, y sus hijos, Ruimán y Gamar Palomino, quienes no pudieron evitar emocionarse durante el descubrimiento de la placa. Su hija afirmó que "sé que se le habría llenado el pecho de alegría de haber sabido que una calle lleva su nombre", mientras que Ruimán indicó que, a través del legado artístico de su padre, "es posible conocer a la persona".