La Laguna es estos días el escenario elegido por el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) para realizar unas mediciones que evaluarán la amplificación de la sacudida sísmica durante un terremoto. El experimento TFsismozon analizará el efecto sitio en el municipio, que es el responsable principal de la distribución de los daños más importantes ocasionados por terremotos. La Laguna ya es una zona conocida por posibles efectos de amplificación local, por lo que este mapa permitirá obtener todos los parámetros sobre la respuesta sísmica local del área urbana que serán de interés para los fines de ingeniería sísmica. En el experimento participará una docena de estudiantes de las universidades de La Laguna, Complutense y Autónoma de Madrid, así como de las universidades británicas de Liverpool, Coventry y Plymouth, gracias al programa GeoIntern, que impulsa la empresa británica GeoTenerife en colaboración con Involcan.

Todos los datos recabados a lo largo de este tiempo permitirán, entre otros aspectos, identificar las zonas del casco urbano de La Laguna más vulnerables ante posible eventos sísmicos de magnitud moderada que pudieran ocurrir en Tenerife y sus alrededores. Se trata de la primera vez que se materializa un estudio de este tipo en Canarias. De hecho, el geofísico y director del Área de Vigilancia Volcánica de Involcan, Luca D'Auria, afirma que muy probablemente se trata de uno de los primeros experimentos de este tamaño también en España ya que no hay constancia de que se haya llevado a cabo un número tan elevado de observaciones sobre ruido sísmico para elaborar un mapa de microzonación sísmica con tanto detalle. Con anterioridad a este estudio tan solo investigadores del Laboratorio de Geotecnia del CEDEX y de la Universidad Complutense de Madrid realizaron un estudio preliminar con solo tres puntos de medidas. Con este trabajo preliminar publicado en 2007 ya se evidenció la posibilidad de amplificación sísmica en La Laguna.

El coordinador científico del Involcan explica que "La Laguna se encuentra construida sobre una capa de sedimentos lacustres, y estudios previos evidenciaron ya la posibilidad de efectos de amplificación sísmica en el área urbana de Aguere". En este caso, el municipio destaca, además de por sus peculiaridades geológicas, por su patrimonio arquitectónico, que pudiera reflejar una vulnerabilidad alta debida a la antigüedad de sus edificios, y una gran relevancia desde un punto de vista cultural en su casco histórico.

Para realizar el trabajo previsto ya se están desplegando en el suelo lagunero sensores sísmicos por un periodo mínimo de dos horas en cada punto de medida. Estos instrumentos, que se instalan de manera temporal, realizarán registros de ruido sísmico en 500 puntos diferentes de medida en el casco urbano de La Laguna entre junio y agosto. Cada día se realizan 12 medidas del ruido sísmico en 12 puntos de observación diferentes mediante el uso simultáneo de cuatro estaciones sísmicas de banda ancha. Con todo ello, destaca Luca D'Auria, "La Laguna contará con uno de los mapas más detallados en este ámbito en el mundo". Y es que la densidad de medidas de este experimento tiene pocas equivalencias a nivel mundial puesto que ninguna de las grandes ciudades situadas en áreas de alto riesgo sísmico ha experimentado un proyecto de esta magnitud.

Por su parte, el director científico de Involcan, Nemesio Pérez, indica que este estudio "nace a raíz de tres realidades estrechamente ligadas a las ópticas instrumental, histórica e institucional". Y es que el pasado mes de enero, la Red Sísmica Canaria registró un terremoto de magnitud 4,4 cuyo epicentro fue localizado entre Tenerife y Gran Canaria. Como consecuencia de este terremoto, se observó por primera vez variaciones en la amplitud de la sacudida sísmica en diferentes lugares de Canarias, y en algunos de ellos, se evidenciaron efectos de amplificación sísmica local.

Por otro lado, continúa Pérez, "el volcanismo histórico de Canarias no ha causado un importante número de pérdidas de vidas si lo comparamos con el impacto de otros peligros naturales ocurridos en las Islas, pero 16 de las 24 pérdidas de vidas debidas a las erupciones históricas de Canarias tuvieron lugar en el Valle de Güímar como consecuencia de los terremotos relacionados con la erupción de Siete Fuentes-Fasnia-Arafo de 1704 y 1705". Pérez añade que, tras constatar que "a fecha de hoy las instituciones que debían hacerse cargo de este tipo de estudios no lo han hecho, Involcan ha decidido iniciar este tipo de estudios por el interés científico del mismo y la relevancia que los resultados de este estudio tendrán para las tareas de prevención ante el riesgo sísmico". Todo ello a pesar de que el Instituto no cuenta con financiación externa específica para ello.