Un mandato de plenos interminables -hasta la medianoche en muchos casos- concluyó ayer con una sesión de trámite, fugaz y sin rifirrafes. Fueron apenas diez minutos para abordar un solo punto: el acta de la cita anterior, que acabó salió adelante, aunque con seis abstenciones (XTF-NC, Cs y el no adscrito Yeray Rodríguez). La votación, un par de intervenciones, unos instantes de despedidas... y adiós.

El pleno de este miércoles tenía un poco de segunda parte. Ya en el previo, y aunque restaba este otro, hubo una cuantas alocuciones de cierre. Ayer regresó la ronda de agradecimientos y balances. El primero en tomar la palabra fue el hasta ahora líder de los populares laguneros, Antonio Alarcó, que afirmó que el papel desempeñado durante los últimos cuatro años fue para él un "auténtico placer". Tras destacar el papel de los funcionarios y ediles, el también senador se disculpó si en alguna ocasión molestó a alguien y agradeció a su partido que le permitiese ser portavoz.

Julio Marrero (PSOE) se sumó a las palabras del conservador. "Yo, que vengo del campo privado, conozco muchos ayuntamientos de Canarias, y he podido comprobar que, si de algo puede presumir este consistorio, es del personal", manifestó el edil.

Desde Unid@s se Puede, Rubens Ascanio se refirió al esfuerzo para llegar a consensos y para aprobar "acuerdos muy positivos". "Vienen tiempos diferentes, pero hay que agradecer el trabajo y el conocimiento que hemos generado", expresó. Le siguió Santiago Pérez, ahora líder de Avante La Laguna, e indicó que, a su juicio, lo "más reseñable" del mandato es el esfuerzo de los ciudadanos para el saneamiento de la hacienda municipal. "El poder en una democracia de raigambre liberal, no autoritaria, es el gobierno de la mayoría, y quien hoy es minoría puede ser mañana mayoría", señaló con la mirada puesta en el pleno del sábado.