El socialista Luis Yeray Gutiérrez acudirá hoy convertido en alcalde al Ayuntamiento de La Laguna. El viernes ya avanzó una reducción de los sueldos de los cargos electos -que será de entre un 5% y un 7%-, y en esta entrevista, realizada en la mañana de ayer, también se muestra rotundo con el resto de objetivos a corto y medio plazo. "Espero que demos estabilidad al municipio para que crezca mirando al futuro pero sin olvidar que estamos para solucionar los problemas del presente", afirma.

¿Cómo se siente el día después?

Por una parte, aliviado después de la tensión acumulada en estos días y de la negociación que nos ha llevado a este gran acuerdo de gobierno. A la vez siento una gran responsabilidad.

¿Se puede avanzar algo más del reparto de áreas que tienen previsto en el ayuntamiento?

Hemos acordado las tres fuerzas políticas que diremos conjuntamente qué áreas recaen sobre cada formación y en eso vamos a ser serios desde el principio.

¿Cuál es el plan para este lunes? Irá al ayuntamiento y...

Lo primero que vamos a hacer las tres organizaciones del gobierno es sentarnos para establecer una agenda común y, por supuesto, una ronda de contactos con todos los funcionarios municipales para conocer de primera mano sus sensaciones.

El viernes anunció una bajada de los salarios de todos los cargos electos. ¿En qué porcentaje será esa reducción?

Va del 5% al 7%. No podemos bajar los sueldos por debajo del máximo representante del ayuntamiento que sea funcionario, porque la ley que regula los salarios no lo permite en ninguna administración. Es decir, un concejal no puede cobrar menos que el director del área.

¿Hay alguna otra medida de carácter urgente?

La auditoría que vamos a solicitar de manera inminente en las áreas de relevancia del ayuntamiento que tengan competencias en recursos económicos.

De forma más amplia, ¿cuál es el orden de prioridades?

En el orden ahora mismo está conocer la auditoría, porque tenemos que saber el estado actual de las arcas del consistorio para poder priorizar; el estado de Las Chumberas, que es una necesidad imperiosa porque están los vecinos en casas de alquiler, y también la situación de El Cardonal y Princesa Yballa, y sacar adelante el Plan General de Ordenación, que es fundamental.

¿Qué tienen previsto hacer en el caso de Las Chumberas?

Lo primero es reunirnos el grupo de gobierno, ver la situación actual y real, y ponernos de inmediato a trabajar conjuntamente con las diferentes administraciones desde que estas estén constituidas para resolver este gran problema: el Gobierno nacional, el Ejecutivo regional y el Cabildo de Tenerife.

¿Qué pasará con el Mercado de La Laguna?

Los tres partidos tenemos claro que hay que ponerse de manera inminente a buscar el consenso para la adjudicación y, sobre todo, acerca de qué tipo de instalación quieren los vecinos del municipio, los usuarios y los recoveros.

¿Cómo fueron las negociaciones de estas semanas en la mesa del pacto local?

Desde que nos sentamos en la primera toma de contacto ya sabíamos que aquello iba en serio, que seríamos leales los unos con los otros y que asumiríamos esa responsabilidad con gran estusiasmo.

Hay quienes han venido sosteniendo que un pacto de izquierdas supone un riesgo para la intrahistoria local y la religión católica. ¿Qué les dice?

Nada más lejos de la realidad. Tienen el ejemplo más claro en el acto que hizo ayer el alcalde yendo al tradicional encuentro con el Cristo de La Laguna, del que soy bastante devoto. Todo lo que tenga que pasar en el municipio será a partir del respeto.

¿Qué balance hace del ayuntamiento que recibe?

Yo soy una persona muy pragmática y jamás hablo desde el desconocimiento. Hasta que no sepa el estado actual del consistorio prefiero no decir nada.

¿Qué espera de este mandato que ahora comienza?

Espero que sea una etapa que ponga en valor, en primer lugar, a los ciudadanos; que dé estabilidad al municipio para que crezca mirando al futuro pero sin olvidar que estamos para solucionar los problemas del presente, y, sobre todo, dar respuestas acertadas desde el ayuntamiento.

Alcalde a los 33 y tras las lecciones de su abuelo

Luis Yeray Gutiérrez vivió el sábado, "políticamente hablando", el día más feliz de su vida. El hoy alcalde empezó la mañana con un "comecome" a modo de preludio de que "podía ser un gran día". "Solo por ver las caras de mis padres, de mi hermano, de mi abuelo... estaba en una nube", relató ayer sobre sus sensaciones. La jornada terminó en una celebración en la Punta del Hidalgo, en la que, señala como ejemplo de la sintonía entre los socios de gobierno, estuvieron las tres formaciones del pacto local, así como su homóloga santacrucera, Patricia Hernández. Y fue allí, en la tranquilidad puntera, ya fuera de la intensidad de unas horas antes, cuando acabó de ser consciente de que estaba al frente del consistorio.

Ese es, hasta ahora, el último capítulo de una historia personal y política que tiene su kilómetro cero en las movilizaciones por la guerra de Irak y en las lecciones de su abuelo. Nacido en 1985 -33 años- y del barrio de La Candelaria, Gutiérrez sintió en 2003 con el conflicto iraquí, aún siendo estudiante del instituto Fernando III El Santo (La Cuesta), una inquietud que acabó por traducirse en interés por participar en la política y cambiar las cosas. "Mi abuelo paterno siempre ha sido una persona de izquierdas y me transmitió sus conocimientos y valores socialistas", detalla sobre el otro elemento que lo llevó hasta donde está hoy.

Pasó el tiempo, se afilió al PSOE, estudió el Grado en Economía y, durante los últimos años, trabajó como asesor en el Ayuntamiento de La Laguna. Desde allí fue testigo de excepción del volcán en el que se convirtió el grupo socialista durante el pasado mandato, mientras que su salto definitivo a la primera línea se produjo, primero, con el proceso que lo convirtió en secretario general local del partido y, sobre todo, y posteriormente, con una victoria contundente en las primarias para la Alcaldía.

Cuando se le pregunta por sus referencias políticas, menciona, por ese orden, a Tierno Galván, "porque fue el primer alcalde socialista de Madrid y un referente para todos"; a Jerónimo Saavedra, "dado que ha sido uno de los políticos más íntegros, con cultura y más representativos de lo que significa la palabra PSOE en Canarias, además de ser uno de mis grandes amigos dentro de la política", y a Pedro Sánchez, "al que me encuentro muy ligado y que me parece un héroe con lo que ha conseguido".

Sin hijos y aficionado al deporte (fútbol, baloncesto y deportes de raqueta), tiene ahora por delante un reto importante. Por lo pronto, indica, ha recibido el aliento de la calle: "La mayoría de las personas que me crucé el sábado me felicitaban con cara de alegría, abrazos, saludos eufóricos...". ¿Y José Alberto Díaz, su predecesor, qué le dijo cuando se saludaron antes del pleno? "Me trasladó mucho ánimo y me felicitó".