La asociación Jocu, de La Cuesta, pide soluciones para el problema de estacionamiento en el barrio de La Candelaria, que se ha ido acrecentando durante los últimos años. Con ese fin, el presidente del colectivo vecinal, Bruno Barreto, ha dirigido una petición a la Concejalía de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de La Laguna para que una parada de guaguas que no está siendo utilizada en la actualidad sea habilitada para estacionar.

Según explicó Barreto, varios vecinos le transmitieron que, tras las reestructuraciones del servicio de guaguas, existen paradas que ya no se utilizan. Concretamente se refirió a una situada en la calle El Dique. "A su paso por el barrio de La Candelaria, hay partes por las que ahora no pasa línea 026 y que sí lo hacía la 027. La parada de la calle El Dique es un ejemplo. Se trata de un espacio que está infrautilizado", apuntó acerca de los motivos de lo sucedido.

Además, sostuvo que el problema de aparcamiento va más allá de ese caso concreto. "En la parte baja de La Candelaria la problemática es un poco mayor", precisó, antes de recordar que en 2017 plantearon una batería de sugerencias. En aquella ocasión exponían que La Candelaria, al igual que el resto del territorio municipal, crece en cuanto a número de habitantes y tránsito de vehículos, así como que habían llevado a cabo un "trabajo de campo" en busca de alternativas.

En el escrito que dirigieron entonces al consistorio destacaban la "verdadera dificultad" para encontrar una plaza para estacionar en ciertos puntos, y añadían, tras el estudio que realizaron, su propuesta de más aparcamientos "sin generar otros agravios" y de evitar los coches mal estacionados. En concreto, citaban acciones en las calles Marqués de Bajamar, Francisco Bello, y Machado y Fiesco.

Asimismo, Bruno Barreto indicó que aquella solicitud obtuvo respuesta por parte del Ayuntamiento de La Laguna, pero que no llegaron a saber nada más sobre los posibles aparcamientos que habían, primero, estudiado y, posteriormente, propuesto. Pasado el tiempo, los vecinos del barrio se siguen viendo con serias dificultades para estacionar su vehículo cuando vuelven a su casa, lo que también se extiende a quienes acuden a los comercios de la zona o a los que por otro motivo pasan por La Candelaria.