Una de las cosas que para los vecinos de EL DÍA llama la atención es que la sede del periódico, en la avenida Buenos Aires número 71, siempre está abierta las 24 horas. Otra cosa es el trajín y la intensidad, que varía. Cierto es que desde que el rotativo se imprime en Tenerife Print, en el Polígono Industrial Los Majuelos, ha menguado ese movimiento por la madrugada, pero EL DÍA no se da tregua y vive cada jornada con la intensidad de quien pasa a diario una auditoría con el lector, con la obligación de dar cuenta de qué ocurrió en las 24 horas previas al ejemplar que sale a la calle.

Cierto es que la incidencia de la Covid-19, desde que se declarara el estado de alarma el pasado 14 de marzo, ha cambiado de forma notable unos hábitos adquiridos desde que La Prensa salió por primera vez, hace 110 años, por lo que la implantación del teletrabajo ha significado un espaldarazo por la apuesta de los medios informáticos. Lo que parecía de ciencia ficción hoy ya es una realidad: cada redactor de la Casa tiene la posibilidad de elaborar desde su casa, a través de su ordenador y entrando por internet, las informaciones que se publican tanto en soporte papel como en la edición digital. Hoy, en la primera década del siglo XXI, conviven las dos fórmulas presididas por un objetivo común: el rigor, en la llamada era de la democratización de la información, un eufemismo para definir que cualquiera que tenga un terminal informático y acceso a las redes sociales puede divulgar cuanto le plazca. Ahí es donde entra precisamente el valor de la veracidad, de la que emana la posterior capacidad para realizar un análisis certero de lo acontecido. Tanto el soporte tradicional como el digital tienen un mismo destinatario: el lector. En el primero de los casos la cita es a diario; en el segundo, con la inmediatez de las redes sociales nada más contrastar los hechos acontecidos.

Por la mañana se actualizan las previsiones del día anterior y se planifican y priorizan los temas en los que trabajará la Redacción, entre los que, ya por la tarde, se elegirán

Mucho más allá de la espontaneidad del trabajo final se descubren una estructura y unos hábitos de trabajo que imprimen la calidad del resultado que se plasma en un diseño que combina la información en forma de redacción e imagen con la publicidad de los anunciantes, pieza fundamental en el engranaje para que EL DÍA esté a diario en el kioscos o en la cita al minuto en el digital.

Joaquín Catalán Ramos es desde el 8 de febrero del año pasado el director del periódico que se edita en la avenida Buenos Aires, una Casa que no le es ajena, pues ya estuvo durante casi dos décadas desde finales de los ochenta. Desde las ocho y media de la mañana ya está en la Redacción para preparar y organizar la jornada, casi a la par que los compañeros de Administración -macrosección que integra publicidad, distribución y ventas y la administración en sí que dirige Carlos Delgado-, que desde el amanecer ya están en el periódico o en la calle en busca de publicidad, generando campañas de promoción o buscando los mejores recursos para garantizar que EL DÍA sea una realidad.

Sergio Lojendio, redactor de Cultura y Cierre del periódico. Miguel Ángel Ruiz, redactor jefe, y Dalia Guerra. Carlos García -en primer plano- y Julio Ruiz, de Deportes. C.Lauritsen/M.Pisaca

De esta forma, la cabecera es el resultado de un trípode que se apoya en la Redacción, la Administración y la rotativa, servicio este último externalizado desde el 30 de octubre de 2019 y encomendado a Tenerife Print.

La jornada laboral no escrita de cada periodista comienza según el celo personal por realizar el seguimiento a la actualidad y en función del perfil de cada sección; así, es habitual que Pedro Fumero, compañero de Sucesos, sorprenda en el grupo de mensajería que comparte toda la Redacción con un mensaje a las seis o siete de la madrugada advirtiendo de un incendio o un homicidio en cualquier lugar de la geografía insular; o Verónica Pavés, de Sanidad, dando cuenta de los últimos datos de la Covid-19, o Carlos García, de Deportes, alertando de los últimos fichajes del Canarias, o Ramón Pérez, corresponsal de EL DÍA en La Palma, alertando de cualquier incidencia desde la Isla Bonita y, a la vez, Eloísa Reverón advirtiendo del penúltimo titular que ha logrado en una rueda de prensa que lo adelanta con el añadido de unos párrafos para la edición digital cuando no lo sube a la web. Y así, con todos los redactores y miembros de EL DÍA que, ya sean de su sección o de asuntos que se hayan enterado, contribuyen a aportar información. Es lo que tienen las nuevas tecnologías, que no se dan tregua. En primer lugar, estas noticias, una vez contrastadas, son divulgadas en la página web de eldia.es, bajo la coordinación de Haridian del Pino, que cuenta con el arrope y la profesionalidad de un equipo formado por media docena de periodistas que las 24 horas de EL DÍA se encargan de alimentar la web con la actualidad informativa local en un edición digital que no tiene límites y se aprovechan al máximo las posibilidades, donde la imagen -fotografías y vídeos- tienen un especial protagonismo para satisfacer la demanda del lector.

Sin tregua en la red, Joaquín Catalán supervisa la edición digital con los preparativos de la información para el soporte papel.

En las primeras horas del día los redactores permanecen atentos a la repercusión y reacciones a las noticias en las emisoras de radio, así como a la búsqueda de protagonistas para realizar el seguimiento a las noticias o la búsqueda de nuevas informaciones. Cada uno desde su parcela, pero nadie ajeno a la actualidad, a sabiendas de que todos son partícipes de un mismo objetivo: la noticia.

Antes de la llegada a la avenida Buenos Aires de Jorge Dávila, subdirector de EL DÍA, Joaquín Catalán ya tendrá su “temido” folio en el que de forma metódica apunta los asuntos a los que hay que hacer seguimiento, la propia agenda informativa de la jornada o informaciones en las que se esté trabajando. El despacho del director es el punto de encuentro de Redacción y Publicidad, donde se recibe la previsión de anuncios. Es el retrato fiel de la balanza que permite decidir el número de páginas que dedicará en cada edición, y que fluctuará de ocho en ocho en función de las posibilidades de impresión de la rotativa; eso sí, con el margen de reacción suficiente para que un periódico se amplíe en función de la repercusión de la actualidad del día.

Entre las nueve y media y las diez de la mañana se activan los terminales móviles de los miembros de la Redacción; no porque no hayan comenzado sus indagaciones antes, sino porque es la hora en la que los redactores jefe, Miguel Ángel Ruiz, en Tenerife; Daniel Millet, en Canarias/Economía, y Ventura González, en Deportes, solicitan las previsiones, una labor que coordina el subdirector, que también se encarga de la coordinación de la Sección de Cultura, labor que desarrollan Patricia Ginovés, Almudena Cruz, Sergio Lojendio y Raúl Gorroño.

La reunión del mediodía permite actualizar las previsiones que EL DÍA anterior ya se marcaron en unos casos para la previsión fotográfica, aparte de otros temas que el redactor esté trabajando a la espera de que fructifique la búsqueda de datos, o del fragor y el vértigo que se encarga de imprimir la propia actualidad cuando sucede lo inesperado.

Entre las nueve y media y las once y media los redactores-jefes hacen acopio de las previsiones para la edición en papel del día y las comparten en la mesa de redacción en la que participan el director y el subdirector.

Ahí se decidirá la información que se abordará con mayor amplitud y análisis, que se presentará como Tema de EL DÍA, el número de páginas de la edición y las que se asignarán por secciones e, incluso, las posibles fotografías que ilustrarán la portada. Mientras eso ocurre en la Mesa de Redacción, los compañeros de la sección de Administración, Publicidad, Ventas y Distribución están inmersos en la búsqueda de sus objetivos y unos redactores persiguen la información desde la sede del periódico mientras otros asisten a plenos, ruedas de prensa o hacen acopio de datos entre vecinos que denuncian o demandan soluciones para sus barrios o municipios. Eso, aderezado con los comunicados recibidos desde los gabinetes de prensa o las alertas de noticias que se comparten en el grupo de mensajería telefónica y que en un primer momento, tras comprobar su veracidad, se elaboran en forma de noticia para su publicación de forma inmediata en eldia.es. Tras el correspondiente aviso de que se ha subido a la web, siempre atentos a mejorar la noticia, darle un mejor trato en el digital o ampliar y hacer seguimiento de la información, Raquel Pérez Capote, Daniel Hernández, Miguel Ángel Autero, Carmen Santana, Silvia Curbelo, María Plasencia o la propia Haridian del Pino.

A la una de la tarde queda perfilado el planillo de cómo será el periódico que se editará por la madrugada en la rotativa, a falta del arte de los compañeros de Diseño. Al frente, Maripaz Sastre, que se encargará de plasmar sobre un folio la distribución de la publicidad y el número de páginas para cada sección, un trabajo que suele sufrir más variaciones cuando, una vez finalizada esta previsión, el redactor-jefe Daniel Millet reclama más páginas para Canarias/Sociedad porque acaba de llegar una patera. Son los imponderables de la actualidad; lo que antes se podría convertir en un quebradero de cabeza por la dificultad para cuadrarlo en el paginario, hoy lo facilita la informática casi como una partida de Tetrix se tratara. En la mayoría de los casos se trata de ajustar dentro de un número limitado de páginas la actualidad informativa que, cuando desborda la previsión de la mañana, se traduce en la ampliación de la paginación y, por tanto, comenzar de nuevo el reparto.

Sobre las tres de la tarde se impone el frenesí en la Redacción. La responsable de la sección de Diseño, Maripaz Sastre, presenta el paginario con la distribución al director y, con su visto bueno, da traslado al subdirector. A partir de ahí, Jorge Dávila confirma la previsión o comunica los cambios a los redactores-jefes de existir alguna variación y a su vez Ventura González, Miguel Ángel Ruiz y Daniel Millet proceden a realizar el reparto de las páginas en función de la cobertura estimada para las informaciones que por la mañana le “vendieron” los redactores para sus respectivas páginas.

Mientras algunos ultiman o están a la espera de cubrir las noticias de la tarde, como ocurre cuando se celebran plenos o con la actualidad deportiva, que acontece en horario vespertino en el caso de los partidos, arranca la maquetación o diseño de las páginas, una labor capaz de convertir una información densa en una noticia atractiva por su presentación. Es el encanto y el reto que asumen con solvencia y maestría Julio Pestano -versión digital con las mismas artes del admirado y recordado Pestano, de Litografía Romero-, técnica, criterio y gusto que distinguen también a María José Pérez, Felipe Galve y Natacha Rodríguez bajo la coordinación de Maripaz Sastre -sucesores de los linotipistas y cajistas del ayer -, que tienen el reto de “pelearse” con el redactor, que siempre pide más líneas para su información y hacer sitio para que la noticia guarde un equilibrio con la imagen de los compañeros gráficos Carsten W. Lauritsen, María Pisaca, Delia Padrón o Andrés Gutiérrez.

En la mesa de maquetación, resultado de configuración de las estancias informáticas de media decena de compañeros de la sección de Diseño, se va dando forma a cada una de las páginas conforme al diseño que elaboró en octubre del año pasado Jorge Martínez, de Prensa Ibérica, donde se jerarquiza la información que luego elaborará el redactor o que volcará utilizando el texto que preparó para la edición digital, desde un sistema de autoedición en el que se combinan los textos con la selección fotográfica.

Desde las tres hasta las diez u once de la noche, la Redacción presenta la configuración más aproximaba a la imagen que ha exportado el séptimo arte, si bien desde la incidencia de la Covid-19 ha permitido dar el salto a la Redacción virtual, que permite que muchos de los compañeros editen los textos y realicen el seguimiento de sus informaciones desde sus hogares o lugares desde donde cubren la información, algo que no es nuevo especialmente para los corresponsales deportivos que se desplazaban con anterioridad por los diferentes terrenos de juego, alternando cada quince días su viaje a cualquier lugar de la geografía peninsular y, en algún caso y oportunidad, experiencia que atesoran Ventura González, Julio Ruiz, Juanjo Ramos, Carlos García, Daniel Hernández o Jacobo Rodríguez, que contrasta con la labor artesanal de José Barroso, que ha hecho de los móviles su mejor aliado para mantener una red de colaboradores por los campos de juegos del fútbol base.

Junto a la elaboración local, santo y seña del periódico EL DÍA, también se realizan otras páginas que aporta la visión especializada de redactores del grupo Prensa Ibérica, acercando la realidad nacional e internacional, o incluso la interpretación de la política que va más allá de las fronteras insulares y su repercusión económica que desde Canarias realiza Moisés Álvarez Montero; Verónica Pavés “toma el pulso” a la Sanidad o la Ciencia, que se combina con el magisterio de José Domingo Méndez en Educación u otras aristas de Sociedad, mientras Pedro Fumero sigue sin tregua el devenir de los Sucesos y Tribunales.

El frenesí se adueña al inicio de la tarde, cuando los compañeros de Diseño hacen el paginario y se inicia la elaboración de las diferentes páginas

Desde EL DÍA, el lector de cada pueblo, barrio o municipio se ha familiarizado con las firmas de Dalia Guerra, que cubre la información insular y del Cabildo; o Eloísa Reverón y Pedro Pablo Peña, dando cuenta de cuanto acontece en Santa Cruz, tanto la visión política y el lado más cercano a la calle; La Laguna, con Domingo Ramos, también con especial aportación de la realidad en los municipios de Tegueste y El Rosario, o Raúl Sánchez Quiles, desde la comarca Norte, visión que amplía desde la zona Sur de la Isla Juan Antonio Medina. Y desde la Isla Bonita, el corresponsal Ramón Pérez, sin perder el pulso a La Gomera o El Hierro.

La pertenencia a Prensa Ibérica facilita a EL DÍA dar cuenta de cuanto acontece en Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa, con la aportación de la información de los compañeros de la Redacción de La Provincia-Diario de Las Palmas, lo que permite la mejor y más exhaustiva oferta informativa de Canarias.

La función fundamental de la Publicidad y la Distribución garantiza que el papel sea una realidad cada día en el kiosco; labor informativa que se vive a tiempo real en ‘eldia.es’

El tiempo pasa. Se aproxima la hora del Cierre del periódico, donde Sergio Lojendio y José Manuel Pérez son los encargados de poner el sello de calidad velando por un óptimo resultado final, desde la corrección de los textos a la mejora y actualización de las informaciones mientras en el grupo de mensajería móvil de EL DÍA se suceden las alertas de los compañeros, los mismos que comenzaron su jornada a primera hora de la mañana, advirtiendo de nuevas incidencias.

También Diseño supervisa los anuncios, para que todo se acompase conforme a la distribución de la paginación que se realizó antes de las tres de la tarde, y comulguen Redacción y Publicidad en la misma publicación.

De forma minuciosa, con el cariño que caracteriza el tratamiento a la sección de talleres y documentación, Juan Ramón Marrero revisa las imágenes a la vez que comparte las tareas de composición de anuncios y esquelas con Filiberto Pérez y Sisi Cossío, estos dos últimos ejemplos del salto del plomo a la luz; en particular ambos fueron testigos de la elaboración de los textos en galeradas de papel a la autoedición. De casta le viene al galgo, en el caso de Sisi Cossío, heredera del arte de su padre, el recordado y admirado linotipista Roberto Cossío.

La recta final de cada ejemplar coincide con la elaboración de la primera página, un proceso meticuloso que arranca a las cinco de la tarde, con la elección de los temas que se incluirán en la portada en la reunión que convoca el director, Joaquín Catalán, en la que participan el subdirector, Jorge Dávila; los redactores-jefes, Ventura González, Miguel Ángel Ruiz y Daniel Millet, y la responsable de la edición digital de eldia.es, Haridian del Pino. Se jerarquizan ahí los temas y se selecciona la fotografía que ilustrará la Primera. Con los temas ya seleccionados, Joaquín Catalán encarga a Maripaz Sastre la elaboración de la Portada, para su posterior edición, labor que alternan los responsables de la sección con el pase de páginas que se sucederá hasta la medianoche, cuando la jornada laboral llega a su fin.

El director y el gerente de EL DÍA, Joaquín Catalán y Carlos Delgado, respectivamente, comparten criterios para poner en marcha la labor informativa, publicitaria y de distribución y campañas de promoción. Abajo, Carmen Sánchez, responsable de Administración, junto a compañeras de la sección. C. Lauritsen/M. Pisaca

EL DÍA también ha adaptado un sistema digital para facilitar los estados de elaboración de las páginas. Así, los responsables del Cierre podrán supervisar a través de un lenguaje de colores los estados de las noticias hasta que están acabados y listos para enviar a Tenerife Print, donde se imprime el periódico desde octubre del pasado año.

David Tomé, director comercial, programa con el equipo la jornada. Derecha, Máximo Izquierdo y David Pineda supervisan que todo esté a punto en las “tripas” de la maquinaria. C.Lauritsen/M. Pisaca

En más de una oportunidad se escucha en la Redacción la advertencia, a voz en grito, de “retiren la página”, algo similar al “paren máquinas” que se dictaba cuando una información de gran relevancia obligaba a retrasar la edición. Con los medios digitales, el periódico cierra a la medianoche pero sigue su actividad, que no se da tregua, las 24 horas del día, pues cuanto acontezca en la madrugada tiene fiel reflejo en la web digital, que no es ajena al vértigo con dar cuanto antes la mejor información. De ahí que se lea en más de una oportunidad en el grupo de mensajería móvil: “¡Súbanlo ya!”. Hoy la redacción huele menos a tinta y se ha contagiado de la velocidad de la red.