La Gomera celebra este mes su octavo aniversario como Reserva de la Biosfera, ya que el 11 de julio de 2012 recibió este reconocimiento por parte del Consejo Internacional de Coordinación del Programa Hombre y la Biosfera, lo que supuso un compromiso añadido por la conservación y protección de la biodiversidad del territorio insular y el mar que lo rodea.

Desde aquella fecha, se comenzaron a diseñar las líneas para afianzar las estrategias de sostenibilidad y dinamización que aporta este reconocimiento a la isla. En palabras del presidente insular, Casimiro Curbelo, la decisión de la Unesco "supuso un aliciente más para abordar el futuro y poner en valor lo que se había hecho hasta entonces. En aquel momento se creó el Consejo Rector y también el Comité Científico, órganos de coordinación y gestión".

Entre los objetivos que por entonces se pusieron encima de la mesa estuvo la definición del Plan Estratégico de la Reserva, a partir del cual, hoy se ejecutan numerosos proyectos en el ámbito insular vinculados con la mejora de la vida de sus habitantes, el fortalecimiento y diversificación del tejido empresarial, la mejora de la calidad ambiental y paisajística, la conservación y uso del patrimonio natural, la recuperación del sector primario, la sostenibilidad turística y la dinamización de la reserva.

Curbelo adelanta que, pese al parón provocado por la pandemia del coronavirus, se trabaja en un proyecto "de vital interés" como es "la creación del manual de buenas prácticas de la reserva".