Viajes entre islas, bares y cafeterías con clientes en las barras y un retorno parcial o total al trabajo presencial suponen algunos de los avances de la fase 3 de la desescalada establecida por el Gobierno central y en la que prevén entrar el próximo lunes La Gomera, El Hierro y La Graciosa, tal y como ha solicitado oficialmente el Ejecutivo regional. Esta etapa desatará más aún los lazos establecidos durante el estado de alarma para controlar al coronavirus, aumentando las cotas de libertad ciudadana. Aunque los cambios no serán tan llamativos como en las anteriores fases del desconfinamiento, sí se darán nuevos avances hacia la denominada por el Estado nueva normalidad, que en julio ya debería quedar instaurada en todos los rincones de Canarias.

Para el portavoz del comité científico que asesora al Ejecutivo regional frente a la crisis sanitaria del Covid-19, Lluís Serra Majem, la posibilidad de moverse por toda la comunidad autónoma resultará el cambio más esencial. Un avance que, no obstante, tendrá que ir acompañado de un aumento en las conexiones aéreas y marítimas. De hecho, la compañía Binter ya anunció que esta semana incrementará de 32 a 42 los vuelos diarios entre las islas, con la previsión de llegar hasta 60 en junio. Además, la Consejería de Transportes del Gobierno de Canarias, que dirige Sebastián Franquis, propuso que el Ejecutivo se dirija al Ministerio de Sanidad para que se elimine a partir del lunes -cuando las tres islas entrarían ya en la fase 3- las restricciones del 50% de ocupación que tienen ahora mismo los aviones que conectan al Archipiélago.

No solo la movilidad mejora, pues también lo hará el disfrute del ocio que tanto se ha echado de menos y que se ha ido recuperando progresivamente, a la par que lo ha hecho la actividad económica del sector servicios. Los bares, restaurantes y cafeterías, que comenzaron a abrir tímidamente sus terrazas en la fase 1, a las que sumaron las mesas del interior del local en la fase 2, en ambos casos con un aforo limitado, verán incrementada ahora su clientela con la incorporación de la barra, donde se podrá disfrutar de un café o de una caña siempre que se guarde una distancia de al menos metro y medio entre los distintos usuarios. Además, los locales de ocio nocturno y las discotecas también volverán a abrir sus puertas, eso sí, sólo con un tercio del aforo permitido.

Además, se permitirá aglutinar a más gente en eventos que se celebren al aire libre. Hasta 800 personas podrán disfrutar de actos y espectáculos culturales, parques temáticos y de ocio siempre y cuando sea sentado y manteniendo la distancia necesaria.

Distancia playera

En cuanto a las playas, que ya pueden disfrutarse aunque con límite de aforo, a través de una cita previa o en un determinado un horario, según la isla o el municipio, estas no volverán a asemejarse a lo que fueron antes del 14 de marzo, con el inicio del estado de alarma y de la anormalidad de todo un país. Las imágenes estivales de playas abarrotadas quedarán para el olvido, incluso en la nueva normalidad. Se podrá disfrutar de la arena y del océano con una considerable mejora de la experiencia pues se acabaron las masificaciones ya que la separación física seguirá siendo obligatoria, así como las medidas de higiene a la hora de desinfectar las hamacas, las sombrillas, las pasarelas de madera y las duchas.

La idea es que esta distancia social permanezca no sólo en las playas, según explica Serra Majem, sino también en la mayor parte de los hábitos cotidianos pues hasta que la vacuna se invente, la ausencia de contacto sigue siendo la mejor prevención. "Durante el verano hacemos vida al aire libre y en exteriores el contagio es más difícil, por lo que serán las reuniones sociales en interior, especialmente cuando éstas sean multitudinarias en casas pequeñas, las que se convertirán en posibles fuentes de pequeños brotes", explica el catedrático, que añade que

Además de seguir renunciando a los abrazos, muchos deberán vencer también su pereza a regresar a su oficina o su despacho. "Aunque se va a seguir fomentando el teletrabajo, será en esta fase en la que se incorporen protocolos de seguridad para volver a retomar el trabajo presencial y será el momento también en que tanto las empresas como las administraciones tengan que estudiar cómo se adaptan a ambas prácticas", explica el catedrático. Lo que ya se sabe que no ocurrirá en la fase 3, a pesar de que estaba previsto en un inicio, será la apertura de los colegios, pues sólo el País Vasco y Galicia parecen optar por esa posibilidad mientras que el resto de comunidades autónomas, Canarias incluida, seguirán el curso con las clases online.

De todas formas, Serra Majem recuerda que habrá que estar pendiente de los cambios que el Ministerio de Sanidad, dirigido por Salvador Illa, pueda adoptar y que serán publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a lo largo del fin de semana. "Estamos dando un paso más hacia la normalidad, pero hasta que no se apruebe en el BOE no sabemos qué incluirá la fase porque siempre hay pequeños ajustes que se van haciendo durante la propia semana porque no tiene mucho sentido a veces aplicar medidas que se han tomado con mucha anterioridad", explica el científico.