La Gomera necesita recuperar con urgencia la actividad turística. Esta es la primera conclusión a la que se llega tras el primer día de la fase 1 de la desescalada. Tomando por termómetro la actividad registrada en su capital, San Sebastián de La Gomera, la jornada se caracterizó por una apertura comercial mediocre y con un nivel de ventas que genera incertidumbre, frente al casi cero que registró la restauración, segmento en el que solo los bares con terraza respondieron a las expectativas, a medias.

A primera hora, el presidente del Cabildo gomero, Casimiro Curbelo, llamaba a la ciudadanía a la "responsabilidad social para conservar los avances logrados". Tanto en las vías públicas como en los establecimientos abiertos el denominador común fue el respeto a las normas de seguridad vigentes desde el 14 de marzo, tanto en la distancia social como en el uso de mascarillas y guantes, así como en la disponibilidad de medidas en las terrazas y los locales.

La Gomera era ayer un objeto de deseo periodístico singular, junto a El Hierro y La Graciosa. Antes de pisar suelo colombino se puede entender por qué tiene el privilegio de saltar la fase de iniciación en esta desescalada: obligatoria desinfección del calzado, toma de la temperatura, fumigado de todos los vehículos transportados (coches, camiones, furgones...) y control absoluto de todo el que entra en la Isla.

A media mañana, todavía los primeros locales de San Sebastián están cerrados y hasta la marina parece dormida, con algunos reparando algún motor. Hasta llegar a la avenida de Los Descubridores, las plazas de Las Américas y de La Constitución y la calle Real. Manuel y dos veteranos más charlan de estos días para concluir que "de esta ya salimos, de momento". Nos informan no solo de que, pese a todo, "aquí muchos se han pasado las normas por alto", sino de que "la iglesia la abren a las seis de la tarde". Nuestro gozo en un pozo. Uno de los privilegios de esta fase 1 que no podremos comprobar, por aquello de la hora del viaje de retorno a Tenerife en el Volcán de Taburiente.

Terraza al 50%. Pero el movimiento ciudadano ya se percibe en este entorno. Daniel Mosquera regenta el bar dulcería Óscar. Sus cuatro mesas (el 50% de la capacidad) descansan de "unas primeras horas de mucho trajín", pero es insuficiente. Cada cliente que se sienta encuentra la mesa y las sillas desinfectadas, a la distancia prudencial de los otros comensales y atendidos por una camarera y Daniel ataviados con guantes y mascarilla. No se lamenta, pero "tendremos que trabajar el máximo de horas. Quiero recuperar a las dos empleadas que aún tengo en el ERTE".

Restaurantes. En el recorrido, las puertas de los restaurantes permanecen cerradas a cal y canto. Solo algunos bares la dejan entreabierta mientras el interior aparece ocupado de mesas y sillas amontonadas y hay quienes se afanan en limpiar la capa de polvo de los días de confinamiento. "Mira a tu alrededor, hasta cuatro restaurantes cerrados. Sin turismo, aquí no hay futuro", resumía Manolo, del Bistro Ágape. La actividad económica de La Gomera pasa "por el urgente retorno del turista", porque las principales calles de la capital gomera reflejan actualmente "el poder adquisitivo del gomero, solo del gomero". El vecino es casi el único transeúnte de unas vías muy pobladas de turistas hasta finales de enero. Entre el empresariado local hay coincidencia en que el paso de los días "nos devolverá a la realidad. Esto no tiene nada que ver con la crisis de 2008".

Al tiempo, la calle Real se va poblando casi inesperadamente, pero coincide con la hora de salida a la calle de los menores. Una presencia seguida de cerca por efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Local y de la Policía Canaria, que ayer desplazó varias patrullas a las islas de La Gomera y El Hierro, por primera vez desde que fuera decretado el confinamiento.

Comercio. Los empresarios ponen en valor que la Isla reúne las condiciones para la apertura comercial, si bien muchos lo hicieron con incertidumbre, "porque tenemos que pagar una hipoteca y comer, pero con la sensación de que lo trabajado hasta ahora no sirvió de nada. Es volver a empezar y que la gente me reconozca", resumía Braulia, de la boutique Trueque Té.

Peluquería. Apostar por lo nuestro es la campaña que desde ayer desarrolla el Cabildo de La Gomera para fomentar el consumo del producto local. Está en la línea de lo que reclaman los comerciantes de la Isla, quienes "centramos nuestra esperanza en que el vecino de aquí apueste por nosotros". Un problema que no tiene Rosy en su peluquería, donde "atendemos a una persona cada una de nosotras y con todas las garantías". Limpian y desinfectan utensilios, espacio y lugar. "Hoy y durante varios días tenemos la agenda llena".

Hoteles, playas y Mercado. El restablecimiento de la vida social en esta fase 1 del Plan Nacional de Desescalada encontró ayer las puertas cerradas en los establecimientos hoteleros de la capital gomera "porque sin turismo, no es rentable abrir"; las playas, casi vacías y el Mercado Municipal como centro del bullicio. Javier, de la frutería, cuenta que "hoy es el mejor día. Aunque hemos abierto normalmente, hoy hay mucha más gente y se ve que hay ganas de salir".

Tecina Golf. Y la Isla vuelve a adelantarse. Si ya el 31 de enero se convirtió en el primer lugar del país con un caso de Covid-19, ayer marcó la diferencia siendo el primer sitio español en recuperar la práctica deportiva del golf. Fue en el campo Tecina Golf, anexo al Hotel Jardín Tecina, donde el profesional Cristian Siverio inició, a las 8:20 horas, un recorrido bajo las exigencias del protocolo que dictan para este deporte.

Desde la Presidencia insular, Casimiro Curbelo habló ayer de la recuperación de la economía y aseguró que la prioridad es atender a los más vulnerables ante esta crisis y dar cobertura a la caída de la actividad en los sectores productivos. "Estamos en plena fase final de diseño de un plan de choque al que se unirán otras medidas a las ya anunciadas para autónomos, micro pymes y pymes, que se dotarán con más de tres millones de euros".

En línea con la reclamación a voces del empresariado a pie de comercio, confió en la reactivación del sector turístico indicando que en Canarias pasa por materializar la propuesta de la consejera de Turismo autonómica, Yaiza Castilla, de convertir las Islas en un laboratorio de seguridad, no solo para este sector, sino también en la industria y el comercio. "Necesitamos un plan especial de recuperación que pasa por esta idea", comentó. "Sin turismo, esto se va al garete", sentenció Manolo, el empresario.