El pasado sábado fue el Día del Árbol, fecha que se consolida como una jornada comunitaria para la reforestación. Familias y amigos se reúnen en torno a un día que llama a la reflexión y se celebra en La Gomera dentro del marco del proyecto socioforestal Plántate'. "Plantar un árbol es plantar conciencia", señala el agente de la Unidad de Medio Ambiente, Pablo Navarro, que forma parte de la iniciativa. Asegura que en estos dos años se ha consolidado porque va más allá del gesto de plantar.

Por su parte, el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, hizo un llamamiento respecto al cambio climático "al entendimiento entre países para alcanzar un compromiso en el que se incluyan medidas reales de reducción de emisiones de dióxido de carbono". En este sentido, añade que "la situación es alarmante y en estos momentos se necesita de una reflexión profunda y urgente".

Respecto a La Gomera, Curbelo recuerda que hace una semana se presentó la Estrategia Verde. Un conjunto de medidas destinadas a la incorporación de energías renovables, la sostenibilidad y la gestión de los residuos. Todas con un claro vínculo de responsabilidad y concienciación social, ya que, a su juicio, "es una tarea de todos dar los pasos adecuados para abordar la autosuficiencia energética o la movilidad sostenible como objetivos alcanzables a corto plazo".

A la incorporación del vehículo eléctrico y los incentivos a la implantación de energía fotovoltaica en hogares y empresas, se unen medidas de apoyo para la conservación de los valores naturales de la isla como son sus bosques, especialmente, la superficie del Parque Nacional de Garajonay.

En este marco de acciones la isla cuenta, desde hace dos años, con el proyecto socioforestal Plántate. Una iniciativa que ha dado sus frutos y, según el consejero de Medio Ambiente, Héctor Cabrera, "supone todo un aliciente poder ver a colectivos, escolares y entidades involucradas en la recuperación del bosque termófilo participando en jornadas de reforestación o sesiones formativas."

Cabrera explica que la Institución ha priorizado la concienciación ciudadana como elemento integrador del proyecto, ya que es garante de éxito que, desde los más jóvenes hasta los colectivos de mayores, conozcan la realidad y cómo mitigarla. "Abordamos la recuperación de áreas degradadas y en la que la pérdida de suelo se acentúa debido a la ausencia de vegetación", matiza.

La recuperación de esta masa boscosa exige tareas de repoblación de una veintena de especies como hayas, sabinas, almácigos, acebuches o laureles. En lo que va de año, cerca del 70% de ejemplares fueron destinados a programas de recuperación a través de Tragsa y Gesplan, el 18% a particulares y el resto a ayuntamientos.