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Libertad de expresión en EEUU

Kimmel vuelve emocionado y determinado: "No se puede permitir que el Gobierno controle lo que decimos y no decimos en televisión"

Trump amenazó a la cadena ABC antes de la emisión por devolver el programa al cómico, que se ha disculpado por sus comentarios tras el asesinato del ultraconservador Charlie Kirk

Jimmy Kimmel regresa al aire agradeciendo el apoyo tras la suspensión del programa

Jimmy Kimmel regresa al aire agradeciendo el apoyo tras la suspensión del programa

Idoya Noain

Idoya Noain

Nueva York

Lágrimas, emoción, disculpas, humor, una determinada reivindicación de la libertad de expresión y la denuncia del "autoritarismo" creciente en Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump. Todo eso y más ha dejado este martes en su retorno a las pantallas Jimmy Kimmel, el cómico estadounidense cuyo programa había sido suspendido "indefinidamente" la semana pasada por los ejecutivos de Disney tras presiones del Gobierno de Trump después de los comentarios del presentador sobre el asesinato del ultraconservador Charlie Kirk.

El huracán de protestas provocado por esa suspensión llevó a Disney a echar marcha atrás el lunes y Kimmel ha regresado con todos los ojos puestos en él. Y ha aprovechado para reivindicar la libertad de expresión, de la que la polémica le ha convertido ahora en referente e icono. "Lo importante no es este programa", ha dicho en un momento de su monólogo inicial. "Lo importante es que vivimos en un país que nos permite tener un programa como este".

Disculpa

Kimmel ha rozado las lágrimas o ha llorado, especialmente cuando se ha disculpado por los comentarios que originaron la polémica, en los que señaló a las supuestas motivaciones del asesino y a la politización del asesinato por parte de los conservadores. "Nunca fue mi intención reírme del asesinato de un hombre joven", ha defendido Kimmel, que también se ha emocionado extremadamente al recordar el perdón al asesino que este domingo expresó en el funeral la viuda de Kirk.

Kimmel se ha confesado en un momento "sobrepasado" por lo que ha sucedido, pero con millones de personas pendientes de él, ha trenzado un monólogo donde, tanto con humor como con agudeza, ha metido el dedo en la llaga del complicado momento que enfrenta EEUU. Y esa complejidad y dificultad han quedado subrayadas en algo más que sus palabras.

Su programa no se ha podido ver en cerca del 25% del país, donde dos compañías que emiten las afiliadas locales de ABC, incluyendo una propiedad de un declarado seguidor de Trump, han decidido no retransmitirlo.

Además, casi una hora antes de que se produjera la emisión, Trump se ha lanzado de nuevo al ataque contra la cadena ABC por devolver a Kimmel a antena con un mensaje en Truth Social. Y no lo ha hecho solo insultando al cómico, sino de nuevo volviendo a las amenazas de presión. Concretamente, lo ha hecho con una referencia a los 16 millones de dólares que ABC acordó pagarle para resolver una demanda que el presidente había puesto contra uno de sus presentadores.

Mafiosos

Nada de eso ha afectado a Kimmel, que se ha dedicado durante casi 20 minutos, y luego en un gag de otros 10 donde ha colaborado Robert de Niro, a exponer la importancia de lo sucedido y a sacarle punta.

El cómico ha querido dar gracias no solo a colegas y fans que le han apoyado, sino también a personas en sus antípodas ideológicamente que habían criticado la suspensión de su programa y las presiones que la provocaron, "gente que no apoya mi programa ni lo que yo creo pero apoya mi derecho a compartir esas creencias en cualquier caso".

Entre ellos ha destacado al senador Ted Cruz, que denunció como "mafiosos" los métodos del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Brendan Carr, que llegó a presionar a Disney y ABC diciendo en un pódcast: "Podemos hacer esto por las buenas o por las malas".

Cruz advirtió que la intromisión del Gobierno en decidir qué se puede decir o no en los medios puede acabar mal para los conservadores y comparó las acciones de Carr con las de un personaje de 'Uno de los nuestros' (algo que ha dado más capas de sentido aún a la participación de De Niro, protagonista de la película de Martin Scorsese, en un gag en el programa de Kimmel interpretando a Carr) . 

"Aunque no estoy de acuerdo con mucha de esa gente en muchos de esos temas, e incluso algunas de las cosas que dicen me dan ganas de vomitar, hace falta coraje para hablar en contra de esta Administración. Lo han hecho y merecen crédito", ha dicho Kimmel sobre los republicanos y conservadores que tras la suspensión de su programa han advertido contra la censura y la cancelación.

Antiestadounidense

Kimmel ha asegurado también que las acciones del Gobierno y las presiones "no son legales, son antiestadounidenses" y ha aprovechado su monólogo para recuperar palabras en defensa de la libertad de expresión y la sátira política y contra la censura que Carr pronunció cuando Joe Biden era presidente. "No se puede permitir que el Gobierno controle lo que decimos y no decimos en televisión", ha subrayado.

Ha recuperado también, con vídeo, palabras que Trump pronunció en 2022"Si no tenemos libertad de expresión no tenemos un país libre. Es así de simple. Si se permite que muera ese derecho fundamental, el resto de derechos y libertades caerán como piezas de dominó, una a una", dijo entonces el ahora presidente.

"Ha hecho todo lo que ha podido para intentar cancelarme, en cambio ha forzado a millones de personas a ver el programa", ha subrayado Kimmel sobre Trump antes de bromear diciendo que "quizá tenga que publicar los archivos de Jeffrey Epstein para distraernos de esto".

El humor que ha plagado su retorno no oculta la seriedad de todo lo que ha sucedido en esta última semana con él y con las libertades desde que Trump volvió a la Casa Blanca. Y Kimmel se ha encargado de recordar que también se está persiguiendo a los periodistas y la libertad de prensa. 

Específicamente, ha señalado a una nueva política anunciada por Pete Hegseth, secretario de Defensa, según la cual los periodistas con acreditación del Pentágono deben firmar un compromiso de no publicar información sin autorización explícita aunque no sea información clasificada.

"Quieren decidir y elegir qué es noticia", ha denunciado. "Sé que no es tan interesante como acallar a un cómico", ha dicho Kimmel con un toque de ironía, "pero es importante tener una prensa libre y es una locura que no estemos prestando más atención".

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