Catástrofe meteorológica

Texas busca supervivientes mientras crece el número de muertos por las inundaciones

Al menos 70 personas, 21 de ellas menores de edad, han muerto tras las lluvias torrenciales de este viernes

Se elevan a 52 las víctimas mortales de las inundaciones en Texas, entre ellas 15 niños

Se elevan a 52 las víctimas mortales de las inundaciones en Texas, entre ellas 15 niños

María Mondéjar Segovia

Barcelona

Escombros de campamentos arrasados, ramas de árboles desgajadas y carreteras inundadas forman parte del paisaje del centro-sur de Texas por el que centenares de efectivos de emergencias de agencias locales y estatales buscan contra reloj a posibles supervivientes. Hasta el momento, las graves inundaciones que sucedieron a las lluvias torrenciales de la madrugada de este viernes han causado la muerte de 70 personas, 59 de ellas en el condado de Kerr, la región más afectada por el desbordamiento del río Guadalupe. 

El sheriff del condado, Larry Leitha Jr., ha confirmado que ser han recuperado los cuerpos de 38 adultos y 21 niños. En otras partes de Texas, las autoridades informaron de cuatro muertes en el condado de Travis, tres en el condado de Burnet, dos en el condado de Kendall, una en el condado de Tom Green y una en el condado de Williamson. 

Mientras se suceden nuevas alertas de inundaciones repentinas, los trabajos de rescate se complican y el pronóstico de las personas desaparecidas en las graves inundaciones que sucedieron a las lluvias torrenciales de la madrugada de este viernes se vuelve menos optimista. 

Las autoridades estatales aún no han ofrecido una cifra precisa de personas desaparecidas ni han revelado sus identidades, salvo en el caso de las niñas del campamento de verano Mystic, , situado a orillas del Guadalupe cerca de la localidad de Hunt, donde 11 menores continúan en paradero desconocido. Entre las víctimas mortales, los investigadores han identificado a cuatro niñas de entre 8 y 9 años que asistían a ese mismo campamento.

El gestor de la ciudad de Kerrville, Dalton Rice, explicó que se trata de las peores inundaciones en la zona desde 1987. Rice informó de que se han rescatado a "cientos" de personas que estaban en campamentos en la zona, unas 800 en total, y que están siendo atendidas en refugios locales.

Respuesta nacional

El Servicio Meteorológico Nacional explicó que en un periodo de apenas 12 horas el viernes se acumularon más de 30 centímetros de precipitaciones, lo que elevó el caudal del Guadalupe, cerca de Hunt, a su segundo nivel más alto registrado, con 9,9 metros de altura.

En vista de la tragedia, el presidente estadounidense Donald Trump anunció el domingo la firma de una declaración de desastre mayor para el condado de Kerr, Texas, lo que supone que los daños son tan graves que "superan la capacidad combinada de respuesta de los gobiernos estatales y locales", según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).

"Estas familias están sufriendo una tragedia inimaginable, con muchas vidas perdidas y muchos aún desaparecidos", declaró Trump en una publicación en su plataforma Truth Social.

Intercambio de acusaciones

La falta de predicción da la magnitud de las precipitaciones ha puesto en el foco al Servicio Nacional de Meteorología. Las autoridades de Texas parecieron culpar a esta agencia por haber emitido el miércoles pronósticos que subestimaron la cantidad de lluvia esperada.

En la misma línea, Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, aseguró en declaraciones a la prensa que el Gobierno quiere "actualizar las tecnologías" del servicios meteorológico y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). "Necesitamos renovar este sistema obsoleto", añadió.

Sin embargo, antiguos funcionarios de la agencia defendieron que las previsiones eran tan precisas como podían ser, dada la magnitud de las precipitaciones y la rápida intensificación de la tormenta, además de la escasez de personal. Ya en abril, un documento interno de NOAA advertía que los recortes realizados por Trump y el llamado “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE) podrían provocar una situación de “operaciones degradadas” y el cierre progresivo de servicios esenciales, en un momento de fenómenos meteorológicos extremos.

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