Potencia en educación

Estonia, primer país del mundo que integrará la inteligencia artificial en los colegios

El pequeño país báltico permitirá que 58.000 alumnos de 16 y 17 años tengan acceso gratuito a OpenAI y Anthropic para aprender a usar la IA como herramienta educativa

Los grandes modelos de lenguaje, como GPT, tienen potencial para ver signos de depresión

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Carles Planas Bou

Carles Planas Bou

Barcelona

Mientras que en España y en Catalunya se opta por extender la prohibición de los teléfonos móviles en las aulas, Estonia apunta en la dirección contraria y se convertirá pronto en el primer país del mundo que integra la inteligencia artificial en la educación.

A partir del próximo curso escolar, que arrancará en septiembre, al menos 20.000 alumnos de secundaria de Estonia de 16 y 17 años tendrán acceso gratuito a las plataformas de OpenAI (fabricante de ChatGPT) y Anthropic, dos prominentes compañías de IA financiadas por los gigantes tecnológicos Microsoft y Amazon. Además, 3.000 profesores recibirán formación sobre tecnología y ética para que sepan cómo promover el uso "sabio" de una herramienta llamada a marcar el futuro.

Todo esto forma parte de AI Leap, una iniciativa nacional que tiene como misión "hacer la educación más personal, el proceso de aprendizaje más inteligente y el pueblo estonio lo más inteligente posible en el uso de la IA". El plan, presentado por el Gobierno el pasado febrero, cuenta con financiación público-privada y con el asesoramiento de empresarios digitales como Jaan Tallinn y Taavet Hinrikus, desarrolladores de Skype.

A partir de 2026, el programa se ampliará a las escuelas de formación profesional del país y a otros alumnos de 17 años, añadiendo así otros 38.000 estudiantes y 2.000 profesores. En total, se prevé que 58.000 de ellos se vean beneficiados por este proceso de alfabetización digital.

Potencia en educación

Esta iniciativa se inspira en Tiger Leap, uno programa de los años 90 que implantó ordenadores en las escuelas estonias y normalizó el acceso a Internet cómo nueva frontera en el aprendizaje.

A lo largo de la última década, este pequeño país báltico de 1,4 millones de habitantes se ha convertido en una potencia europea en educación. Los estudiantes de Estonia ocupan el primer lugar en el programa de evaluación internacional de estudiantes (Pisa) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en matemáticas, ciencias y pensamiento creativo —cruciales para el desarrollo de nuevas tecnologías—, y el segundo en lectura.

Parte del éxito estonio se debe a un enfoque en el que, a diferencia de otros países europeos, se apuesta por la digitalización de las aulas. Los profesores de esta exrepública de la Unión Soviética, por ejemplo, usan smartphones y otros dispositivos en las aulas como herramienta con la que sus alumnos pueden aprender más.

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