Nuevo pontificado

El papa León XIV pide regresar al multilateralismo y recuerda que él también desciende de "inmigrantes"

El nuevo Papa dice que la Iglesia católica, una institución que posee una vastísima red diplomática, no dejará de hacer "oír su propia voz", en un discurso en el que también ha defendido a los migrantes, una postura en colisión con la del actual presidente de su país, Donald Trump

En una alocución muy moderada, a ratos incluso conservadora en temas de moral, el Papa también ha reafirmado que la familia es una entidad "fundada en la unión estable entre el hombre y la mujer"

Papa León XIV

Papa León XIV / VATICAN MEDIA / Zuma Press / ContactoPhoto

Irene Savio

Irene Savio

Ciudad del Vaticano

León XIV ha mostrado este viernes su preocupación por la crisis del multilateralismo en su tradicional discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. Frente a los embajadores de los más de 180 países con los que el Vaticano mantiene relaciones, en una alocución muy moderada --a ratos, incluso consevadora--, el nuevo Papa ha pedido, eso sí, "revitalizar la diplomacia multilateral y esas instituciones internacionales que han sido queridas y pensadas en primer lugar para poner remedio a los conflictos".

Con esta idea como uno de los ejes centrales de su discurso, León XIV ha calificado el momento actual como "un cambio de época". Por ello también, ha añadido, la Iglesia católica, una institución que tiene una vastísima red diplomática y fieles en casi todos los países del mundo, no dejará de hacer "oír su propia voz" ante los "numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas".

En colisión con Trump

"Es necesario remediar las desigualdades globales, que trazan surcos profundos de opulencia" entre los "continentes, los países e incluso, dentro de las mismas sociedades". Esa es, ha opinado, una "tarea de quien tiene responsabilidad de Gobierno", ha dicho León XIV que, a reglón seguido, también ha hecho un claro alegato de defensa de los migrantes, reiterando así una postura que lo coloca en colisión directa con la administración del actual presidente de su país, Donald Trump, y también con la de muchos países europeos en los que se aplican políticas antiinmigración.

"Nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona [...] desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo a los desocupados, sean estos ciudadanos o inmigrantes", ha dicho al respecto, hablando desde el aula de la sala Clementina del Palacio Apostólico y poniendo asimismo énfasis en que él mismo es un "descendiente de inmigrantes" y también un "emigrado".

"Todos nosotros, a lo largo de nuestra vida, podemos encontrarnos sanos o enfermos, empleados o desempleados, viviendo en nuestra tierra natal o en un país extranjero, pero nuestra dignidad siempre permanece inalterable. Es la dignidad de una criatura querida y amada por Dios”, ha continuado el Papa, nacido en Chicago, pero también de nacionalidad peruana, y que, antes de convertirse en Papa, también criticó indirectamente al vicepresidente estadounidense JD Vance, quien había afirmado —incorrectamente, según Prevost— que la teología católica llama a las personas a cuidar primero de los suyos antes de ayudar a los demás.

Familia tradicional

Eso sí, el papa León también ha aprovechado su discurso para reafirmar las enseñanzas tradicionalistas de la Iglesia en material de matrimonio. La familia, ha afirmado, está "fundada en la unión estable entre el hombre y la mujer", y esa es la "verdadera sociedad y (la) más antigua que cualquiera otra". Con ello, el pontífice también ha defendido el respeto de la libertad religiosa "en cada país".

La razón es que "la experiencia religiosa es una dimensión fundamental de la persona humana, sin la cual es difícil —si no imposible— realizar esa purificación del corazón necesaria para construir relaciones de paz", ha argumentado, en un discurso en el que también ha argumentado que tiene pensado continuar con la tradición de sus predecesores de viajar por el mundo y en el que ha insistido en que las posturas de la Iglesia católica ante los actuales desafíos geopolíticos se articulan en tres palabras: paz, justicia y verdad.

Paz

En particular la paz, según León XIV, "se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones, y midiendo el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no solo con las armas". De igual manera, la Iglesia, ha afirmado, "nunca puede eximirse de decir la verdad sobre el hombre y sobre el mundo, recurriendo a lo que sea necesario, incluso a un lenguaje franco, que inicialmente puede suscitar alguna incomprensión".

Con ello, el Papa también ha mencionado algunos de los retos más acuciantes para la humanidad, especialmente las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, así como el desafío de la inteligencia artificial; una cuestión, esta, sobre la que ya se ha pronunciado en diversas veces en su primera semana como 267º jefe de la Iglesia católica.

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