Trump quiere desmantelar el Departamento de Educación para dar las competencias a los estados

Tras abordar profundos cambios en inmigración, política arancelaria, adelgazamiento de la Administración pública, entre otros sectores puntales, Donald Trump ha puesto el foco ahora en el sistema educativo. El presidente estadounidense tiene previsto firmar una orden ejecutiva para desmantelar por completo el Departamento de Educación --"es una gran estafa", ha reiterado-- con el objetivo de descentralizar la gestión y devolver las competencias a los estados. Según algunos medios estadounidenses, estaba previsto que Trump firmase este jueves la orden ejecutiva, pero la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, lo ha desmentido en un mensaje en la red social X: "¡Más 'fake news'! El presidente Trump NO va a firmar una orden ejecutiva sobre el Departamento de Educación hoy".

Según un borrador de la orden reproducido por 'The Wall Street Journal', el presidente tiene intención de instar a su recién nombrada secretaria de Educación, Linda McMahon, a adoptar las medidas necesarias para el cierre del departamento en la "magnitud apropiada y permitida por la ley".

Sin embargo, el presidente republicano no puede hacer desaparecer de un plumazo un departamento como el de Educación, establecido por ley en 1979 bajo la presidencia de Jimmy Carter. Desmontarlo requeriría ha aprobación de, al menos, 60 de los 100 legisladores.

Amputar la funcionalidad

Lo que sí está en manos de Trump, tal y como ha hecho con otros departamentos y agencias del Gobierno federal, es meter la tijera con ímpetu y recortar al máximo programas y funcionariado, con el objetivo de, si no hacerlos desaparecer por completo, minar su funcionalidad.

Para hacer frente a la sangría, Trump ha colocado al frente de la secretaría de Educación a McMahon, una empresaria de 76 años que antes ejerció de directora ejecutiva de la famosa liga de lucha libre WWE. Ya es sabedora de que este plan también acabará con su puesto.

Justo después de tomar posesión el pasado lunes, McMahon envió un correo electrónico a profesores, trabajadores federales y administradores escolares de que se avecinaban "cambios sísmicos" en el sistema educativo. El mensaje anunciaba una "alteración" del sistema educativo que tendría un "profundo impacto" con cambios "desalentadores". "Debemos empezar a pensar en nuestra última misión en el departamento como una revisión, como una última oportunidad para restaurar la cultura de libertad y excelencia que hizo grande a la educación estadounidense", reza el escrito.

Musk, contra el despilfarro

Los recortes en educación se enmarcan en una política global de adelgazamiento de la Administración pública de la que Trump ha hecho bandera. Para ello, ha creado un Departamente de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés) al frente del cual ha colocado al empresario tecnológico Elon Musk.

Además del cierre de organismos y oficinas federales --entre las más destacadas se encuentra Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés)--, el multimillonario está haciendo uso de incentivos económicos para 'invitar' a los funcionarios a abandonar sus puestos a riesgo de irse con las manos vacías si llega el momento. También ha encendido los ánimos dentro de agencias federales puntales como el FBI al reclamar a los empleados dar cuenta de su actividad pormenorizada.