Cinco ciudadanos estadounidenses retenidos en Irán han sido liberados este lunes en un intercambio de prisioneros entre Washington y Teherán. Según el acuerdo, además, cinco ciudadanos iranís han sido liberados —tres de ellos han decidido no volver a su país—, y EEUU ha desbloqueado fondos del gobierno iraní en el extranjero por valor de 6.000 millones de dólares

Irán, país “patrocinador del terrorismo” según Washington, vive bajo sanciones desde 1979, año de la revolución islámica. Estas sanciones, además, fueron endurecidas en 2019, en la época de Donald Trump en la Casa Blanca.

Siamak Namazi, Morad Tahbaz, Emad Shargi y dos de nuestros ciudadanos que quieren permanecer anónimos se reunirán pronto con sus seres queridos, después de años de agonía, incertidumbre y sufrimiento”, ha dicho este lunes el presidente estadounidense, Joe Biden:

“Les agradezco a nuestros socios por sus esfuerzos inquebrantables para conseguir esta solución, incluidos los gobiernos de Catar, Oman, Suiza y Corea del Sur. Pero mientras damos la bienvenida a nuestros conciudadanos, de nuevo recuerdo a todos los estadounidenses los graves riesgos que conlleva viajar a Irán. Quien tenga un pasaporte estadounidense no debería viajar allí”, ha continuado el presidente estadounidense.

Irán, durante las últimas décadas, ha sido acusada en múltiples ocasiones de detener a ciudadanos de doble nacionalidad en su país para realizar intercambios con gobiernos extranjeros de los que extraer concesiones, en una práctica catalogada como “diplomacia de los rehenes”. Muchos de los detenidos, además, son expuestos al escarnio público y forzados a confesarse culpables de todos los crímenes de los que se les acusa en entrevistas televisadas.

Un largo proceso

La coreografía que ha culminado este lunes ha sido larga y empezó el pasado febrero, aunque no empezó a mostrar sus frutos hasta el 10 de agosto, cuando cuatro de los cinco estadounidenses bajo custodia iraní fueron sacados de prisión y puestos bajo arresto domiciliario, donde sumaron al quinto. Anthony Blinken, el secretario de Estado estadounidense, catalogó entonces ese movimiento como un paso positivo.

Luego llegó todo lo siguiente: el día 11 de setiembre, EEUU descongeló los fondos iranís en Corea del Sur. No ha sido hasta este lunes cuando ha llegado la confirmación oficial del desbloqueo de ese dinero: ha sido entonces cuando ha tenido lugar el intercambio de prisioneros en Catar, el país que ha mediado entre Irán y Estados Unidos. Todos los cinco estadounidenses liberados este lunes tenían la doble nacionalidad, y llevaban varios años encerrados bajo acusaciones dudosas de espionaje.

Este domingo por la noche, oficiales anónimos estadounidenses afirmaron a la prensa en Washington que este intercambio de prisioneros no cambia la política de confrontación entre Washington y Teherán. “Si hay una oportunidad en el futuro la exploraremos, pero ahora no hay más que decir”, dijeron estos funcionarios anónimos. 

Con la llegada en 2021 de Joe Biden a la Casa Blanca, muchos pusieron sus esperanzas en el renacimiento del acuerdo nuclear iraní, roto por Trump en 2019. Sin embargo, durante el último año, las relaciones entre Teherán y occidente se han recrudecido al extremo por la participación iraní en la guerra de Ucrania —con la venta de armamento y drones de combate a Rusia— y la ola de protestas que vivió el país persa el año pasado.