En Australia

El caso de Kathleen Folbigg: secuencia de los hechos

La mujer fue condenada en 2003 por la justicia australiana a 40 años de prisión, rebajados a 30 años en 2005, y ahora puesta en libertad 20 años después

Kathleen, con uno de sus bebés.

Kathleen, con uno de sus bebés.

Armando Huerta

El primer hijo

En 1989 Kathleen se casa con Craig Folbigg y tienen un primer hijo, Caleb, que muere a los 19 días. El bebé tuvo un parto traumático y nació con una laringomalacia (una laringe flácida) que le causaba una obstrucción parcial en las vías respiratorias. Los informes del hospital reflejan que el bebé tenía dificultad para comer y respirar a la vez. A los 19 días murió mientras dormía, y su fallecimiento se clasificó como síndrome de muerte súbita del lactante.

El segundo hijo

Patrick, a los cuatro meses de edad, sufre un ALTE, un episodio agudo potencialmente letal. El niño dejó de respirar y fue hospitalizado de urgencia. Poco después desarrolló una epilepsia severa acompañada de ceguera. Los médicos sospecharon que tenía una encefalopatía epiléptica y murió con ocho meses de edad durante un ataque epiléptico. En su certificado de muerte no había nada sospechoso.

El tercer hijo

En 1992 nace Sarah, una niña aparentemente saludable que a los 10 meses desarrolló una infección respiratoria acompañada de fiebre, y murió mientras dormía. En el certificado médico aparecía también muerte súbita del lactante, que es un síndrome del que cada vez los científicos tienen más claro que tiene una base genética frecuentemente relacionada con arritmias cardiovasculares.

El cuarto hijo

Y, más tarde, al matrimonio Folbigg se les muere una cuarta hija, Laura. Cuenta una amiga de Kathleen, que la cuidaba, que hubo un episodio aislado en que la niña parecía haber perdido el conocimiento y dejado de respirar, pero en general estuvo bien hasta los 18 meses, que murió. Había tenido fiebre unos días antes y cuando le hicieron la autopsia vieron una miocarditis, que es una infección del corazón bastante severa y suficiente para haber constado como causa de muerte. Pero al forense le dijeron que había habido tres muertes previas y aludió a una “causa indeterminada”. Los problemas de Laura también tenían una base genética. Hoy existen pocas dudas de que su muerte también fue natural.

El diario

El matrimonio se separa y Craig descubre un día, en un diario personal de Kathleen, que había escrito que Sarah se había ido “con un poco de ayuda”. Fue con ello a la policía, que ya le había entrevistado antes y había insistido de forma reiterada en la inocencia de su mujer. Es un diario que, según Carola García de Vinuesa, Kathleen nunca había escondido y que en el juicio se utilizó erróneamente como prueba. “Nunca se entregaron en el juzgado los diarios, solo se facilitaron frases sueltas fuera de contexto que eran fáciles de malinterpretar. Es más, el juez que revisó el juicio en 2019 dijo que no quería ayuda de ningún experto para analizar los diarios, que le bastaba su propio criterio. Después de que este juez rechazara los hallazgos genéticos y volviera a declarar la culpa de Folbigg en julio de 2019 sobre la base de los diarios, los abogados de Kathleen pidieron a siete de los mejores expertos del mundo en psiquiatría y psicología forense, y lingüística, que analizaran los diarios de Kathleen. Todos coincidieron en que no hay nada inculpatorio. Los diarios simplemente reflejan que se siente estresada, responsable y deprimida, como es de esperar de una mujer a la que se le van muriendo sus cuatro hijos y que, de hecho, era muy buena madre”, ha recalcado insistentemente García de Vinuesa.

La condena

Kathleen Folbigg fue condenada en 2003 por la justicia australiana a 40 años de prisión, rebajados a 30 años en 2005, por el asesinato de tres de sus hijos y por el homicidio de otro de ellos.