Crisis diplomática

China echa a una cónsul canadiense tras la expulsión de su embajador en Canadá

Desde 2018, las relaciones bilaterales chino-canadienses se han definido por las detenciones cruzadas y una desconfianza irremediable

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China durante una rueda de prensa en Pekín, el 9 de mayo de 2023, cuando anunció la expulsión de Jennifer Lynn Lalonde, la cónsul canadiense en Shanghái.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China durante una rueda de prensa en Pekín, el 9 de mayo de 2023, cuando anunció la expulsión de Jennifer Lynn Lalonde, la cónsul canadiense en Shanghái. / EFE

Adrián Foncillas

Zhao Wei, diplomático chino en Toronto, y Jennifer Lynn Lalonde, cónsul canadiense en Shanghái, tienen cinco días para hacer las maletas y volver a sus respectivos países. La expulsión de diplomáticos marca otra sima en las relaciones bilaterales entre Canadá y China, castigadas durante años por detenciones cruzadas y una desconfianza irremediable.

La última crisis nace en una información del diario canadiense Globe and Mail que, citando fuentes de inteligencia, acusa a Zhao de “intimidar” al parlamentario conservador, Michael Chong. Este político canadiense es conocido por su beligerancia contra China y por ser el catalizador de la propuesta parlamentaria que calificó de “genocidio” la campaña contra la etnia uigur en la provincia occidental de Xinjiang. El medio canadiense afirma que Zhao habría ayudado a recabar información sobre los familiares de Chong en Hong Kong y “sentar un ejemplo” para desincentivar las críticas a Pekín.

Expulsión mutua de diplomáticos

Las informaciones formaron una tormenta que empujó al Ministerio de Exteriores canadiense a aclararle la semana pasada al embajador chino en Canadá que no toleraría más intromisiones en la política interna. Para la oposición conservadora, muy crítica con la presunta tibieza gubernamental, fue insuficiente. Tres días después, el pasado lunes, Ottawa declaró “persona non grata” a Zhao y le ordenó la salida del país. Sólo faltaba saber a quién del extenso cuerpo diplomático canadiense Pekín elegiría esta mañana. Ha sido la cónsul Jennifer Lynn Lalonde.

Asimismo, China ha aclarado que se reserva el derecho a “tomar más medidas” en respuesta a la previa expulsión “irracional” y “sin escrúpulos” de su diplomático que vulnera “los principios más básicos de las relaciones internacionales”. La semana pasada había desdeñado como “calumnias y difamaciones” las acusaciones sobre Zhao y hoy la embajada china hablaba de “prejuicios ideológicos y manipulaciones políticas”.

Las levantiscas relaciones con China integran en los últimos años el debate público y político canadiense. Sobre el primer ministro, Justin Trudeau, han llovido piedras por su indolencia hacia las revelaciones de sus servicios de espionaje, y su promesa de que se enteró por la prensa ha convencido a pocos. Trudeau ha abroncado a la agencia por no enviarle el informe y ordenado que, a partir de ahora, comparta con el parlamento cualquier amenaza. "Muy poco y muy tarde", ha aclarado Chong, el legislador presuntamente intimidado, que ha dicho que Zhao debería de haber sido expulsado “muchos años atrás”. Según él, esa pasividad ha convertido a Canadá “en algo parecido a un patio de recreo para las interferencias y amenazas extranjeras”. “Espero que esto envíe el mensaje claro a los estados autoritarios de que este tipo de actividades son totalmente incompatibles con el ejercicio de la diplomacia en este país”, ha continuado.

Crisis irremediable

Las relaciones bilaterales sino-canadienses quedaron arruinadas sin remedio en 2018 por el caso Huawei, en plena ofensiva del expresidente estadounidense Donald Trump contras las tecnológicas chinas. Canadá quedó bajó el fuego cruzado de las dos superpotencias cuando Washington acusó a la heredera y alta ejecutiva de la compañía, Meng Wanzhou, de violar el embargo a Irán y pidió su arresto a sus vecinos del norte

Los lamentos chinos sobre la naturaleza política del proceso no fueron inverosímiles si atendemos a que Trump aclaró después que un acuerdo en la guerra comercial aceitaría el desenlace felizLas bofetadas, en todo caso, se las llevó Canadá. Dos de sus nacionales, Michael Spavor y Michael Kovrig, fueron detenidos en China por vaporosas acusaciones de espionaje y pasaron casi tres años entre rejas.

La desconfianza quedó subrayada en una escena durante la última cumbre del G20 en BaliXi Jinping, presidente chino, regañó a Trudeau frente a las cámaras por haber filtrado a los medios los detalles de la conversación mantenida en la víspera.