Manipulación

Cuarenta años de los diarios de Hitler, precursor artesano de las 'fake news' de hoy

La historia de los falsos diarios dio para muchas portadas, libros, incluso una película -'Schtonk- y sucesivos reportajes

Benito Mussolini y Adolf Hitler, en una inagen de archivo.

Benito Mussolini y Adolf Hitler, en una inagen de archivo.

Marina Ferrer

Los presuntos diarios de Adolf Hitler quedarán custodiados en el Archivo Federal alemán como lo que son: un monumental 'fake' que hundió en el descrédito a 'Stern', el semanario que los lanzó al mercado para marcar hitos históricos o humanizar al monstruo. Así lo anunció el grupo mediático Bertelsmann, tras cerrar la investigación científica en torno a un escándalo ocurrido hace 40 años.

Fue el 25 de abril de 1983. Ese día, su reportero estrella, Gerd Heidemann, presentó ante una abarrotada conferencia de prensa los cuadernos negros con sello rojo adquiridos a un coleccionista llamado Konrad Kujau. Eran los primeros del total de 60 libretas teóricamente escritas por el Führer, reveladores de planes de guerra o incluso descomposiciones intestinales. Heidemann llevaba dos años en tratos con Kujau, al que había llegado a través de coleccionistas de parafernalia nazi y anticuarios.

La sensación periodística duró 10 días. Incluso menos. En la misma conferencia de prensa, y mientras el director de 'Stern', Peter Koch, sostenía que los diarios harían "reescribir" la historia del Tercer Reich, hubo quien formuló dudas acerca de su autenticidad. Del cuestionamiento se pasó a una revisión del Archivo Federal, junto con la Fiscalía alemana y la Policía de lo Criminal.

Incongruencias cronológicas

Habían pasado décadas desde la Capitulación del Tercer Reich, en 1945. Nadie del entorno del Führer, quienes vivieron sus últimos días encerrado en el búnker berlinés o prestaron testimonio en los procesos aliados de Nuremberg hablaron nunca de la existencia de unos diarios. La primera revisión reflejó ya incongruencias cronológicas y situaciones que no casaban con la historia.

'Stern' no había pasado los cuadernos adquiridos por Heidemann por ningún proceso verificador. Ansioso de presentar al mundo el prodigio, avanzó la publicación de los avances editoriales a un lunes, ese 25 de abril, en lugar del jueves, el día en que habitualmente llegaba a los quioscos.

El 6 de mayo, finalmente, los tres estamentos federales -Archivo, Fiscalía y Policía- desmantelaron el engaño. Los 60 cuadernos adquiridos por 'Stern' no podían haber sido escritos por Hitler. No solo por los contenidos, sino porque el papel, el hilo de poliéster para coser los cuadernos ni otros materiales utilizados existían en tiempos del Reich, sino ya entrada la posguerra.

Fue un "tierra-trágame" que aún hoy pesa sobre 'Stern'. El reportero Heidemann y el falsificador Kujau acabaron ante la justicia. El primero, por estafa, pues nunca se supo el destino de parte de los 4,7 millones de marcos que 'Stern' pagó por la exclusiva. El segundo, condenado a cuatro años y medio de cárcel por falsificación.

La historia de los falsos diarios dio para muchas portadas, libros, incluso una película -'Schtonk- y sucesivos reportajes. La televisión pública ARD estrenó este lunes el primero de tres capítulos de una serie. Además de recordar la pifia periodística, se concluye que el falsificador Kujau no actuó únicamente para hacer negocio, sino que estaba más implicado en el entorno neonazi de lo que se creyó. Había empezado a escribir los falsos diarios en 1978. "Escribía orientado a lo que sus lectores de esa escena querían leer de Hitler", asegura el historiador Magnus Brechtken.

Delirios

La serie de la ARD incluye fragmentos de una entrevista de Kujau en la cárcel, así como Heidemann, con 91 años y sumergido en delirios. Reconstruye también el entorno de “Stern” y de su fundador, Henri Nannen, al frente de la publicación entre 1948 y 1983. A ese periodo se dedica el estudio encargado por Bertelsmann, incluidos los vínculos del editor con el nazismo.

'Stern' no es la única gran revista alemana que ha pagado con grietas en su credibilidad al no haber verificado lo que publicaba. Hace cuatro años, 'Der Spiegel', semanario político de referencia, despidió a su periodista estrella, Claas Relotius, tras revelar otro colega del mismo medio que se inventó testimonios y reportajes considerados "de investigación".

La revisión ahora de los diarios 'fake' de Hitler se produce en un momento de debate en torno a otras formas de engaño: los derivados de la inteligencia artificial. El mayor escándalo surgió la semana pasada, a raíz de una entrevista falsa generadas por la IA al excampeón mundial de Fórmula Uno Michael Schumacher, de quien no se tiene ni una imagen desde que en 2013 sufrió un accidente de esquí en los Alpes franceses. Su familia preserva celosamente su esfera privada. La directora de la 'die Aktuelle', Anne Hoffmann, fue despedida el domingo por el grupo editor, Funke, que pidió perdón a los lectores y a la familia por un producto "que nunca debió publicarse".

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