Guerra de Ucrania

La OTAN busca mejorar su respuesta en el "día cero" de un ataque ruso a un país miembro

Los ejércitos aliados coordinan sus planes para agilizar la movilización de los 300.000 efectivos de la fuerza de reacción rápida

Las ruinas de un edificio de apartamentos de Kramatorsk tras el impaco de un misil ruso el 1-2-23.

Las ruinas de un edificio de apartamentos de Kramatorsk tras el impaco de un misil ruso el 1-2-23. / EFE

Juan José Fernández

Los distintos ejércitos de países aliados en la OTAN están desarrollando planes para integrar sus mandos regionales en una red más ágil. Se trata de hacer más potente y rápida la respuesta de la Alianza Atlántica en el “día cero” de un ataque a uno de los miembros de la Organización.

Los trabajos, que ahora recorren la fase de cruce de informes mientras evoluciona la guerra de Ucrania, desarrollan uno de los mandatos de la Cumbre de Madrid. Para el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se trata de que los aliados "refuercen sus mecanismos de comando, control y coordinación", dice en su último informe anual, publicado a finales de marzo.

Este mes lo verbaliza en forma de pregunta Gordon G. Skip Davis, uno de los expertos del think tank Atlantic Council, en un informe sobre logros y deficiencias de coordinación de los mandos aliados: en caso de una agresión rusa contra un país miembro similar a la sufrida por Ucrania, “¿podría la OTAN responder con la velocidad, la escala y la coherencia necesarias para evitar el éxito inicial del ataque?”

O, lo que es lo mismo, si los mandos coordinados podrían mover con la agilidad necesaria -sabiendo pronto hacia dónde y contra qué y para defender qué- los 300.000 efectivos de la Fuerza de Reacción (multiplicada por 8 en la cumbre de Madrid) que la Alianza se plantea desplegar entre el día 0 y el día 10 de un hipotético conflicto.

Ningún dirigente incurre en la imprudencia de señalar oficialmente a candidatos a sufrir ese ataque si se desborda la guerra de Ucrania. “Sólo hay que mirar dónde se desarrollan actualmente misiones de disuasión y vigilancia de la OTAN en Europa”, explicaba a este diario -el mismo 5 de abril en que se incorporaba Finlandia al Tratado- una de las fuentes militares españolas consultadas. Hacía una clara alusión a los países del Báltico.

Para mejorar la capacidad de respuesta en un “día 0”, los estados mayores de la OTAN trabajan en un conglomerado que la jerga militar denomina C4ISR. Son las siglas en inglés de Mando, Control, Comunicaciones, Computadoras, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento. O sea, el “sistema nervioso” de cada ejército. Lo llama así Davis en su trabajo, presentado en un evento especial del Atlantic Council el pasado 23 de marzo.

Aguante civil

Y en mejorar el C4ISR se emplea la inteligencia artificial. El algoritmo combate en Ucrania. De hecho, el más numeroso y silencioso batallón de la guerra es el de los datos.

La invasión de Ucrania ha desatado una gran toma de notas por los arquitectos de estructuras de mando de la OTAN, los altos oficiales occidentales. Las fuentes militares consultadas confirman esa labor como una línea permanente. Creen acertada esa metáfora del “sistema nervioso” del ejército, pero la amplían más allá de lo lo meramente militar: la capacidad de reacción en un día cero afecta a todo el país, a la protección de sus infraestructuras críticas. Muchas de esas infraestructuras no se pueden tocar, son digitales, tanto como, por ejemplo, los archivos atacados del Hospital Clínic de Barcelona.

En la OTAN se habla de reforzar la “resiliencia cibernética” de las estructuras civiles a la luz de las lecciones aprendidas en Ucrania, donde los días previos a la invasión rusa, y también los posteriores al 24-2-22, el país sufrió un ataque informático masivo que echó abajo las redes de la policía y de su sistema sanitario, entre otras.

Pero Ucrania no solo ha sido campo de pruebas para ese tipo de ataque por parte de Rusia. El informe del Atlantic Council pone de relieve lo efectivo que resultó el C4ISR del ejército ucraniano, apoyado por ingenieros militares británicos, en sus propios ataques a fuerzas rusas con otra arma basada también en la acumulación de datos. Se llama GIS ARTA, y es una aplicación en cierto modo similar a la de la plataforma Uber. Acumula información de localizadores GPS y de diversas fuentes abiertas que integra un sistema de señalamiento de objetivos para la artillería. Para los carros de combate, silos de munición, baterías y puestos de mando rusos -con sus generales- ha sido letal la combinación del GIS ARTA con los cañones y lanzacohetes empleados por Ucrania.

De cómo de terriblemente efectiva resultó una combinación de datos obtenidos en todo tipo de fuentes habla la matanza de un centenar de soldados rusos en la pasada nochevieja en un edificio de Makiivka (Donetsk) convertido en su cuartel. Los detectó el algoritmo artillero en cuanto usaron sus teléfonos móviles para llamar a Rusia a felicitar el año a sus familias.

Se buscan ingenieros

Es un secreto militar si España cuenta con un programa similar para dirigir disparos en un potencial conflicto. Pero no lo es que, a raíz de la experiencia ucraniana, la OTAN trabaja en nuevas herramientas informáticas de localización y recuento de objetivos (también de bajas ajenas en tierra y en las fuerzas aéreas) en su Centro de Fusión de Inteligencia, en la base aérea británica de Molesworth, cuya creación es otro de los mandatos de la cumbre de Madrid, y cuyo relieve no se apreció en su momento, eclipsado por los aspectos políticos, más llamativos, de aquella asamblea.

Una parte significativa del nuevo presupuesto de Defensa que ha decidido aumentar el gobierno Sánchez se irá al mundo informático militar, pero requerirá también de implicación civil. A partir de los acuerdos de la cumbre, los aliados deben presentar periódicamente a los demás cómo han mejorado la ciberseguridad no solo militar, también la defensa de las comunicaciones y datos del transporte, del sistema sanitario y de la red bancaria de cada país. En este, son más de 82.000 los incidentes que cada año dan trabajo al Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI.

No obstante, “el día 0 es tan importante como el día menos uno”, recuerda con ironía una de las fuentes consultadas. Habla de la disuasión. La capacidad de reacción ante un ataque externo no se tendrá que poner a prueba si antes se ha conseguido hacer implanteable ese ataque mediante la eterna mezcla de diplomacia y fuerza militar. Como fija el Concepto Estratégico de Madrid, “negar a cualquier adversario potencial cualquier posibilidad de agresión”.

ice el Atlantic Council que para eso a la OTAN aún le falta mucho personal formado. Lo traduce al español la misma última fuente citada: “En los próximos años la Defensa va a necesitar muchos ingenieros, y no sabemos de dónde vamos a sacarlos”.

Suscríbete para seguir leyendo