Situación en la isla caribeña

Comicios en Cuba: el Gobierno celebra la participación del 75,92% del padrón electoral pese a los llamamientos a la abstención

La participación fue superior a los recientes comicios legislativos pero mucho menor a los tiempos de absoluta unanimidad

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, vota en las elecciones de los delegados (concejales).

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, vota en las elecciones de los delegados (concejales). / EFE

Abel Gilbert

Las elecciones legislativas de Cuba tuvieron un resultado cantado de antemano, el de un Parlamento sin disidentes que, se espera, ratificará en su cargo al presidente Miguel Díaz-Canel. "Cuba ganó. Hay números que dicen más que las palabras: el 75,92 % de participación y el 72,10% de voto unido, en medio de tantas dificultades", dijo la primera autoridad también del gobernante Partido Comunista, quien mencionó los obstáculos políticos que rodearon a ese proceso: "las draconianas medidas de EE.UU., a pesar de la feroz campaña y los llamados al abstencionismo".

La satisfacción de Díaz-Canel no parecía ser compartida por los conocedores de lo que sucede en la isla. Si bien el desapego de la ciudadanía no llegó al extremo de los recientes comicios municipales, cuando votó el 68% del padrón, las cifras del reciente proceso guardan aun distancia con los tiempos de absoluta y festiva unanimidad.

En 1976, con Fidel Castro en el centro del poder, un 97.7% de los ciudadanos dijeron sí a la Constitución. Inclusive durante el llamado "Periodo especial" de los años 90 que, tras el derrumbe de la Unión Soviética llevaron a la isla a su momento de mayor deterioro económico, se mantuvo el promedio de altísima participación electoral. Sin ir tan lejos en el tiempo, en las últimas elecciones legislativas, cinco años atrás, habían acudido a las urnas más el 90% de los cubanos en condiciones de sufragar.

Sobre la base de esos números, revelados por Alina Balseiro, presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN), la participación del 75.92% del padrón vuelve a informar sobre una nueva realidad política en Cuba. De ese total, un 6,22 de las personas votó en blanco y otro 3,5 anuló su papeleta. Un 72.10% del total respondió al llamado del Gobierno de votar una lista única de 470 diputados, quienes asumirán sus cargos en la segunda semana de abril.

Si bien el escrutinio de las boletas en las urnas es público, no se permiten observadores internacionales o independientes del Estado. "Las votaciones en Cuba a menudo son utilizadas como termómetro de la legitimidad del Estado para con la ciudadanía. La ausencia de encuestas públicas de opinión popular en la Isla con muestras representativas hace imposible explicar con certeza las causas del comportamiento de los votantes", señaló el portal La Joven Cuba.

En Cuba, las elecciones carecen de campañas electorales tradicionales. El proceso que desembocó en las elecciones estuvo marcado por la constante exhortación desde los medios estatales a "votar unidos" una lista completa de diputados y hacer oídos sordos a los llamamientos de no acudir a las urnas que fueron asociados solo con intentos desestabilizadores provenientes de Estados Unidos.

A diferencia de lo que ha ocurrido años atrás, los analistas advierten un leve incremento en la cantidad de jóvenes menores de 35 años y de personas negras y mestizas, así como una fuerte presencia femenina entre los nuevos diputados.