Tensión en el país centroamericano

Nicaragua suspende las relaciones con el Vaticano después de las duras críticas del papa Francisco al régimen

El pontífice había calificado al Gobierno de Daniel Ortega de "dictadura grosera" y la había comparado con el "hitlerismo"

El Papa Francisco.

El Papa Francisco.

Abel Gilbert

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo anunció que se "ha planteado" la "suspensión" de las relaciones entre Nicaragua y el Vaticano el mismo día que se cumplen los 10 años del papado de Francisco. El matrimonio respondió de esa manera al pronunciamiento del pontífice sobre la situación en ese país centroamericano. "Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35", dijo el argentino Jorge Bergoglio. En una larga entrevista a la publicación digital de su país, Infobae, sostuvo además que la de Nicaragua es "un tipo de dictadura grosera". El papa utilizó un tono fuera de lo común para hacer referencia al presidente nicaragüense: "con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (el país)". A su vez, defendió la decisión de Rolando José Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, de negarse a abandonar el país junto con los otros 222 deportados por razones políticas y enfrentar la cárcel. "Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio".

"Las noticias que llegan desde Nicaragua me han dolido no poco, y no puedo no recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien quiero mucho, condenado a 26 años de cárcel y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos", había dicho Francisco tras el Ángelus dominical del 12 de febrero. Ortega respondió semanas más tarde con furia y dijo que el obispado nicaragüense es "una mafia" que "no representa los principios de Dios ni los de Cristo".

 Si algo no esperaban el matrimonio presidencial era un pronunciamiento mucho más crítico del papa ni las analogías con otras experiencias históricas como el nazismo. El comunicado del ministerio de Exteriores se conoció pocas horas después de que el medio opositor Confidencial hablara de una ruptura de los vínculos diplomáticos con la Santa Sede.

En rigor, Nicaragua no tiene embajador ante el Vaticano desde hace casi un año y medio. En setiembre de 2021 había sido cancelada la designación de Elliette Ortega Sotomayor. Desde que Waldemar Stanislaw Sommertag fuera "invitado" a abandonar el país retirarse del país, hace un año, la representación diplomática vaticana en Managua es llevada a cabo por monseñor Mbaye Diouf, secretario de la nunciatura en calidad de encargado de negocios.

De aliados a enemigos

Las relaciones entre el matrimonio presidencial y la Iglesia Católica se han tensado a partir del estallido social de abril de 2018. De aliado estratégico de Ortega-Murillo, el episcopado comenzó a ocupar el lugar del enemigo por su respaldo a las protestas. Los roces fueron creciendo con el correr de los años. El cierre de emisoras y entidades vinculadas a la Iglesia, la calificación de "apátridas" a ocho sacerdotes, así como la prohibición de procesiones y actos litúrgicos y la expulsión del país de un grupo de monjas de la orden Misioneras de la Caridad supusieron un punto de no retorno. De inmediato llegó la condena de Álvarez. El presidente lo había tachado de "desquiciado" y "energúmeno". Para Ortega, los otros obispos solidarios con Álvarez son "terroristas" y "golpistas" que actúan en calidad de "cómplices" con aquellos que intentan desestabilizar al régimen.