Relevo en el SNP

Tres candidatos se disputan la sucesión de Nicola Sturgeon al frente del gobierno de Escocia

Las convicciones religiosas ultraconservadoras sobre el matrimonio gay y el aborto hunden a la carrera meteórica de la candidata favorita

Kate Forbes.

Kate Forbes. / ANE BARLOW / PA

Begoña Arce

Tener fe en un líder no es igual que tener un líder con fe. Las creencias religiosas ultraconservadoras pueden haber hundido la carrera de Kate Forbes aspirante a suceder a Nicola Sturgeon al frente del Partido Nacional Escocés (SNP). La responsable de Finanzas en el Gobierno autónomo era con diferencia la gran favorita para convertirse en ministra principal, frente a los otros dos aspirantes, el titular de Sanidad, Humza Yousaf y Ash Regan, antigua ministra para las Comunidades. 

Al inicio de la campaña, Forbes de 32 años, partía con un 77% de intenciones de voto, un respaldo que se desplomó con sus primeras declaraciones. En varias entrevistas comentó su oposición personal, por motivos religiosos, al matrimonio entre personas del mismo sexo, contra el que habría votado cuando se aprobó en el 2014. También rechazó como inaceptable el tener hijos fuera del matrimonio.

Las palabras de Forbes causaron furor y varios miembros del Gobierno escocés que habían respaldado su nominación le retiraron inmediatamente el apoyo. Ella misma admite que, el haber sido “honesta y clara” sobre sus posiciones morales, bien conocidas desde hace tiempo por otra parte, han podido costarle una carrera política hasta ahora, aunque, señala, “los votantes tienen la última palabra”. El viernes un sondeo rebajaba al 28% su ventaja, con un 20% para Yousaf, 7% para Regan y un 31% de indecisos.

Contra las parejas del mismo sexo y el aborto

Forbes, de 32 años, casada y con tres hijos, es miembro activo de la, Iglesia Evangélica Libre, que se separó de la principal corriente Presbiteriana Unida de Escocia y tiene unos puntos de vista extremos, contra el matrimonio gay y el derecho al aborto. Sus fieles consideran que Escocia "va camino del infierno" a consecuencia de los cambios legales y de la visión social, mucho más liberal que han ido avanzando durante los pasados veinte años.

Si Forbes fuera elegida, Escocia estaría gobernada por alguien con ideas ultraretrogradas, en sustitución de Sturgeon, considerada por muchos como una de los líderes políticos más progresistas de Europa en asuntos sociales. La que fuera exministra principal no había querido pronunciarse sobre ninguno de los contendientes, pero tras el estallido de la polémica ha dejado clara su posición. "Cualquiera que sea el ministro principal, sus puntos de vista en todo tipo de asuntos importan porque la gente le considera como alguien que va a defender sus derechos", ha dicho.

Resultado ajustado

Yousaf, de 37 años, se ha hecho con el mayor número de apoyos entre los políticos del SNP y podría terminar venciendo, si bien su récord al frente de la sanidad escocesa es muy criticado y el resultado estaría ajustado. Nacido en Glasgow en una familia de origen paquistaní, es musulmán pero ha defendido el matrimonio gay y se ha dicho dispuesto a seguir el legado dejado por Sturgeon.

"Como líder de un país se debe tener una visión en la que todo el mundo está incluido y hay que celebrar la diversidad", afirma. De salir elegido se daría la extraordinaria circunstancia de que habría tres líderes políticos de ascendencia oriental, en Escocia, el Reino Unido -Rishi Sunak- y la República de Irlanda la República de Irlanda -Eric Varadkar-. 

Votos de 100.000 miembros

El plazo para presentar candidaturas finalizó el viernes y ha quedado abierto un periodo de votación que finalizará el 27 de marzo. Ese mismo día podría conocerse el resultado. Cada uno de los 100.000 miembros del SNP tiene derecho a votar la lista con los tres candidatos por orden de preferencia, en un proceso denominado transferencia simple de voto. De no haber un ganador absoluto, se eliminará al que menos papeletas haya recibido y los votos pasaran a los candidatos que sean la siguiente opción, así hasta que quede el ganador.

 El mandato del nuevo líder debe ser ratificado en votación en el parlamento escocés. Lo que en principio es un trámite se puede complicar porque el SNP está a un voto de la mayoría absoluta y podría haber obstáculos si los Verdes rompen la actual coalición con los nacionalistas.

Todo el proceso es una novedad, porque tanto Alex Salmond primero, como Sturgeon después, fueron elegidos por aclamación, al no haber rival alguno que les disputara el cargo. La hegemonía y el control que ambos han ejercido en el partido han sido absolutos, manteniendo con mano férrea la disciplina del partido y evitando que prosperaran divisiones internas que ahora empiezan a aflorar. 

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS