La mediación china

China pide un alto el fuego en Ucrania mientras alerta a Moscú sobre el uso de armas nucleares

"El diálogo y las negociaciones son la única salida viable en Ucrania", asegura el Gobierno del gigante asiático

Vladímir Putin estrecha la mano del jefe de la diplomacia china, Wang Yi.

Vladímir Putin estrecha la mano del jefe de la diplomacia china, Wang Yi.

Adrián Foncillas / Silvia Martinez

No es novedoso ni audaz ni detallado, apenas un compendio de obviedades y sus posturas mil veces escuchadas sobre la guerra, pero subraya el papel chino como mediador. La relevancia del plan chino de paz para el conflicto de Ucrania, revelado en su primer aniversario, dependerá del compromiso ruso. La reciente reunión en Moscú del alto diplomático chino, Wang Yi, con el presidente ruso, Vladímir Putin, sugiere a los más optimistas un plan pactado que podría acercar ese conjunto de vacuas generalidades a una hoja de ruta.

El respeto a la soberanía de todos los países encabeza el plan. La interpretación estricta sugiere la salida de las tropas rusas de Ucrania pero China, en otro ejemplo de sus malabarismos diplomáticos, se ha cansado de pedir lo primero durante un año sin mencionar lo segundo.

El documento del Ministerio de Exteriores exige el fin de los combates y el inicio de las negociaciones sin concretar ningún calendario ni condición previa. Aparecen oblicuas críticas a Washington en los puntos que piden el fin de la mentalidad de la guerra fría o aclaran que un país no puede perseguir su seguridad a expensas de las ajenas. Pekín coincide con Moscú en culpar del desastre ucraniano a una atosigante presencia de la OTAN en el patio trasero ruso que se parece mucho a la que sufre China en el Pacífico.

Fin de las sanciones

También pide el escrito el final de cualquier sanción al margen del Consejo de Seguridad de la ONU. En la práctica, debido al derecho de veto ruso en el órgano, equivale al levantamiento de todas. "Las sanciones unilaterales y la presión extrema no solo no resolverán los problemas, sino que crearán otros nuevos. Los países relevantes deben dejar de abusar de las sanciones unilaterales y desempeñar un papel en el enfriamiento de la crisis", reza el documento.

En el capítulo de advertencias a Moscú, además del respeto debido a la soberanía ucraniana, figura el rechazo al uso de las armas nucleares con el que Putin ha coqueteado. Tampoco es nuevo: ya lo dijo el presidente, Xi Jinping, durante una reciente visita a Pekín de su homólogo alemán, Olaf Scholz. El recordatorio llega apenas unos días después de que Putin se desvinculara del último tratado de control de armas nucleares con Estados Unidos.

El plan chino difícilmente contentará a todos y queda muy lejos de las expectativas que había despertado Wang al anunciarlo como la vía directa hacia "un acuerdo político" en la reciente Cumbre de Seguridad de Múnich. Pero, asumidas sus carencias, es el primero que aparece tras un año de guerra y llega de un país con peso y excelentes relaciones con Moscú Kiev.

Pekín fue señalada desde el inicio del conflicto como única mediadora posible pero Moscú Washington han frustrado las esperanzas. La primera descarta el diálogo mientras no haya consolidado las posiciones en el campo de batalla que aumentarán su fuerza en la mesa de negociaciones. Y la segunda se ha esforzado en negar la neutralidad china con tercos anuncios de inminentes envíos de armas a Rusia que nunca llegan. China busca con su plan un rol de luchadora por la paz frente a las intenciones de prorrogarla que le atribuye a Estados Unidos citando sus masivas ventas de armas y gas a Europa.

Reacción de la UE y la OTAN

Tanto la Unión Europea como la Alianza Atlántica han recibido el plan chino con extremada cautela e incluso con reproches. "China no tiene demasiada credibilidad porque no han sido capaces de condenar la invasión ilegal de Ucrania" mientras que solo unos días antes de que Rusia lanzara su tanques contra su vecino su presidente, Vladímir Putin, firmaba un tratado de amistad con el presidente Xi sobre un partenariado "ilimitado", ha dicho Jens Stoltenberg durante una rueda de prensa en Tallin (Estonia) adonde ha acudido, junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a conmemorar el 105 aniversario de la independencia de Estonia del imperio ruso en tan simbólica fecha.

"No es un plan de paz sino una serie de principios que comparten. Tenemos que examinarlos teniendo en cuenta el telón de fondo y es que China ha escogido un bando al firmar, por ejemplo, una amistad ilimitada (con Rusia) justo antes de que empezara la invasión de Ucrania. Así que examinaremos los principios, por supuesto, pero tendremos en cuenta el telón de fondo, que es que China ha tomado partido", ha añadido Von der Leyen. Unas horas después la portavoz comunitaria Nabila Massrali ha añadido que el plan, aunque hace hincapié en algunos principios de la carta de Naciones Unidas, es "selectivo e insuficiente".

"La posición de China se basa en el enfoque erróneo de los llamados intereses y preocupaciones legítimos de seguridad de las partes, lo que implica una justificación de la invasión ilegal de Rusia y difumina el papel del agresor y el agredido. La postura no tiene en cuenta quién es el agresor y quién la víctima en una guerra de agresión ilegal injustificada. Seamos claros, esta guerra podría haber terminado si Rusia cumpliera con el derecho internacional y cesa incondicionalmente su ataque y retira sus fuerzas y equipo militar del territorio de Ucrania, dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente", ha puntualizado.

Suministro de armas

En cuanto a la posibilidad de que Pekín suministre "ayuda letal" a Moscú, el ex primer ministro noruego ha reconocido de que es algo que hasta ahora no ha ocurrido pero sí "hemos visto señales e indicaciones de que China pueda estar planeando o considerando suministrar ayuda militar a Rusia. Y China no debería hacer eso porque sería respaldar una guerra ilegal de agresión, vulnerando el derecho internacional y violando la Carta de Naciones Unidas", ha añadido recordando a China, que es miembro del consejo de seguridad de la ONU, tiene una "responsabilidad particular" a la hora de proteger la carta. "Esta es una guerra de agresión que vulnera exactamente esa carta". El Ejecutivo comunitario también es consciente de las informaciones que apuntan a un posible envío de material militar por parte de Pekín. "Actualmente no tenemos pruebas claras pero pedimos a China que se abstenga de cualquier forma de ayuda militar al agresor", ha dicho la portavoz Nabila Massrali