Proceso de adhesión

Portugal reclama una reforma institucional y presupuestaria de la UE como requisito previo a la integración de Ucrania

"La expansión de la UE hacia el Este supondrá una pérdida de atención para los países atlánticos", avisa el primer ministro luso

El primer ministro portugués, António Costa, interviene durante el Foro La Toja, en Lisboa.

El primer ministro portugués, António Costa, interviene durante el Foro La Toja, en Lisboa. / EFE

Lucas Font

El primer ministro portugués, António Costa, se muestra prudente ante la posible integración de Ucrania y de países de los Balcanes occidentales en la Unión Europea. En su opinión, la incorporación de estos países supondrá que el centro de atención de Europa "se aleje del Atlántico y se traslade hacia el centro del continente", lo cual obligará a "reforzar las alianzas" entre los países más occidentales, de la misma forma que hicieron los países del sur durante los años de la crisis económica de 2008. "Debemos ser conscientes de lo que [la entrada de Ucrania en la UE] significa", aseguró el primer ministro en un acto organizado por el Foro La Toja en Lisboa, este miércoles.

Uno de los principales temores está en el presupuesto destinado a la Política Agraria Común (PAC), que con la entrada de Ucrania en el club comunitario debería ampliarse a casi el doble de la partida actual, según los criterios vigentes. Esta situación obligaría a aumentar la contribución que hacen los países "frugales", según Costa, o a reducir los fondos de los Estados más beneficiados por esta política, entre ellos España. "Parte de ese presupuesto se destinará a uno de los mayores productores agrícolas, con una superficie mayor a la de Francia y Alemania juntos", ha recalcado el primer ministro en referencia al país eslavo.

Por otro lado, el ingreso de Ucrania y de otros países balcánicos supondría una alteración de las regiones favorecidas por las políticas de cohesión, destinadas a reducir las desigualdades sociales y económicas entre territorios dentro de la UE. "Portugal pasaría a ser estadísticamente rico, sin que eso significara el crecimiento de un solo céntimo en nuestro Producto Interior Bruto". La pérdida de beneficios y de influencia del país en el marco comunitario es una de las principales preocupaciones del Ejecutivo luso, que advierte de la importancia de abordar con seriedad el debate. "La mayor tragedia futura para Europa sería la frustración de las expectativas. Eso sería una enorme traición para Ucrania".

Reforma institucional

La posición del Gobierno portugués es clara: antes de aceptar la incorporación de nuevos Estados miembros es necesario hacer reformas institucionales en la UE. Entre estas reformas está la revisión del número de comisarios, que actualmente se eleva a 27, uno por cada país. "Ya es difícil tener una Comisión Europea con 27 comisarios, eso exige una gran imaginación por parte de la presidenta de la Comisión. Creo que nadie tendrá imaginación para crear 36 carteras", alertó Costa, quien se mostró escéptico con la posibilidad de que algún Estado miembro renuncie a su representación en el órgano ejecutivo.

Además del cumplimiento de los criterios necesarios para la integración en la UE, el Ejecutivo luso considera necesario que la UE tenga capacidad para integrar a estos países. "Esto es como nuestra casa. Para recibir invitados debemos tener condiciones para recibirles. No podemos prescindir de este debate". Costa reconoce que las expectativas de Ucrania para entrar en la UE son las mismas que tenían España y Portugal en 1986, que además de consolidar la democracia liberal y de garantizar la paz, estaban relacionadas con aproximar el desarrollo económico y social al de los países más ricos de Europa. "Ucrania tiene derecho a tener esa expectativa, pero para eso la UE debe reunir las condiciones para hacerlo".