Seísmos

Recuerdos del terremoto de Sichuan: primero eran cientos de muertos, luego llegaron a 90.000

El terremoto de China en 2008 (el tercero más mortal de este siglo) dejó unas imágenes similares a las que llegan del seísmo de Turquía y Siria

na mujer sostiene a su hijo muerto tras ser rescatado en la ciudad de Beicha, en el epicentro del seísmo del pasado 12 de mayo de 2008, en la provincia de Sichuan, China.

na mujer sostiene a su hijo muerto tras ser rescatado en la ciudad de Beicha, en el epicentro del seísmo del pasado 12 de mayo de 2008, en la provincia de Sichuan, China. / REUTERS

Mario Saavedra

Alcanzar las zonas más afectadas por el terremoto de Sichuan (China 2008, magnitud 7,9 y cerca de 90.000 muertos y desaparecidos) era un auténtico calvario, un proceso lento y tedioso para una persona a pie, imposible casi para la maquinaria pesada que hacía falta para levantar las toneladas de escombros que sepultaban a las personas en lo que antes era su hogar o su colegio. Cuando uno por fin llegaba a los lugares cerca del epicentro de aquel seísmo en el corazón de China, uno de los primeros sonidos que escuchaba eran los golpes metálicos, secos, de las barras de hierro con las que la población local trataba de agrietar las piedras que sepultaban a sus allegados, a la espera de las excavadoras. Si alguien sentía algo bajo los escombros (una persona pidiendo ayuda), todos los vecinos y los equipos de rescate se concentraban en ese punto del amasijo, y arrancaban los esfuerzos de rescate. En los primeros días, los milagros empiezan a encadenarse: adultos, niños y ancianos que son rescatados a las 24, 48 o 72 horas del desastre, con las caras teñidas de polvo gris y recobrando la vida a bocanadas. Por eso es clave la movilización temprana de los equipos de emergencia y de la ayuda internacional.

El terremoto que ha asolado esta madrugada la región de Kahramanmaras (al sur de Turquía y al norte de Siria) ha sido de una magnitud algo menor que aquel de china, 7,4 en la escala Richter. Pero las imágenes son muy similares. Edificios de tres o cuatro plantas desplomados junto a otros que, no se sabe muy bien por qué, han resistido los temblores. Y decenas de personas subidas en los escombros sin saber qué hacer.

En las primeras horas de aquel 12 de mayo de 2008, los medios chinos e internacionales hablaban de solo unos centenares de muertos. Pero el temblor se había llegado a sentir en Pekín, a casi 2.000 kilómetros de distancia, lo que anticipaba un desastre mucho mayor. Cuando terminó el día, la cifra oficial rondaba los 9.000. El balance final del Gobierno chino fue de cerca de 70.000 muertos y 19.000 desaparecidos, además de casi 400.000 heridos. Entre ellos, más de 5.000 niños. Los temblores habían ocurrido en horario escolar, y las escuelas “tofu” (construidas con materiales malos, blandos como esa especie de queso chino) se habían desplomado una tras otra. 

El terremoto de Sichuan fue el tercero más mortal de este siglo, tras el de Indonesia de 2004 (que provocó un fuerte tsunami) y el de Haití de 2010 (ver tabla al final de este artículo). La zona turca azotada por el terremoto de este lunes está mucho menos poblada que aquella que azotó el terremoto chino de 2008. La ciudad turca más grande cercana al epicentro, Kahramanmaras, ronda el millón de habitantes, mientras que la mayor de las afectadas por el de Sichuan tenía cinco millones de residentes. La densidad de población y el tipo de viviendas que predominan es clave en estos desastres naturales. Eso apunta a que la cifra de muertos en el terremoto de Turquía será mucho menor, pero sólo se sabrá con certeza en unos días. Las próximas horas serán clave para calibrar la magnitud del desastre.

Tras un gran terremoto, las tareas a llevar a cabo son casi infinitas. Los rescates, la provisión de agua y alimentos, el alojamiento para los desplazados, o el enterramiento de los fallecidos. En las zonas más afectadas por un seísmo de estas características, el olor al cabo de unos días puede llegar a ser insoportable. En el de Sichuan, los cuerpos sin vida se apilaban en las cunetas mientras se proseguía con los esfuerzos de rescate. Los equipos de emergencias suelen tardar en llegar, especialmente si se trata de zonas montañosas o con carreteras en mal estado, que muy a menudo resultan dañadas y dificultan el acceso. 

Además, el terremoto rara vez termina con el primer temblor. Las constantes réplicas que suceden a los seísmos de esta magnitud mantienen a la población en un estado de tensión constante que se suma al shock emocional que padecen. 

[object Object]

2004 - Sumatra (Indonesia) - magnitud 9,1 - Alrededor de 230.000 fallecidos

2010 - Puerto Príncipe (Haití) - magnitud 7 - 160.000

2008 - Sichuán (China) -magnitud 7,9 - 90.000

2005 - Cachemira (Pakistán, India y Afganistán) - magnitud 7,6 - 86.000

2003 - Bam (Irán) - magnitud 6,5 - 30.000

2001 - Guyat (India) - magnitud 8,1 - 24.000