Europa central

La República Checa se aleja del populismo tras la derrota de Babis en las presidenciales

La victoria del general retirado Petr Pavel en las presidenciales del pasado fin de semana reorienta la política de Praga hacia la OTAN y Bruselas

El antiguo jefe del Estado Mayor checo, Petr Pavel, llega a una conferencia de prensa en Praga junto a su mujer Eva.

El antiguo jefe del Estado Mayor checo, Petr Pavel, llega a una conferencia de prensa en Praga junto a su mujer Eva. / AFP

Redacción

El péndulo político vuelve a bascular hacia la política tradicional, la democracia liberal y las instituciones multinacionales que anclan la vida de la mayoría de europeos. La derrota este fin de semana de Andrej Babis en la segunda vuelta de las presidenciales en la República Checa ha alejado al populismo del que era hasta ahora uno de sus principales bastiones europeos, casi una década después de que el segundo hombre más rico del país irrumpiera en la política checa, primero como ministro de Finanzas y número dos del Gobierno y después como primer ministro (2017-2021). La derrota de Babis, que ha perdido su segunda elección en dos años, es también la victoria de los partidarios de un mayor respaldo a Ucrania en la guerra que libra con Rusia.

El artífice de su fracaso el electoral es Petr Pavel, un general retirado y político de nuevo cuño, que fue jefe del Estado Mayor checo y jefe del Comité Militar de la la OTAN. En la segunda vuelta de este fin de semana Pavel se impuso con el 58% de los votos, frente al 42% de Babis. La participación batió récords al alcanzar el 70% de los ciudadanos con derecho a voto. “Esta era una batalla entre la democracia, el respeto a la Constitución y la orientación proocidental frente al populismo, las mentiras y la orientación hacia Rusia”, afirmo el primer ministro Petr Fiala, quien ya se impuso a Babis en las legislativas de 2021. Aun así el magnate multimillonario fue capaz de aglutinar más del 40% de los votos, por lo que cualquier intención de enterrar definitivamente su carrera política o las ideas que representa se antoja precipitada.

Durante la campaña, Babis recurrió a las mismas tácticas que tan buenos resultados le han dado a Víktor Orban en Hungría, quien obtuvo el pasado mes de abril una arrolladora victoria en las urnas tras afirmar falsamente hasta la saciedad que sus rivales pretendían enviar a las tropas húngaras a combatir en Ucrania. Los mismos miedos que trató de explotar el magnate en Chequia. “No arrastraré a la República Checa a la guerra. Soy un diplomático, no un soldado”, decía uno de sus eslóganes de campaña. Pero sus falacias no funcionaron, quizás porque Babis no tiene el mismo control de los medios de comunicación del que disfruta Orban, a pesar de que controla dos de los tres periódicos más leídos del país y la segunda cadena de radio con más oyentes, según 'Balkan Sight'.

Presidencia saliente

Si bien la presidencia es un cargo fundamentalmente ceremonial en Praga, el presidente saliente, Milos Zeman, forzó sus costuras al tratar de redirigir la política exterior checa hacia Rusia China, unas maniobras que se detuvieron tras la invasión de Ucrania, que llevó a Zeman a alejarse del Kremlin. “Han ganado los valores de la verdad, el respeto y la humildad, que son valores compartidos por la sociedad checa”, dijo Pavel tras conocerse su victoria electoral el pasado sábado.

Antiguo paracaidista, conocido popularmente como “el general”, Pavel se impuso en una campaña bronca en la que llegó a haber amenazas de muerte contra los candidatos, ciberataques contra sus páginas web y choques violentos en los mítines. Un reflejo de la extrema polarización de la sociedad checa, agravada por las dificultades económicas, marcadas por una inflación disparada y una deuda al alza. En medio de ese torbellino emocional, Pavel ha tratado desde el inicio de bajar las revoluciones de la política. “Liderando con experiencia y calma en tiempos difíciles”, decía su eslogan de campaña.