Oriente Medio

El acuerdo nuclear con Irán: tocado pero no hundido

Las ventas de armamento iraní a Rusia y la ola de protestas en el país persa apartan de la agenda un acuerdo que parecía inminente hace tan solo unos meses

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, el pasado 27 de diciembre.

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, el pasado 27 de diciembre. / EP

Adrià Rocha Cutiller

Hubo unas semanas, en verano, cuando parecía que estaba todo a punto de ocurrir. De las reuniones en Viena entre las delegaciones de negociación iranís, europeas y estadounidenses, salían sobre todo buenas palabras, que quedaba poco, unos flecos por retocar, cuestiones menores y que el renacimiento del acuerdo nuclear con Irán, roto en 2018 por el anterior presidente de EEUUDonald Trump, era solo cuestión de días o incluso horas.

Pero nunca ocurrió. Irán apretó con sus exigencias; Occidente no quiso escucharlas, y las negociaciones se dieron un tiempo. Ahora, sin embargo, este tiempo se ha vuelto indefinido. Los motivos son sobre todo dos: la ola de protestas desde mediados de septiembre en Irán y la venta de drones y misiles persas a Rusia para que Moscú los use en la guerra contra Ucrania

Nunca, desde que se retomaron las charlas para revivir el pacto nuclear, las posiciones han estado tan alejadas. "Me sorprendería mucho que en estas circunstancias se firmara algún tipo de acuerdo en los próximos meses. Aunque creo que EEUU aún no ha tirado la toalla con conseguirlo en el futuro, porque revivir el acuerdo fue un compromiso electoral de (Joe) Biden", explica Javier Gil Guerrero, profesor de la Universidad de Navarra.

Maley, figura clave

"No vemos que se pueda llegar a un acuerdo en un tiempo cercano", dijo esta semana la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre, que después matizó: "Pero la puerta a la diplomacia siempre estará abierta".

Según Gil, la puerta seguirá abierta siempre que siga en la Administración de Biden Robert Maley, quien lideró por la parte estadounidense las negociaciones con Irán en 2015 para firmar el primer acuerdo nuclear. "Maley es tremendamente favorable a llegar al acuerdo. Mientras él no dimita, esto será una señal de que la intención de EEUU sigue ahí. Así que puede que ahora el acuerdo esté en coma, pero aún se puede resucitar", dice Gil.

"Es una pena porque estábamos muy, muy cerca. Pero ahora no espero ningún movimiento [para revivir el acuerdo]", aseguró esta semana el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

Un mundo multipolar

En la actualidad, con las protestas recorriendo Irán y su Gobierno vendiendo drones y misiles balísticos a Moscú, un relanzamiento de las negociaciones se prevé imposible para un Occidente que quiere marcar distancias con la República Islámica. 

Sin embargo, explica Gil, quien se levantó de la mesa primero fue Teherán. "Creo que quien ha tirado la toalla es Irán, que parece que se han convencido que nos encaminamos hacia un mundo multipolar, y que las relaciones con Europa y EEUU no son ya tan importantes. Que con China y Rusia tienen una alternativa suficiente sin necesitar occidente", explica el académico, que continúa: "Y hay otro factor: creo que hay una infiltración rusa en Irán. Hablando con colegas y académicos de allí, se habla mucho de cómo Rusia tiene mucha gente dentro de las instituciones del país y la sartén por el mango dentro de la Guardia Revolucionaria iraní". La Guardia Revolucionaria es un cuerpo de élite dentro de las fuerzas armadas de Irán que controla gran parte de la economía del país persa. La función de Guardia Revolucionaria, que solo rinde cuentas ante el líder supremo, es la de proteger el sistema político de Irán: la República Islámica.

Este cuerpo, por ejemplo, ha sido el encargado de llevar a cabo la represión gubernamental contra la ola de protestas actual, que empezó hace un mes por la muerte a manos de la policía de la moral de una joven en Teherán.

El arma nuclear

"De verdad creemos que necesitamos evitar que el régimen iraní consiga el arma nuclear. Y creemos que la diplomacia es la forma de conseguirlo. Veremos si su Gobierno actual está realmente interesado en llegar a un acuerdo. Pero en este punto, el foco tiene que estar en lo que está pasando en Irán, [las protestas], porque las charlas se han encallado", dijo hace unas semanas Maley en una entrevista a la televisión CNN. Teherán, de hecho, culpa a Washington de estar detrás de las manifestaciones, y la desconfianza entre los dos gobiernos va en incremento. 

"Trump hizo mucho daño —considera Gil—. En Irán existe la idea de que Estados Unidos no es un país fiable, que de qué sirve firmar un acuerdo con los demócratas para que luego vuelvan a ganar los republicanos y lo rompan de nuevo. Ante esto, Irán parece haber apostado a acercarse a China y Rusia, con este convencimiento, creo que erróneo, de que el mundo es ahora multipolar. El mundo no ha llegado aún a esta multipolaridad".

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