Reino Unido

Un tribunal falla a favor del plan del Gobierno británico para enviar solicitantes de asilo a Ruanda

Los jueces han desestimado los recursos que se presentaron en abril y que lograron paralizar un primer vuelo previsto para mediados de junio

Manifestación en Londres contra los planes del Gobierno conservador de enviar solicitantes de asilo a Ruanda.

Manifestación en Londres contra los planes del Gobierno conservador de enviar solicitantes de asilo a Ruanda. / EP

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El Tribunal Superior de Londres ha dictaminado este lunes que la controvertida ley migratoria con la que el Gobierno británico busca enviar a Ruanda a solicitantes de asilo es legal.

Los jueces han desestimado los recursos que se presentaron en abril y que lograron paralizar en un principio el primer vuelo a Ruanda previsto para mediados de junio. Si bien han fallado a favor de ocho solicitantes de asilo al considerar que el Gobierno británico había actuado mal en sus casos individuales.

En las vistas que se han ido celebrando desde entonces, los solicitantes de asilo junto a sus abogados han estado denunciando que este procedimiento no solo es ilegal, sino que además es "gravemente injusto" ya que corren el riesgo de ser expulsados sin acceso a asesoramiento jurídico.

A su vez, han alertado de que las condiciones que presenta Ruanda para acoger a estas personas no son las mejores debido a su pobre historial de respeto de los Derechos Humanos. "Torturan y asesinan a quienes considera sus opositores", denunciaron los abogados en una audiencia celebrada en septiembre.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) también ha intervenido y expuso ante el tribunal que Ruanda no cuenta con los "mínimos" necesarios para sostener un sistema de asilo "fiable, justo y eficaz".

Por su parte, el Ministerio del Interior británico ha alegado que el acuerdo entre los gobiernos británico y ruandés cumple con todas las garantías de que estas personas recibirán el trato adecuado una vez lleguen al país africano, pudiendo acceder a los varios "programas de integración" previstos en un plan valorado en unos 120 millones de libras (137 millones de euros).