Estado de emergencia

Españoles atrapados en el Machu Picchu: “Tenemos que salir antes de que esto vaya a peor”

Los piquetes inutilizaron las vías de tren, la única opción existente para salir desde la ciudadela hasta Cuzco | Acudieron a la boda de un amigo y quisieron ver el santuario antes de regresar a España | “Tenemos que salir antes de que esto vaya a peor”, apuntan

Tania Míguez, Luis Ángel Carbia, Iago Saborido y Tania Domínguez posan en el Machu Picchu, justo antes de que comenzasen las revueltas.

Tania Míguez, Luis Ángel Carbia, Iago Saborido y Tania Domínguez posan en el Machu Picchu, justo antes de que comenzasen las revueltas.

Lois Docampo

Luis Ángel Carbia, Tania Míguez, Iago Saborido y Tania Domínguez aterrizaron el pasado viernes en Perú con la intención de disfrutar de unas vacaciones únicas. El motivo del viaje era asistir a la boda de un amigo pero de paso aprovecharían para visitar el Machu Picchu, regresando de nuevo hacia España mañana. Este idílico viaje de parejas se ha convertido sin embargo en una pesadilla para los cuatro estradenses, que llevan días atrapados en la localidad de Aguas Calientes, el pueblo a los pies de la antigua capital del imperio Inca al que solo se puede acceder en un tren que en estos momentos está inutilizado. Es una de las medidas de presión de los manifestantes que en estos días toman las calles de Perú en protesta por la destitución de Pedro Castillo y el nombramiento como presidenta de Dina Boluarte.

La situación generada en Perú pilló por sorpresa a los cientos de turistas que cada día acuden a visitar el gran reclamó turístico del país, un santuario que se encuentra al sur de Perú –precisamente donde las manifestaciones están siendo más duras– y en una zona de los Andes de difícil acceso. La única forma de acercarse hasta el Machu Picchu es tomar un tren en Cuzco para recorrer 110 kilómetros. Ese fue el camino que los cuatro estradenses recorrieron hace unos días para conocer la joya del turismo peruano. “El día que subimos hasta el Machu Picchu ya se comenzaba a escuchar algo pero todo estaba tranquilo. Cuando subimos estuvimos casi solos. Fue cuando bajamos cuando nos contaron que la situación estaba complicada y en la televisión ya solo se hablaba de las protestas, piquetes y vandalismo”, nos cuenta Luis Carbia desde Aguas Calientes.

El aislamiento de esta localidad la convirtió en uno de los objetivos principales de los piquetes, que decidieron justo en ese día cortar la vía del tren para impedir a los turistas regresar a Cuzco y al mismo tiempo cortar la principal vía de suministro de Aguas Calientes. “Están cortando todos los transportes públicos y lo están haciendo de una manera muy agresiva”, explica el estradense señalando las cifras de muertos que se barajan. “Por lo que nos explicaron aquí, este tren fue uno de sus objetivos porque es un partido político el que lo controla y se aprovechan de los turistas. Los precios son muy altos. Solo llegar hasta el Machu Picchu te puede costar unos 500 euros y parece que no están de acuerdo con eso”.

Una vez atrapados en Aguas Calientes, la situación de los cuatro estradenses está comenzando a hacerse cada vez más preocupantes. Por un lado temen que las protestas terminen por convertirse en una guerra civil. “Tienen el país paralizado hasta que la presidenta dimita pero hay muchos altercados y muertos. Los que están en Cuzco no pueden salir a la calle. Ahora se ha decretado el estado de emergencia y ha salido el ejército a la calle. Se ve a gente de esta zona ir con arcos y flechas”, explica

Por otro apuntan a la situación que está comenzando a generarse en la localidad donde están atrapados. En el momento de la interrupción del servicio de trenes, en Aguas Calientes se realizó un recuento de todos los turistas que había en la localidad y 779 extranjeros realizaron su registro en el ayuntamiento. El problema, según nos explican los estradenses, es que esta localidad no tiene capacidad para atender a tantas personas sin los suministros que diariamente le llegan por vía ferroviaria. “La gente se está empezando a desesperar y algunos comercios ya han cerrado, no sabemos si porque no tienen suministros o si prefieren guardarlos para ellos. En nuestro hotel por ejemplo ya nos dijeron que solo tienen gas para una semana. No hay reservas de nada”.

Ante esta situación, los estradenses analizan la manera que salir de Perú de la manera que sea. “Ahora mismo lo único que quiero es volver a casa y ver a mi hija. Tenemos que salir de aquí antes de que vaya a peor”. Sus opciones pasan ahora por una caminata por la vía del tren para intentar llegar a Cuzco y luego a Lima donde cogerían un avión de vuelta. No se trata sin embargo de un viaje nada sencillo teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra Perú. “Todo esto no es culpa nuestra. Debería haber algún gobierno que se preocupase de sacar a los turistas de aquí de alguna manera. Ahora mismo nos sentimos indefensos. Todo el mundo se lava las manos a pesar de que saben que estamos aquí”, lamenta Luis Carbia, quien reconoce que lo más complicado en estos momentos es la espera y la necesidad de gestionar la incertidumbre sobre qué va a pasar en los próximos días.

Estudian realizar el camino por las vías del tren a pie para acercarse al aeropuerto

Luis Carbia reconoce que ahora mismo sus opciones son limitadas y lo peor es que no saben cuándo se podrá volver a la normalidad. El estradense explica que varios turistas que se quedaron atrapados con ellos decidieron realizar a pie el camino hasta Ollantaytambo. Se trata de un recorrido de entre ocho y diez horas por las vías del tren que atraviesa una zona de selva. “Puede que no nos quede otra opción que hacerlo. Hubo gente que ya lo hizo. Todos queremos volver a casa y la situación empieza a ser desesperante”, explica. Carbia señala que será un viaje exigente y que además tampoco ofrece garantías a su llegada a Ollantaytambo, desde donde intentarán llegar a Cuzco. Sus previsiones eran viajar hoy en avión desde esta localidad hasta Lima, donde cogerían el vuelo de vuelta a Madrid. Ahora mismo sin embargo, los aeropuertos también están cerrados así que sus opciones pasarían por hacer el camino entre Ollantaytambo, Cuzco y Lima por carretera. “Tendríamos que encontrar alguien que nos lleve pero no es fácil. Un taxi por ejemplo se arriesgaría mucho si lo paran los piquetes”.

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