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Putin no está solo: estos son los autarcas del siglo XXI

En pleno siglo XXI proliferan los dirigentes que gobiernan de forma autoritaria y socavan la democracia

No todos son dictadores. En pleno siglo XXI proliferan los dirigentes autoritarios que se sirven de la democracia para llegar al poder pero una vez allí gobiernan con métodos cada vez menos democráticos. Es un fenómeno creciente y los hay de izquierdas y de derechas.

Kim Jong-Un.

Kim Jong Un

Es el líder absoluto de Corea del Norte desde el 2011, la tercera generación de la única dinastía comunista del mundo . Su fecha de nacimiento se sitúa entre 1983 y 1984, con lo que llegó muy joven al poder, que ejerce de forma despiadada y cruel. Al "brillante camarada" y "joven general" con el que el hermético régimen militar le dio a conocer, se le atribuyen purgas y ejecuciones de varios altos cargos por traición, entre ellas la de su propio tío Jang Song Thaek. No ha propiciado ni la mínima apertura de la férrea dictadura norcoreana y en la década larga que lleva en el poder ha realizado al menos cuatro ensayos nucleares y ha lanzado más de un centenar de misiles balísticos.

Xi Jinping.

Xi Jinping

El presidente chino, de 69 años y en el poder desde el 2013, fue coronado por tercera vez el pasado fin de semana secretario general del Partido Comunista y por ende líder supremo de China, en un congreso en el que solo sus incondicionales pasaron a ocupar los puestos de mando. En la China de Xi no cabe la mínima disidencia, como todo el mundo pudo ver en directo con la expulsión de su antecesor, Hu Jintao, del congreso. Es el dirigente chino que más poder ha acumulado en sus manos desde Mao y ha revertido todo signo de tímida apertura de sus más inmediatos antecesores. Se ha mostrado implacable en los encierros de ciudades enteras para luchar contra el covid.

Vladímir Putin.

Vladímir Putin

El presidente ruso, de 70 años, acumula en total 19 años en la presidencia rusa (1999-2008) y desde el 2012 hasta la actualidad, cuatro mandatos discontinuos, sin ninguna voluntad de marcharse porque se ha encargado de introducir reformas constitucionales para poderse a volver presentar en el 2024 y el 2030. Es un dirigente sin escrúpulos al frente de un régimen con cada vez más tintes mafiosos y menos políticos: corrupción institucionalizada, envenenamientos y asesinatos de opositores y activistas y cárcel o exilio para quienes le desafíen. Practica un fuerte culto a la personalidad y le gusta fotografiarse en pose de macho y hombre duro. El revés sufrido en Ucrania , que él ideó como un paseo militar y una guerra muy corta, le convierten en este momento en un hombre muy peligroso.

Jair Bolsonaro.

Jair Bolsonaro

El presidente brasileño, de 67 años, aspira este domingo a renovar para un segundo mandato de cuatro años frente a Lula, y ante lo reñido que se predicen los resultados, amenanaza con no reconocerlos si le son desfavorables, tras haber sembrado dudas sobre la limpieza del proceso electoral y haberse servido para ello de toda clase de 'fake news'. Bolsonaro, capitán retirado del Ejército, es un homófobo, racista y misógino confeso con un discurso reaccionario y demagógico. Defensor de la mano dura, exalta la violencia policial y salpica su ultranacionalimo con constantes referencias a la religión. "Brasil por encima de todo y Dios encima de todos", es su lema preferido.

Viktor Orbán.

Viktor Orbán

En el poder desde el 2010, el primer ministro húngaro, de 59 años, ha promovido en el país reformas constitucionales y leyes que paulatinamente han ido socavando la independencia del poder judicial y limitando la libertad de prensa. De la militancia anticomunista ha evolucionado hasta convertirse en un conservador social que ha promulgado iniciativas contra el aborto y las comunidades LGTBI y para restringir la inmigración, todo adornado con una retórica fácil y otras medidas populistas. Orbán se ha convertido en la pesadilla de la Unión Europea, hasta tal punto que el Parlamento Europeo dictaminó el mes pasado que el país no es una democracia plena, bautizándolo de "autocracia electoral".

Daniel Ortega.

Daniel Ortega

En la presidencia de Nicaragua desde el 2007, el antiguo comandante de la Revolución sandinista se ha convertido en un caudillo populista que ha logrado someter al resto de poderes del Estado (legislativo y judicial ) a sus designios, ante la impotencia de una fragmentada oposición y recurrentes protestas callejeras reprimidas a fuego. Gracias a ello, ha podido modificar la Constitución para romper los límites a sus mandatos y cuenta con la inestimable ayuda de su esposa, Rosario Murillo, para instaurar una especie de dinastía familiar en el país. Defiende postulados izquierdistas que combina con un conservadurismo moral que agrada a la Iglesia, a la vez que mantiene gran complicidad con el empresariado y las élites económicas del país.

Nayib Bukele.

Nayib Bukele

Tiene 41 años y lleva solo tres en la presidencia de El Salvador, pero Nayib Bukele ha tenido tiempo de hacerse el control de todos los resortes del Estado, concentrado cada vez más poder sin que eso le reste un gran apoyo popular. Llegó al poder como un soplo de aire fresco, como un candidato de fuera del sistema. Con imagen y un estilo novedoso, su lenguaje es fácil y maneja con gran habilidad las redes sociales, lo que le hace parecer un dirigente cercano cuando en realidad es un líder autoritario, azote de la prensa independiente, de las organizaciones de derechos humanos, y que, bajo la acusación de terrorismo, ha enviado a la cárcel a miles de salvadoreños, a la vez que ha negociado con las maras.

Recep Tayip Erdogan.

Recep Tayip Erdogan

Recep Tayip Erdogan lleva en el poder desde el 2003, primero como primer ministro y desde el 2014 como presidente. Fue en ese momento cuando declaró el que el sistema se ha vuelto presidencial y de ser el dirigente islamista moderado que había de abrir la puerta entre Oriente y Occidente y llevar a Turquía a Europa, se ha convertido en un dirigente dictatorial que combina autoritarismo, populismo e islamismo al frente de un régimen hiperpresidencialista. A través de decretos, Erdogan cambia leyes y reglamentos a conveniencia y no duda en destituir masivamente a jueces y en perseguir y encarcelar a periodistas, académicos y parlamentarios.

Donald Trump.

Donald Trump

Al mando de la primera potencia del planeta entre 2017 y 2021, la presidencia de Donald Trump pasará a la historia como una de las más oscuras de la historia de Estados Unidoscaracterizada por el absoluto desprecio a las instituciones democráticas. Durante cuatro años, Trump trató de deslegitimar al resto de poderes (legislativo y judicial) y a la prensa, blanco de constantes ataques. Tras perder las elecciones, se resistió durante semanas a reconocer su derrota, mientras presionaba a jueces y gobernadores para que trataran de revertir el resultado. Cuando agotó esta batalla, lanzó a sus seguidores al asalto del Capitolio para impedir el traspaso del poder, en uno de los episodios más tristes de la historia reciente de EEUU. Él mismo trató de sumarse a la turba de fanáticos.

Rodrigo Duterte.

Rodrigo Duterte

El presidente filipino ha gobernado durante seis años (2016-2022) como un auténtico tirano. Él mismo se hacía llamar "dictador contra las fuerzas del mal" y su legado es sangriento: la guerra contra contra traficantes y consumidores de droga dejó miles de muertes en las calles de las principales ciudades del país, donde desplegó verdaderos escuadrones de la muerte y a policías con licencia para matar. Intentó restablecer la pena de muerte mediante la horca pero el Senado lo bloqueó. Los exabruptos verbales fueron también el sello de su polémica presidencia, con salidas de tono machistas, insultos, ataques a los homosexuales y amenazas a delincuentes.

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