"Estamos ante en una frontera histórica. (...) probablemente este es el decenio más peligroso, impredecible y al mismo tiempo importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial", aseguró este jueves el presidente ruso, Vladímir Putin, en el centro de debate ruso Valdai Club de Moscú. En el mismo discurso también atacó a Occidente, al que acusó de "ir hacia la escalada de tensión" y "desestabilizar el mercado mundial de comida y energía".

Aunque desde el oficialismo ruso se advirtió de la posiblidad de usar armamento nuclear en el frente, para proteger la integridad rusa – incluyendo las regiones ocupadas del sur y este de Ucrania -, Putin ha querido matizar esas afirmaciones y ha apuntado que “Rusia nunca ha hablado de usar bombas nucleares en Ucrania” e insistió en las acusaciones de que Ucrania prepara una bomba sucia nuclear, un explosivo convencional que dispersaría material radioactivo.

Según el mandatario, Rusia lo que hace es “defender su derecho a existir”, y añadió que su país “no quiere luchar contra las élites occidentales”. Apuntó que las potencias occidentales desean “destruir, borrar del mapa” al país euroasiático.

"Rusia no propone reemplazar la unipolaridad con la bipolaridad, la tripolaridad. Sustituir el dominio de Occidente por el dominio del Este, Norte o Sur, esto conduciría inevitablemente a un nuevo callejón sin salida", opinó. Asimismo, abogó por reflejar la diversidad del mundo en las estructuras de la ONU, incluido del Consejo de Seguridad. "Posiblemente, hay que pensar en que la estructura de la ONU y el Consejo de Seguridad reflejen mejor la diversidad de las regiones del mundo", señaló. En este sentido, agregó que "mañana, de países de Asia, África, América Latina dependerá mucho más de lo que se cree hoy día". "El aumento de su influencia, sin duda, es positivo", dijo

Incluso durante el discurso llegó a apuntar que el objetivo de Moscú respecto a Occidente es “ser amigos, dialogar y fortalecer la confianza mutua y la paz”, a pesar de haber empezado el pasado febrero de ese 2022 la llamada por el oficialismo ruso “operación militar especial” en Ucrania.

El frente de Ucrania

Apenas mencionó el conflictó rusoucraniano aunque cuando lo hizo, fue para justificar su necesidad, desde el punto de vista del Kremlin. El primero de ellos, eran los “planes de expansión de la OTAN” a expensas de Ucrania, el segundo, “la negativa de Kiev a cumplir con los acuerdos de Minsk”. Estos acuerdos de paz del 2015 entre Rusia y Ucrania incluían un alto al fuego, la retirada de armamento pesado, restaurar el control de Ucrania sobre la región y garantizar un autogobierno al Donbas, entre otros puntos.

“Para nosotros, esto significaba que teníamos que hacer algo con el Donbas” argumentó el líder ruso. Razonó que “reconocerles la independencia (de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk) y simplemente dejarles a su suerte es generalmente inaceptable”. 

También hizo hincapié en las consecuencias del conflicto, principalmente económicas, “inapelables”, pero “han fortalecido la soberanía rusa”. La economía rusa ha sufrido múltiples sanciones, bloqueos y otros boicots a lo largo de este 2022 que han perjudicado a particulares y empresas del país euroasiático. A pesar de las dificultades, Putin aseveró que “los intentos de hundir la economía rusa han fallado y esta se ha adaptado a la nueva realidad”.