Los manifestantes han vuelto a salir a las calles de las ciudades de Irán este sábado para denunciar muerte de la joven Masha Amini, una joven de 22 años que falleció cuando se encontraba bajo custodia de la policía de la moral en la capital Teherán. Amini estaba arrestada por "llevar mal puesto el velo" y supuestamente infligir el estricto código de vestimenta que tienen que someterse las mujeres de la República Islámica.

Tras un mes de protestas sin pausa y varias declaraciones de las autoridades iranís afirmando que la joven murió de una enfermedad y no de "golpes", la indignación -y la insuficiente explicación- de su muerte ha desencadenado la mayor ola de manifestaciones y violencia en Irán desde las protestas de 2019 contra la subida de los precios de la gasolina.

Las concentraciones las encabezan mujeres jóvenes que queman sus velos y, pese a los cortes de las redes sociales más populares y el riesgo que están asumiendo en revelarse y enfrentarse a la policía, estas siguen propagándose.

Los mulás deben marcharse!", coreó el sábado un grupo de alumnas sin velo en la Escuela técnica y profesional Shariati de Teherán; en Al Hamedan (al oeste de la capital), los manifestantes lanzaron proyectiles contra las fuerzas de seguridad, según imágenes verificadas por la AFP; hubo varias marchas en el Ardabil, al noroeste; y los comerciantes hicieron huelga en Saqez, la ciudad originaria de Amini. Varios grupos de jóvenes también se manifestaron en las universidades de Teherán, Isfahán (en el sur) y Kermanshah (noroeste), según varias imágenes compartidas en internet.

El lema de los manifestantes responde al llamamiento "¡El principio del fin!" del régimen, y los activistas llaman a los ciudadanos a manifestarse en lugares donde no estén presentes las fuerzas de seguridad para poder corear frases como "Muerte al dictador", en referencia al líder Alí Jamenei.

Solidaridad internacional

La marea de protestas en Irán, que ya entra en su quinta semana consecutiva, ha hecho eco a nivel internacional y muchos países se han solidarizado con el pueblo iraní. Estados Unidos y la Unión Europea, para hacer frente a la represión, han determinado sanciones contra los funcionarios implicados en la represión, que ya ha dejado al menos 108 muertos, 23 de ellos menores de 11 a 17 años, según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha acusado en varias ocasiones a Estados Unidos de querer desestabilizar su país. Y antes de que la Unión Europea imponga sanciones a Teherán este lunes, el jefe de la diplomacia iraní, Hosein Amir-Abdolahian, pidió al bloque que adopte una "visión realista" frente a las manifestaciones.

Irán es un "pilar de una estabilidad y una seguridad duraderas en la región", recordó el ministro durante una conversación telefónica el viernes con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.