El Departamento de Interior del Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que obligará a todos los agentes de las fuerzas de seguridad a llevar cámaras corporales que filmen su actuación y permitirá la publicación rápida de los videos grabados en incidentes graves.

En un comunicado, dicho departamento informó de las nuevas normas internas que ha aprobado para los agentes de las fuerzas de la ley con la intención de "mejorar la seguridad, la transparencia y la rendición de cuentas" y de incrementar la "confianza" con los ciudadanos

Se trata de directrices "claras" que entre otras cosas obligan a los agentes a llevar siempre cámaras corporales cuando estén de servicio y que por otro lado también restringen el uso de registros sin aviso previo.

Las nuevas normas han sido elaboradas por un grupo de trabajo nombrado el año pasado por la secretaria de Interior, Deb Harland, y que ha dirigido el vicesecretario Tommy Beaudreau.

Según Beaudreau, con la reforma de las prácticas policiales, se está tratando de "fortalecer la unión" entre las fuerzas de seguridad y las comunidades a las que sirven.

Muchos de los incidentes de brutalidad policial en Estados Unidos fueron hechos públicos por videos grabados por ciudadanos, como fue el caso del asesinato del afroamericano George Floyd en Mineápolis en mayo de 2020, aunque hay muchos otros casos de los que se ha sabido gracias a los videos registrados por las cámaras corporales de agentes de policía.

Imagen de un grafiti en apoyo de de George Floyd. EFE

Un ejemplo es la muerte en marzo de este año de un adolescente de trece años en Chicago por disparos de la policía tras una persecución. El joven estaba desarmado y levantó las manos antes de ser disparado, como mostraron los videos.

Las nuevas normas recogen la obligatoriedad de la cámara corporal para todos los agentes que patrullen o estén en contacto con ciudadanos, unos requisitos mínimos para permitir la publicación de vídeos sobre incidentes considerados "serios" con resultado de muerte o de personas heridas.

Por otro lado, se prohíbe a los agentes que presionen la carótida de un sospechoso para inmovilizarlo a no ser que haya autorización para un uso de la fuerza que pueda conllevar la muerte.

Floyd murió precisamente por ahogamiento, después de que su asesino, el agente Derek Chauvin, presionara la rodilla contra su cuello durante más de nueve minutos al intentar detenerlo por haber utilizado un billete falso para pagar en una tienda.

En cuanto a las nuevas normas para entrar en una vivienda sin previo aviso y sin autorización judicial, el Departamento de Interior solo lo justificará cuando haya una "amenaza inminente de violencia física al agente o a otra persona que haya requerido ayuda.

Y cualquier registro o entrada sin aviso debe contar con la autorización de su primer y segundo supervisor al mando y de un asistente del fiscal.