La Unión Europea ha aprovechado el consejo de asociación UE-Ucrania, que se ha reunido este lunes por primera vez desde la invasión rusa en febrero y desde que los Veintisiete concedieran el estatus de país candidato al club, para concluir un nuevo acuerdo para distribuir otros 500 millones de euros en forma de ayudas al alojamiento y la educación de los desplazados internos ucranianos, uno de los compromisos asumidos en la conferencia de donantes celebrada en mayo en Varsovia. Pese a este nuevo desembolso, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha reconocido que la situación es complicada y ha avisado que seguirán apoyando al país tanto tiempo como sea necesario.

“El principal mensaje es que la UE seguirá apoyando a Ucrania sea cual sea la amenaza y el chantaje que nos haga Rusia. Vamos a seguir dando apoyo financiero, humanitario y militar el tiempo que sea necesario", ha avisado tras la reunión, a la que ha asistido el primer ministro ucraniano, Denis Schmyhal. “Putin quería ocupar, destruir y colonizar Ucrania y, al contrario, ha empujado a Ucrania más cerca de la UE”, ha recordado el alto representante para la política exterior europea reconociendo que Kiev no necesita aplausos ni buenas palabras sino “apoyo físico” y “armas” para terminar con la guerra “lo antes posible”.

Borrell se ha mostrado particularmente preocupado por las noticias que llegan de la central nuclear de Zaporiyia. “Hay un juego nuclear que debe parar. Están jugando con fuego y es un ejemplo más del comportamiento irresponsable de Rusia”, ha recordado reivindicando que la central siga siendo parte del sistema energético ucraniano y se desmilitarice la zona. En cuanto a las negociaciones de adhesión, los representantes europeos han animado a Kiev a seguir el camino de reformas que ha emprendido aunque ha reconocido que llevará tiempo y esfuerzos importantes. 

El objetivo de Kiev, según ha precisado Schmyhal, que también se ha reunido con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y de la Comisión, Ursula von der Leyen, es cumplir con las siete condiciones exigidas para iniciar las negociaciones de adhesión para “final de años” o principios del próximo como muy tarde. “En esta fase recomendamos a Ucrania que se centre en la aplicación de las siete medidas previstas en nuestro dictamen y confirmadas por el Consejo Europeo. Es decir, el fortalecimiento del estado de derecho, la lucha contra la corrupción y el blanqueo de dinero, así como la garantía de los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales”, ha incidido el comisario de ampliación, Oliver Várhely.