Sí a suspender el acuerdo de facilitación de visados con Moscú pero no a una prohibición total de acceso de ciudadanos y turistas rusos a la UE. Es la postura que de momento se impone entre los ministros de exteriores de la Unión Europea que, en un consejo informal que se celebra en Praga (República Checa), debaten este martes y miércoles una iniciativa para limitar el acceso de rusos a la UE y aumentar la presión sobre Moscú por la guerra en Ucrania. “Hay posiciones divergentes. Hay países que quieren una prohibición total. Otros quieren trabajar en el marco de facilitación de visados. No puedo avanzar cuál será el resultado final pero estoy seguro de que lograremos un enfoque equilibrado a este problema. Tenemos que ser más selectivos", ha dicho el alto representante para la política exterior y de seguridad común, Josep Borrell, a su llegada a la reunión.

Francia y Alemania son dos de los países que no ven con buenos ojos una prohibición total, que consideran sería contraproducente porque haría de nuevo evidente la división interna en el seno de la UE. “Hay que saber distinguir entre quienes hacen la guerra, con el presidente ruso y su entorno al frente, y los ciudadanos rusos, los artistas, estudiantes, periodistas. Los primeros son los responsables de la guerra, los otros no. Deseamos y tenemos que seguir teniendo lazos con ellos", ha recordado la ministra francesa, Catherine Colonna. Frente a una prohibición total de acceso a los turistas rusos, el compromiso sugerido por Berlín aboga por limitar el castigo a una suspensión de visados múltiples o visados por varios años. “Pienso que puede ser una buena vía”, ha defendido la ministra Annalena Baerbock.

Tampoco España es partidaria de restringir el acceso total. “Tenemos que mantener un equilibrio entre garantizar que nadie que participa en el esfuerzo de la guerra de Vladimir Putin se le permita entrar en territorio europeo y, al mismo tiempo, garantizar que todos esos sectores de la población que quieren saber la verdad de lo que ocurre en Ucrania, todas esas personas que quieren implicarse de buena fe, nos mantenemos abiertos a ellos porque esas personas son también el futuro de una relación pacífica que la UE quiere tener con los ciudadanos rusos”, ha dicho el ministro José Manuel Albares a su llegada a una reunión en la que la guerra en Ucrania y la situación en África centrarán las discusiones.

Más presión

La presión para cerrar la puerta a los ciudadanos rusos no ha dejado de crecer en las últimas semanas, espoleada desde Kiev. “Los viajes hacia la UE no tienen ningún efecto transformador en Rusia. Desde (el acuerdo sobre) la facilitación de visados en 2007, Moscú ha atacado Georgia, ha lanzado una guerra contra Ucrania, cometido múltiples crímenes. Todo ello con un apoyo popular mayoritario. Para transformar Rusia hay que cerrar la puerta a los turistas rusos”, ha respondido el ministro de exteriores ucraniano, Dymitro Kuleba, ante las reticencias de algunos países europeos.

Su mensaje cuenta con apoyos en el seno de la UE. Particularmente entre los países bálticos, la República Checa o Polonia que reclaman la suspensión de los visados a los ciudadanos rusos que quieren entrar en cualquier país del espacio de libre circulación de Schengen. “Espero que logremos una solución común europea que nos permita limitar significativamente el flujo de turistas rusos hacia Europa”, ha dicho esperanzado el ministro lituano Gabrielius Landsbergis. 

La UE ya decidió suspender partes del acuerdo sobre concesión de visados de corta duración a finales de febrero, tras la decisión de Putin de atacar Ucrania. A debate ahora y ante la división que genera una prohibición total, cobra fuerza la posibilidad de limitar aún más la concesión de visados, y un endurecimiento del procedimiento, haciéndolo más farragoso y caro. “Nos gustaría distinguir entre el Estado ruso y sus ciudadanos. Pero al mismo tiempo vemos que de lejos los que más vienen aquí son rusos ricos que a menos tienen vínculos con el régimen”, ha dicho el ministro holandés de exteriores, Wopke Hoekstra, a la cadena RTL.

“Apoyamos plenamente la suspensión del acuerdo de facilitación de visados. Al mismo tiempo estamos abiertos a tomar más decisiones para restringir la circulación de ciudadanos rusos en la UE, con acento en los visados por turismos. Pero necesitamos una base legal sólida para ello y necesitamos ser cuidadosos en no bloquear la posibilidad de exponer a la generación joven de Rusia a los valores europeos”, ha valorado el rumano Bogdan Aurescu. Tanto Holanda, que no ha emitido ni un visado a turistas rusos desde abril, como Rumanía, que ha emitido 800 de los cuales 130 eran por turismo, han avisado que las restricciones no deben afectar a los visados humanitarios o a los disidentes políticos.