Un funcionario británico alertó de que en Ruanda se producen "detenciones arbitrarias, torturas e incluso asesinatos" antes de que el Gobierno del Reino Unido pusiera en marcha la política de enviar a ese país a solicitantes de asilo, según se reveló este martes en un proceso judicial.

Durante una vista preliminar en el Tribunal Superior de Londres, que debe decidir si esa política se ajusta a la legalidad, se conoció que el Ministerio de Exteriores pidió un informe a un experto interno sobre las condiciones del país africano.

En su respuesta, ese funcionario, cuya identidad no ha sido revelada, escribió que en Ruanda "la oposición política no está tolerada", además de las referencias a torturas y detenciones como "métodos aceptados para mantener el control", según han divulgado la cadena pública BBC y el diario 'The Guardian'. Ambos medios participan en el proceso para obligar al Gobierno británico a publicar todos los documentos relacionados con el caso.

A pesar de esas advertencias, el Ejecutivo británico fletó el primer avión para deportar a los primeros solicitantes de asilo en junio, si bien el Tribunal Europeo de Derechos Humanos bloqueó su despegue y conminó a que los jueces británicos emitan su veredicto final antes llevar a cabo los traslados.

El Ministerio de Interior argumentó este martes ante el tribunal que muchos fragmentos de los informes que se elaboraron sobre Ruanda deben permanecer en secreto para evitar dañar las relaciones internacionales y la seguridad del Reino Unido.