Las autoridades militares noruegas han confirmado cuatro fallecidos en el siniestro de un avión militar estadounidense en el norte del país mientras mientras participaba en unas maniobras militares conjuntas de la OTAN.

El jefe de las Fuerzas Armadas de Noruega, Eirik Kristoffersen, ha confirmado los peores pronósticos en su página de Facebook. "La operación de búsqueda y rescate encontró lo que fue un accidente. Desafortunadamente, la tripulación a bordo del avión American V-22 Osprey ha fallecido. Mis pensamientos están con los que quedaron atrás y los colegas de los fallecidos", ha hecho saber.

El primer ministro del país, el laborista Jonas Gahr Store, también ha lamentado el fallecimiento de los cuatro militares estadounidenses. "Nuestro más sentido pésame para las familias de los soldados, parientes y compañeros", ha hecho saber en su cuenta de Twitter.

La aeronave se dirigía hacia el norte de Noruega y se esperaba que entorno a las 18.00 horas tomase tierra en la ciudad de Bodo. Sin embargo, esto no ha ocurrido y, de hecho, la última posición registrada antes del accidente ubicaba la aeronave en Saltfjellet, una cadena montañosa a unos 70 kilómetros de Bodo.

Por el momento, se desconocen las causas del accidente, aunque el Ejército estadounidense ha informado de que se ha abierto una investigación sobre lo ocurrido y que se darán más detalles cuando sea posible y el tiempo lo permita.

Las Fuerzas Armadas de Noruega habían alertado este viernes a última hora de la desaparición de un avión estadounidense que participaba en los ejercicios militares de 'Cold Response', una maniobra conjunta de distintos países de la Alianza Atlántica que dio comienzo este lunes en territorio noruego.

Según ha explicado el Ejército de Noruega, la aeronave, modelo Bell-Boeing V-22 Osprey, transportaba a cuatro militares y pertenece al Cuerpo de Marines de Estados Unidos.

Los ejercicios militares, en los que participan miembros de la OTAN, cuentan con actividades tanto en el mar como en el aire y, según información de Noruega, participan cerca de 30.000 soldados de 27 estados y socios de la Alianza Atlántica, incluidos millares de fuerzas terrestres, marítimas y aéreas de cada uno.

Ya antes del inicio de la operación, las autoridades de Noruega enfatizaron que 'Cold Response' no es una reacción al ataque de Rusia contra Ucrania, sino un ejercicio de defensa común planificado desde "hace mucho tiempo".