La invasión militar de Ucrania está desencadenando una ola de reacciones económicas internacionales contra Rusia. Este martes, Alemania ha lanzado un mensaje de advertencia en contra el uso de los sistemas antivirus de Kaspersky, una decisión que la empresa rusa de software ha criticado que se toma "por motivos políticos".

La Oficina Federal de Seguridad de la Información de Alemania (BSI) emitió un comunicado en el que recomienda "sustituir las aplicaciones" de Kaspersky "por productos alternativos" debido a lo que consideran "un riesgo alto de un ciberataque desde Rusia". En su mensaje, señala que la empresa podría operar como hipotético caballo de Troya del Kremlin en los sistemas informáticos europeos. "Un fabricante ruso de tecnologías de la información puede llevar a cabo él mismo operaciones ofensivas, verse obligado a atacar sistemas contra su voluntad, ser espiado como víctima de una operación cibernética sin su conocimiento o ser utilizado indebidamente como herramienta para ataques contra sus propios clientes", reza el comunicado.

El comunicado de Berlín ya ha tenido otras repercusiones. El club de fútbol Eintrach de Frankfurt ha anunciado que retira a Kaspersky como su principal patrocinador. En el plano gubernamental, la Agencia de Seguridad italiana no se ha referido directamente a la compañía pero ha pedido "revisar los vínculos con las empresas rusas de tecnología".

Vetada en EEUU y la UE

Fundada en 1997, la firma rusa es una de las más reconocidas en el mundo de la ciberseguridad -es habitual su presencia en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona- y cuenta con más de 400 millones de usuarios en todo el mundo, 240.000 de los cuales son terceras empresas. Sin embargo, tanto los Estados Unidos como la Unión Europea (UE) vetaron en 2018 el uso de los sistemas de Kaspersky en ordenadores gubernamentales al considerarlos "maliciosos". Ambos bloques aseguraron entonces que la medida se debía a supuestas vinculaciones con el gobierno ruso.

La compañía ha respondido a la decisión alemana desmintiendo las acusaciones y remarcando que se trata de una decisión "por motivos políticos y no porque esté fundamentada en la evaluación técnica de nuestros productos". También remarca que, aunque sus servidores centrales están alojados en Moscú, parte de su equipo de ordenadores que procesa datos de los usuarios están instalados en países como Suiza, Canadá o Alemania.

El fundador de la firma, Eugene Kaspersky, ha sido criticado en las redes sociales por no condenar directamente la invasión rusa de Ucrania, aunque sí ha expresado su rechazo a la guerra.