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Movilidad

París saca el coche del centro (y no le tiembla el pulso)

La alcaldesa Anne Hidalgo prohibirá en 2024 la circulación de vehículos no esenciales en los distritos I, II, III y IV

Anne Hidalgo, alcaldesa de París, en bicicleta por el centro de la capital francesa.

Una ciudad olímpica sin coches. Las autoridades de París quieren que en 2024 la llama de los Juegos se pasee por unas calles libres de contaminación atmosférica. La circulación de los vehículos quedará muy restringida a partir de entonces en el monumental centro de la capital francesa. Así lo anunció durante la segunda quincena de febrero el Ayuntamiento dirigido por la socialista Anne Hidalgo. Considerada la medida estrella para convertir París en la nueva Ámsterdam, debía entrar en vigor este mismo año, pero la han aplazado dos años ante las dificultades para aplicar este dispositivo, duramente criticado por la oposición.

El equivalente parisino de Madrid Central quiere prohibir la presencia de coches no esenciales de los distritos I, II, III y IV de París, además de las partes más céntricas del V y el VI. Con una extensión de cerca de 9 kilómetros cuadrados –la zona restringida en Madrid ocupaba unos 4,7 quilómetros cuadrados–, esta área abarcará toda la zona de Notre Dame, el Louvre, la plaza de la Concordia y el Palacio del Elíseo. Allí se limitará la circulación de coches a los viajes esenciales. Es decir, servicios del Estado, transportes públicos, desplazamientos para ir de compras, trabajar o visitar esa zona.

7.900 ‘víctimas’ de las partículas

En cambio, no podrán pasar por ese radio aquellos automóviles que solo quieran cruzarlo. El objetivo de este dispositivo: reducir a la mitad los 350.000 vehículos que circulan a diario por el corazón de la capital francesa. Las autoridades locales confían, así, en reducir de manera significativa la contaminación en la región parisina, donde unas 7.900 personas mueren de manera prematura cada año a causa de la concentración excesiva de estas partículas, según un estudio, publicado por AirParif y el Observatorio Regional de Salud de Île de France. 

"Se trata de un objetivo muy realista y deseable, ya que hay muchos desplazamientos no esenciales por el centro de París. En este sentido, se encuentra bastante retrasada respecto a otras capitales europeas", explica a El Periódico de Catalunya, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, Sébastien Marrec, investigador de la Universidad de Rennes 2 y el Ayuntamiento parisino sobre los cambios en la movilidad en la Ciudad de la Luz. "Confían en que la circulación de vehículos se reduzca entre un 10% y un 20%", añade.

La primera decisión valiente de Hidalgo fue el cierre a la circulación de las orillas del Sena, en 2016

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Esta medida sigue la misma línea de otras decisiones valientes de Hidalgo contra la contaminación. La más mediática fue el cierre a la circulación de las orillas del Sena desde 2016. Pese haber generado un gran revuelo cuando se aplicó, los ciudadanos capitalinos la validaron en las urnas en 2020. Básicamente gracias a estas políticas verdes y favorables al uso de la bicicleta, la alcaldesa con raíces españolas logró una cómoda reelección, con cerca del 50% de los votos. Sin embargo, esta reputación de dirigente 'anti-voitures', sumada a una campaña muy errática y la paupérrima popularidad del Partido Socialista en Francia, han lastrado sus aspiraciones para las elecciones presidenciales de abril, en que solo cuenta con unas intenciones de voto del 2-3%. 

La oposición municipal también ataca con dureza los planes del París Central. "Como ya sucedió con las orillas del Sena, que solo comportaron un desplazamiento de la contaminación hacia la periferia y no su disminución, Anne Hidalgo solo se dedica al postureo político", criticó la líder de la oposición en el Ayuntamiento, la conservadora Rachida Dati, de Los Republicanos (socios del PP en Francia). Incluso Didier Lallement, jefe de la policía en la capital, advirtió sobre los riesgos de llevarlo a cabo: "Las características actuales del proyecto corren el riesgo de crear dificultades para la circulación de los servicios de urgencias y de policía en la periferia de la zona, y podrían tener un impacto negativo en la actividad económica de la capital".

Cambio de comportamiento

Según Sébastien Marrec, al principio, cuando se aplican estas políticas, suele producirse un trasvase del tráfico del centro a otras zonas no afectadas por las restricciones. "Pero a largo plazo hay un cambio en los comportamientos y una disminución de la presencia de vehículos motorizados", subraya. Este experto destaca que en París hay un amplio margen para que aumenten los desplazamientos en bicicleta, que "representan el 5% del total". Entre 2018 y 2020, se produjo un boom de las dos ruedas en la capital francesa, favorecido por la pandemia y una larga huelga en el transporte público en el invierno de 2019-20. 

En la misma línea que Barcelona o Milán.

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