Los líderes de la Unión Europea adoptaron este jueves sus sanciones más duras hasta la fecha contra Rusia por la invasión de Ucrania. Pese a ello, no se decidieron a desconectar al país presidido por Vladímir Putin de la plataforma internacional de pagos Swift. No todos los Estados miembros están de acuerdo en utilizar todo el arsenal de golpe por las consecuencias para Europa y hay capitales como Berlín partidarias de guardar algo de munición en la recámara por si es necesario aprobar un tercer paquete de sanciones. "Se necesita evaluar las consecuencias de cortar a Rusia del Swift", argumentó el holandés Mark Rutte. ¿Pero qué es esa plataforma de pagos y por qué es tan importante?.

¿Qué es Swift?

La Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (Swift, por sus siglas en inglés) fue creada en 1973 por 293 bancos de 15 países con el objetivo de desarrollar una plataforma informática que hiciera más rápidos y seguros los pagos entre entidades financieras de distintos países al estandarizar la comunicación entre las mismas. En 1977 lanzó su primer servicio de mensajería entre bancos, que rápidamente sustituyó a la tecnología vigente hasta ese momento, la Telex (un dispositivo telegráfico de transmisión de datos). Actualmente está conectadas a su plataforma más de 11.000 entidades bancarias y de valores, infraestructuras de mercado y clientes corporativos en más de 200 países y territorios (básicamente, todos los del mundo).

¿Cómo está organizada y controlada?

Swift es una cooperativa propiedad de los propios bancos y firmas de valores que la utilizan. Su sede central está ubicada en La Hulpe, cerca de Bruselas. Su supervisión corresponde a los bancos centrales del G-10 (Alemania, Bélgica, Canadá, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos, Suecia y Suiza) y el Banco Central Europeo (BCE), y la lidera el Banco Central de Bélgica. En 2012 se creó el Swift Oversight Forum para que la información sobre su supervisión llegara a un número mayor de bancos centrales (Australia, China, Hong Kong, India, Corea, Rusia, Arabia Saudí, Singapur, Suráfrica y Turquía). Los accionistas nombran un consejo de 25 directores de distintas nacionalidades, actualmente presidido por Yawar Shah del banco estadounidense Citi. También forma parte del mismo Eddie Astanin, presidente de la entidad central de contrapartida de Rusia, así como José Luis Calderón, del Santander. El primer ejecutivo de la firma como consejero delegado es el también español Javier Pérez-Tasso.

¿Cuántas transacciones se realizan a través de su plataforma?

El tráfico a través de la red de Swift creció un 11,2% el año pasado, hasta alcanzar una media diaria de 42 millones de transacciones de pagos y valores. Además, marcó un nuevo máximo histórico de 50,2 millones de operaciones el pasado 30 de noviembre que, por ponerlo en perspectiva, suponen un alza del 66% respecto al máximo diario de cinco años antes. Según la firma, en torno a la mitad de dichos pagos son acreditados en menos de cinco minutos y dos tercios en menos de media hora. El 44% de las transacciones tuvieron su origen en Europa, Oriente Medio y África, el 41,8% en América y el Reino Unido, y el 6% en Asia y Oceanía.

¿Cuál es la situación de Swift en Ucrania y Rusia?

La página web de Swift en Ucrania explica que todas las transferencias internacionales están bloqueadas en el país debido a la invasión rusa. "La negación por parte de la Federación Rusa de la existencia del Estado ucraniano y el intento de eliminar físicamente al pueblo ucraniano deberían encontrar una dura reacción de la comunidad internacional. La Asociación Ucraniana de Miembros y Grupos de Usuarios de Swift, UkrSWIFT, solicita apoyo internacional para eliminar a la Federación Rusa y Bielorrusia como países de la red Swift", reclaman. La página web de Swift en Rusia no hace referencia al conflicto, pero permite hacerse una idea del impacto que podría tener la salida del país de la plataforma. Según la información que ofrece, unas 300 entidades financieras del país son usuarias de la misma, más de la mitad de las que operan en Rusia y responsables de más del 80% de las transacciones. Rusia, añade, es el segundo país con más usuarios de Swift solo por detrás de Estados Unidos.

¿Se ha expulsado ya a otros países de Swift?

En 2012, la Unión Europea ordenó a Swift y a otras plataformas similares de menor tamaño dejar de prestar servicio a una serie de bancos iraníes que habían sido sancionados por el programa nuclear del país. "Desconectar a los bancos es un paso extraordinario y sin precedentes para Swift", explicó entonces. Las medidas estuvieron en vigor hasta enero de 2016, cuando se levantaron tras el acuerdo alcanzado por Irán, China, Francia, Rusia, el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea. En 2014, la firma recibió presiones para desconectar a otros países. "Swift y sus partes interesadas ('stakeholders') han recibido llamadas para desconectar instituciones y países enteros de su red, más recientemente Israel y Rusia", explicó en un comunicado.

"Los servicios de Swift están diseñados para facilitar el cumplimiento de las sanciones y otras regulaciones por parte de sus clientes. Sin embargo, Swift no tomará decisiones unilaterales para desconectar instituciones de su red como resultado de presiones políticas. Swift lamenta la presión, así como las especulaciones mediáticas que la rodean, que corren el riesgo de socavar el carácter sistémico de los servicios que Swift brinda a sus clientes en todo el mundo. Como empresa de servicios públicos con carácter global sistémico, no tiene autoridad para tomar decisiones sobre sanciones. Cualquier decisión de imponer sanciones a países o entidades individuales recae únicamente en los órganos gubernamentales competentes y los legisladores correspondientes", argumentó entonces.

¿Por qué la UE tiene reticencias a sacar a Rusia de Swift?

De entre los grandes países del mundo, solo el Reino Unido se ha mostrado por ahora partidario de apoyar la petición ucraniana de sacar a Rusia de Swift. Otros como Estados Unidos, Alemania, Italia o Países Bajos lo han descartado por el momento. "Es la última opción, pero es una opción que está encima de la mesa", ha acertado a resumir el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire. El problema es que la medida tendría un efecto devastador para la economía rusa, pero también afectaría de forma notable a las de otros países, particularmente los europeos, ya que dificultaría los intercambios para los bancos y empresas con negocios en Rusia. La medida ya estuvo sobre la mesa en 2014 a instancias del Reino Unido y el Parlamento Europeo a raíz de la invasión rusa de Crimea. Un artículo del Carnegie Moscow Center del pasado mayo recordaba que el entonces ministro ruso de finanzas calculó que la iniciativa podría hacer caer el PIB de su país un 5%. A raíz de ello, Rusia desarrolló su propia plataforma de pagos (SPFS) y también se ha sugerido que, en caso de quedar vetada de Swift, podría intentar aprovechar la lanzada por China en 2015 (CIPS), si bien es dudoso que le sirviera para contrarrestar la sanción ya que ambas son mucho más pequeñas.