Centenares de científicos y periodistas científicos rusos han respondido a la iniciativa de Mikhail Gelfand, especialista en bioinformática del Instituto de Ciencia y Tecnología Skolkovo, y han suscrito una carta abierta contra la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El científico, cuya esposa es de origen ucraniano, ha difundido su carta a través del portal de noticias científicas en el que colabora, TrV-Nauka, y ha sumado de momento más de 600 apoyos, muchos de ellos miembros de la Academia de Ciencias de Rusia. Este es el texto:

"Nosotros, científicos y periodistas científicos de Rusia declaramos:

Nuestra decidida protesta contra las acciones militares lanzadas por las fuerzas armadas de nuestro país en el territorio de Ucrania. Este paso fatal conduce a una enorme pérdida de vidas y socava los cimientos del sistema existente de seguridad internacional. La responsabilidad de desatar una nueva guerra en Europa recae enteramente en Rusia.No hay justificación razonable para esta guerra. Los intentos de utilizar la situación en Donbass como pretexto para desplegar una operación militar no inspiran ninguna confianza. Es obvio que Ucrania no representa una amenaza para la seguridad de nuestro país. La guerra contra ella es injusta y francamente inútil.

Ucrania ha sido y sigue siendo un país cercano a nosotros. Muchos de nosotros tenemos familiares en Ucrania, amigos y colegas en el trabajo científico. Nuestros padres, abuelos y bisabuelos lucharon juntos contra el nazismo. Desatar una guerra por el bien de las ambiciones geopolíticas del liderazgo ruso, impulsado por dudosas fantasías pseudo-históricas, es una traición cínica a su memoria.

Respetamos la condición de Estado ucraniano, que se basa en instituciones democráticas que realmente funcionen. Somos comprensivos con la elección europea de nuestros vecinos. Estamos convencidos de que todos los problemas en las relaciones entre nuestros países pueden resolverse pacíficamente.

Al desatar la guerra, Rusia se condenó al aislamiento internacional, a la posición de un estado canalla. Esto significa que nosotros, los científicos, ahora no podremos hacer nuestro trabajo normalmente: después de todo, realizar investigaciones científicas es impensable sin la plena cooperación con colegas de otros países. El aislamiento de Rusia del mundo significa una mayor degradación cultural y tecnológica de nuestro país en ausencia total de perspectivas positivas. La guerra con Ucrania es un paso hacia la nada.

Es amargo para nosotros darnos cuenta de que nuestro país, que hizo una contribución decisiva a la victoria sobre el nazismo, se ha convertido ahora en el instigador de una nueva guerra en el continente europeo. Exigimos el cese inmediato de todas las operaciones militares dirigidas contra Ucrania. Exigimos respeto por la soberanía y la integridad territorial del Estado ucraniano. Exigimos paz para nuestros países."

(Traducción de Magdalena Garrido Caballero).