El informe sobre interferencias extranjeras y desinformación adoptado este martes por el comité especial de la Eurocámara, tras 18 meses de trabajo y 50 audiencias en las que han entrevistado a más de 130 expertos, alerta de la amenaza que representan los regímenes autocráticos extranjeros, en particular Rusia y China, y la falta de medidas a nivel europeo para impedir que actores maliciosos tomen el control de infraestructuras críticas, lancen ciberataques, recluten a antiguos políticos de alto nivel y polaricen el debate público. Una estrategia en la que también participan partidos políticos de extrema derecha europeos a quienes acusan de estar al servicio del presidente ruso Vladimir Putin.

El documento, que ha recibido 25 votos a favor, 8 en contra y 1 abstención y que se votará en la sesión plenaria de mayo, pone como ejemplo los acuerdos de cooperación firmados por partidos como el austríaco FPÖ, el francés Reagrupamiento Nacional o la Lega italiana con la formación ‘Rusia Unida’ de Putin así como los “estrechos contactos” que el alemán AFD, el Fidesz y el Jobbik de Hungría o el Partido del Brexit mantienen con el Kremlin. Varias de estas últimas formaciones, por ejemplo, han enviado voluntarios como “observadores electorales” a las elecciones controladas por Moscú en Donetsk y Lugansk, en este de ucrania, legitimando de esta forma un proceso electoral condenado por la UE.

“Durante las audiencias identificamos diferentes episodios de recientes esfuerzos de interferencia de terceros países actores no estatales. Resulta especialmente chocante lo mucho que la extrema derecha de toda Europa está al servicio de la Rusia de Vladimir Putin”, ha alertado con preocupación el eurodiputado socialista Andreas Schieder quien reconoce que “la situación es peor de lo que pensábamos inicialmente” y que “Rusia, China y otros estados autoritarios están tratando de debilitar las democracias europeas desde dentro” utilizando para ello a partidos políticos europeos, redes sociales e incluso a ex políticos europeos contratados para diversas causas. 

El informe, que recibió 1.210 enmiendas que se han resumido en 195 compromisos, cita como ejemplo al ex canciller alemán Gerhard Schröder y al ex primer ministro de Finlandia, Paavo Lipponen, que fueron contratados por Gazprom, el monopolio de gas ruso, para acelerar el proceso de autorización de los gasoductos Nord Stream 1 y 2, al ex ministro de exteriores austríaco Karin Kneissl, contratado por la petrolera rusa Rosneft, así como al ex primer ministro francés Jean Pierre Raffarin, defensor de los intereses de China en Francia, entre otros. Los eurodiputados también ven preocupante el papel de Hungría y Serbia ayudando a China y Rusia a conseguir sus objetivos geopolíticos.

Lazos con el secesionismo catalán

A instancias del PP, y con el apoyo de Ciudadanos, el informe también reclama una “investigación en profundidad” sobre los contactos estrechos y regulares entre “funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España” así como sobre la relación entre el mayor donante privado para la campaña del 'Brexit leave'. Según los eurodiputados ambos ejemplos “forman parte de la estrategia más amplia de Rusia para aprovechar todas y cada una de las oportunidades para manipular los discursos con el fin de promover la desestabilización” en la UE.

Entre las recomendaciones de los eurodiputados para luchar contra este tipo de amenazas y sensibilizar a la opinión pública sugieren campañas de información, crear un régimen de sanciones contra la desinformación, reglas más estrictas para las plataformas sociales, más apoyo a los medios para garantizar un mayor pluralismo y verificadores de datos, considerar las infraestructuras electorales como entidades críticas, mejorar la ciberseguridad para evitar aplicaciones espía como Pegasus y clarificar las relaciones inapropiadas entre algunos partidos políticos europeos y Rusia.