En el arranque del juicio al príncipe Andrés de Inglaterra, acusado de supuestos abusos sexuales a una menor de edad, Virginia Giuffre, la defensa del hijo de Isabel II argumenta que la joven "podría tener recuerdos falsos" y pide declaraciones a su círculo cercano para corroborar sus declaraciones. Los abogados del príncipe, ahora despojado de sus títulos, argumentan que quieren "comprobar la veracidad de sus alegaciones".

Según reflejan los documentos judiciales de este caso, centralizado en el tribunal de Nueva York, los abogados del príncipe Andrés han pedido interrogar al marido de Giuffre, Robert Giuffre, para que explique la economía familiar y cómo conoció a su esposa en 2002. Igualmente quieren que testifique su psicóloga, Judith Lightfoot, acerca del diagnóstico de Giuffre, los asuntos discutidos en sus sesiones o los medicamentos que le recetó; así como para inspeccionar sus notas sobre la paciente y conocer sus "opiniones" sobre lo que alega la denunciante y "la teoría de las falsas memorias". En el listado de posibles testigos reclamados en este juicio también se encontraría el antiguo asistente personal de Andrés, Robert Olney, para que dé detalles de la relación de Andrés con el pederasta Jeffrey Epstein.

El objetivo, argumenta la defensa del príncipe, sería comprobar si las declaraciones de la joven "han cambiado repetidamente a lo largo de los años", pues según los abogados del príncipe Andrés la acusación de la denunciante podría basarse en "recuerdos falsos". Asimismo, los abogados intentan comprobar la veracidad de las afirmaciones de la joven, que denunció haber estado "bajo amenaza de muerte" por parte de Epstein y Maxwell y que sufre "daños emocionales y psicológicos graves".

Trata de personas

Giuffre, por su parte, hace años que denuncia de manera consistente que fue víctima de tráfico sexual cuando era adolescente, en torno a 2001, por el difunto empresario Jeffrey Epstein y su expareja Ghislaine Maxwell -recientemente condenada por delitos de ese tipo- para mantener relaciones sexuales con el príncipe. La denunciante alega que el príncipe abusó de ella cuando tenía 17 años, víctima presuntamente de la red de trata de personas orquestada por Epstein, que se quitó la vida en prisión tras ser detenido en 2019.

El príncipe, por su parte, ha negado las acusaciones y ha tratado de tumbar la denuncia civil presentada por Giuffre, apelando como principal argumento a un pacto extrajudicial suscrito por la demandante y por Epstein en 2009 y según el cual la víctima habría acordado no emprender ninguna acción legal contra otras personas.