Al menos de 15 personas han muerto este martes a causa de un atentado ejecutado contra el hospital militar Sardar Mohamad Daud Jan de la capital de Afganistán, Kabul, sin que por el momento haya reclamación de la autoría.

Fuentes citadas por la cadena de televisión afgana Ariana han señalado que otras ocho personas han resultado heridas en el ataque, después de que fuentes hospitalarias confirmaran nueve heridos tras las dos explosiones registradas en los alrededores del hospital, situado en el Distrito Policial 10 de la capital afgana.

El viceportavoz de las autoridades instauradas por los talibán tras hacerse en agosto con el poder, Bilal Karimi, ha indicado que la primera explosión ha tenido lugar frente al centro hospitalario, mientras que la segunda ha tenido lugar en sus cercanías, tal y como ha recogido la cadena de televisión Tolo TV.

Asimismo, el portavoz del Ministerio del Interior, Qari Said Josti, ha confirmado el suceso. Testigos citados por Ariana han señalado que al menos una de las explosiones ha sido causada por un terrorista suicida, al tiempo que han agregado que tras las mismas se ha registrado un tiroteo.

A pesar de todo, los talibán han asegurado que lograron frustrar el ataque, puesto que el objetivo de Estado Islámico era el personal y los pacientes del hospital, según el comunicado difundido por el portavoz de los islamistas, Zabihulá Mujahid.

"Los milicianos de Estado Islámico murieron en las entrada del hospital", ha dicho Mujahid, quien ha celebrado cómo cinco terroristas fueron neutralizados antes de que lograran su objetivo. "Desafortunadamente", fuera de las instalaciones médicas, matiza, varias personas han muerto, entre ellas al menos un menor.

El hospital, que cuenta con 400 camas y es la mayor instalación médica militar del país, ya fue objetivo de atentados en 2011 y 2017. Este último atentado, que dejó cerca de cien muertos, fue reclamado por el grupo yihadista Estado Islámico.

Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) ha reclamado varios ataques en las últimas semanas, incluidos varios ejecutados contra mezquitas. Entre sus ataques figura uno contra una mezquita de Kabul cerca del lugar donde se celebraba el funeral de la madre del portavoz de los talibán y viceministro de Información, Zabihulá Muyahid.

El propio Karimi había salido al paso este martes a las informaciones publicadas por el diario 'The Wall Street Journal' sobre el ingreso de antiguos miembros de los servicios de Inteligencia y las unidades de élite afganas entrenados por Estados Unidos en las filas de ISKP para hacer frente a los talibán.

Karimi ha recalcado que el grupo yihadista es incapaz de llevar a cabo tareas de reclutamiento en Afganistán y ha negado su presencia en el país, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press. Asimismo, ha destacado que las autoridades afganas están actuando para reducir potenciales riesgos.

La ONU intensifica la ayuda humanitaria

Tras conocer la noticia, Naciones Unidas ha enviado sus condolencias a las familias de las víctimas y ha anunciado que intensificará el envío de ayuda humanitaria, ha expresado el portavoz adjunto de la organización, Farhan Haq.

"Expresamos nuestras condolencias a las familias de quienes han perdid la vida y una pronta recuperación a las muchas personas que han resultado heridas. Este nos recuerda que las instalaciones e infraestructuras médicas no son un objetivo y que todos los civiles deben estar protegidos", ha recalcado Haq.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha informado de que 170 camiones están entregando ayuda humanitaria en Afganistán "todos los días", llegando hasta el momento a unas 11,5 millones de personas en lo que va de año, de las cuales 4,7 millones solo en octubre, ha contado Haq.

En la última semana de octubre, las labores de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lograron ayudar a unos 8.400 personas vulnerables en todo en Afganistán, mientras que facilitó la reubicación de otras 2.330 que regresaron al país.

Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha comunicado que ya ha comenzado el envío de ayuda humanitaria a Kabul a través de transporte aéreo de cara a fortalecer los suministros antes de la llegada del invierno, cuando se esperan condiciones climáticas adversas de hasta 25 grados bajo cero.

Los talibán se hicieron con el poder en Afganistán a mediados de agosto tras entrar en Kabul poco después de la huida del país del entonces presidente, Ashraf Ghani, y tras la retirada de las tropas internacionales del país asiático. Estado Islámico considera a los talibán unos traidores a la ortodoxia de la 'sharia' o ley islámica y defienden una interpretación mucho más dura.