El Gobierno talibán afirmó este viernes que todavía no ha tomado una decisión sobre si retomarán las ejecuciones, amputaciones y lapidaciones que marcaron su anterior etapa en el poder, desmintiendo las informaciones al respecto.

"Nuestro Gobierno acaba de empezar el trabajo y de momento no hay una decisión clara sobre esto, y tampoco hemos hecho declaraciones al respecto", dijo a Efe un portavoz de los talibanes, Bilal Karimi.

"Estamos en la etapa inicial de la gobernanza y nuestro Gobierno todavía es interino, además, algunos organismos no han comenzado a trabajar", añadió.

Karimi afirmó que los talibanes tomarán una decisión sobre los castigos extremos "cuando nuestros órganos judiciales estén plenamente operativos y las leyes hayan sido aprobadas y ratificadas".

La reacción del Gobierno de los talibanes llega después de que uno de los líderes históricos de la formación fundamentalista, el mulá Nooruddin Turabi, afirmase en una entrevista que volverán las lapidaciones, amputaciones y ejecuciones que entre 1996 y 2001 se convirtieron en eventos públicos semanales.

Mashal Afghan, un miembro de la comisión de Cultura de los talibanes, declaró a Efe que "lo que el mulá Turabi ha dicho a los medios es su opinión personal y no la posición oficial" del Gobierno interino.

Durante el primer régimen talibán, Turabi ocupó el puesto de ministro de Justicia y estuvo al frente del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio.

Así, el ahora sexagenario político fue el responsable principal de implementar la política de castigos extremos o la pena capital en público, basada en la dura interpretación de la sharia o la ley islámica.

El pasado 17 de septiembre, la formación insurgente disolvió oficialmente el ministerio afgano para Asuntos de la Mujer, y en su lugar reinstauró el ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, que se encargará de la rígida implementación de las normas islámicas.