Después de meses de negociaciones, los demócratas de EEUU anunciaron este miércoles que no han llegado a un acuerdo con los republicanos para aprobar una gran reforma policial destinada a acabar con los abusos de los agentes, especialmente contra la minoría afroamericana. Esas negociaciones habían comenzado después de la muerte el 25 de mayo de 2020 de George Floyd, asfixiado por un policía blanco mientras rogaba que le dejaran respirar.

El principal negociador demócrata, el senador afroamericano Cory Booker, anunció que las conversaciones habían terminado debido a diferencias irreconciliables con los republicanos, que estuvieron liderados por el senador Tim Scott, también afroamericano. "Después de meses agotando todos los caminos posibles hacia un acuerdo bipartidista, ese pacto sigue estando fuera de nuestro alcance en este momento", manifestó Booker en un comunicado. Según el senador, los demócratas se habían comprometido a aceptar varias peticiones de los republicanos, pero aun así había un "abismo demasiado amplio" entre los dos partidos.

No detalló específicamente qué provocó la ruptura de las negociaciones. Sin embargo, previamente, ambas partes habían reconocido que uno de los puntos más complicados era la idea de "inmunidad legal" para la Policía, que hace muy difícil interponer demandas contra aquellos agentes que estén acusados de haber usado la fuerza de manera desproporcionada.

En un comunicado, el presidente de EEUU, Joe Biden, echó la culpa a los republicanos del fin de las negociaciones. Específicamente, el mandatario dijo que los conservadores habían rechazado hasta las "reformas más modestas" que su antecesor, el republicano Donald Trump (2017-2021), había llegado a apoyar. Los republicanos, según Biden, también se negaron a actuar en "asuntos clave que muchos miembros de las fuerzas de seguridad están dispuestos a atajar".

Este esfuerzo para reformar la Policía se produce después de varios años de protestas por la muerte de afroamericanos a manos de agentes, especialmente tras el caso de Floyd. La mayoría demócrata de la Cámara de Representantes aprobó a principios de marzo una ley para reformar la Policía que lleva el nombre de George Floyd, pero ese proyecto se quedó atascado en el Senado. Biden quería haber aprobado una gran reforma policial antes del primer aniversario de la muerte de Floyd, el 25 de mayo de este año, pero los grandes desacuerdos en el Congreso lo impidieron.