Para el primer ministro francés, Jean Castex, no hay lugar a dudas: "El mundo se enfrenta a una nueva ola y debemos reaccionar". Esta constatación del jefe del Ejecutivo coincide con la entrada en vigor de nuevas restricciones en el país: a partir de este miércoles, el acceso a los espacios de ocio y cultura que reúnan a más de 50 personas quedará sujeto a la presentación del pase sanitario. Así, para entrar en un cine, un teatro o un museo será necesario presentar un certificado de vacunación o un test covid negativo de menos de 48 horas.

La puesta en marcha de la nueva normativa, no exenta de críticas entre los sectores afectados, contará con un plazo de adaptación: "Habrá una semana, ocho días, el tiempo de la pedagogía y después vendrán las sanciones", advirtió este miércoles Jean Castex en el plató de televisión de TF1.

Pase sanitario sí, mascarillas no

En dichos espacios, el pase sanitario será imperativo, pero las mascarillas dejarán de serlo. "Con el pase sanitario […] nos aseguraremos de que todas las personas que entren [en los lugares afectados] están totalmente vacunadas o tienen una prueba negativa muy reciente, [por lo tanto] podrán quitarse la mascarilla", anunció este martes el ministro de Sanidad, Oliver Véran. 

Una decisión que parece entrar en contradicción con la situación epidémica -este miércoles se registraron 18.181 nuevos casos, cuando una semana antes eran menos de 7.000- y con las medidas adoptadas en ciertas regiones, como en el departamento de Charente-Maritime donde el uso de la mascarilla vuelve a ser obligatorio en 45 comunas turísticas.

La extensión del pase sanitario a bares y restaurantes

La aplicación del pase sanitario al ocio y la cultura, anunciada por el presidente francés, Emmanuel Macron, el pasado lunes 12 de julio, forma parte del paquete de restricciones destinado a frenar la cuarta ola de covid-19, protagonizada por la variante delta. La extensión de este certificado a bares, restaurantes y transportes públicos de larga distancia -aviones, trenes, autocares, barcos-, así como la vacunación obligatoria del personal de centros médicos y geriátricos, son los principales pilares de la estrategia francesa para contener la propagación del virus. 

El proyecto de ley sobre ambas medidas será debatido este miércoles en la Asamblea Nacional donde, gracias a la mayoría del partido macronista, se aprobará sin mayor dificultad. A continuación, llegará al Senado y, según lo previsto, será adoptado a finales de semana para entrar en vigor a principios de agosto.

Con la extensión del pase sanitario, las autoridades francesas no sólo tratan de frenar el nuevo repunte de contagios, también incitan a la población a vacunarse. La estratagema parece funcionar, desde los anuncios del presidente galo, las citas para recibir la inmunización contra la covid-19 de han multiplicado. Para satisfacer la demanda, el primer ministro acaba de anunciar 5 millones de citas en los próximos 15 días. El objetivo: 40 millones de personas deberían haber recibido al menos una dosis contra el coronavirus a finales de julio.