"Vacuna = nuevo genocidio" o "ARN = peligro", son algunos de los mensajes inscritos en los muros de la sala de fiestas de la comuna de Lans-en-Vercors, al sudeste de Francia. Este espacio público debía acoger un nuevo de centro de vacunación este fin de semana, pero la madrugada del viernes un grupo de antivacunas vandalizó el espacio dejándolo inservible. El centro de inmunización de la comuna de Urrugne, en el País Vasco francés, fue destruido por las llamas la noche del sábado. Según los primeros elementos de la investigación, se trata de un incendio provocado. Ambos sucesos coinciden con un fin de semana de protestas contra las restricciones destinadas a contener la quinta ola de coronavirus.

"Son nuestros hijos, los hijos de la comunidad, los que pagarán este disparate. La gente que hace esto lo confunde todo. Nuestros presupuestos ya son ajustados y ahora esta sala utilizada por las asociaciones locales es inutilizable”, lamentó el alcalde de Lans-en-Vercors, Michael Kraemer, frente a las cámaras de France 3. Los vándalos no se conformaron con escribir sus lemas contra las vacunas en las paredes del centro, también deterioraron la estructura y el parquet al activar el sistema antiincendios. "Estamos pagando el precio de la instrumentalización de algunos grandes políticos nacionales que utilizan la desconfianza en la vacunación para existir hoy en día" criticó Kraemer en las páginas del diario 'Le Monde'.

"Destrucción intencionada por incendio"

El ministro de Sanidad, Oliver Véran, no tardó en reaccionar al acontecimiento: "El saqueo de un centro de vacunación lo dice todo sobre la verdadera motivación de los autores, que serán procesados. Bravo y gracias a los equipos de Lans-en-Vercors por haber conseguido abrir otro centro en pocas horas", escribió en Twitter.

Al día siguiente, la comuna de Urrunge, al sudoeste del país, registró un nuevo incidente. Parte de su espacio de vacunación sucumbió a las llamas la madrugada del sábado. Para su alcalde, Philippe Aramendi, el incendio fue, sin lugar a dudas, provocado. "Me llamaron a las 3 de la mañana y se comprobó que se había esparcido un producto inflamable alrededor de la carpa. Afortunadamente, los bomberos contuvieron rápidamente las llamas y la carpa solo quedó parcialmente destruida", explicó a los medios. El fiscal de la República de Bayona, Jérôme Bourrier, anunció este domingo la apertura de una investigación "de flagrante delito por destrucción intencionada por incendio".

Semana clave

Tales hechos acontecieron en la antesala de la andadura parlamentarias del proyecto de ley sobre las nuevas restricciones contra el covid-19: la vacunación obligatoria de los empleados de centros hospitalarios y geriátricos, y de todos aquellos trabajadores en contacto con personas frágiles; y la extensión del pase sanitario -que puede contener un certificado de vacunación o un test covid negativo- a restaurantes, bares, centros comerciales y transportes de larga distancia. Este lunes, el texto recibirá el visto bueno del Consejo de Ministros, llegará a la Asamblea Nacional a última hora del martes y el jueves pasará al Senado. Según lo previsto, el proyecto legislativo será aprobado a finales de semana.

Este paquete de medidas, anunciado hace una semana por el presidente francés, Emmanuel Macron, ha despertado la cólera de los antivacunas. Este sábado cerca de 114.000 personas se manifestaron en todo el territorio francés para protestar contra la política de vacunación y la ampliación del uso del pase sanitario. Las protestas coinciden además con un fuerte repunte de los contagios en el país, relacionados con la variante delta. "La señal de alarma ya está activada. Francia vuelve a superar el umbral de alerta con una tasa de incidencia de más de 50 [casos] por cada 100.000 habitantes, un aumento del 80% en una semana, [cifras] sin precedentes desde el inicio de la crisis", alertó el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, en una entrevista en 'Le Parisien'.